El 29 de mayo de 1953, dos hombres llegaron a la cima del monte Everest. Habían escalado 8848 metros para arribar al pico más alto de la Tierra. Edmund Hillary y Tenzing Norgay hicieron cumbre en el Techo del Mundo, en lo que fue una de las grandes hazañas del siglo XX.
El mundo había salido de los horrores de la Segunda Guerra cuando el espíritu aventurero afloró con la paz. El viaje de la Kon-Tiki, en 1947, había causado conmoción, con seis tripulantes a bordo de una balsa de madera en el Océano Pacífico, a modo de prueba de que los antiguos pobladores de América habían llegado por mar a la Polinesia.
8848 metros para llegar al Techo del Mundo
El Everest era otra de las grandes atracciones naturales a conquistar. Ubicado en el Himalaya, en el límite entre China y Nepal, debe su nombre occidental al geógrafo inglés George Everest desde 1865, si bien los nepalíes lo conocen como Sagarmāthā (“La frente del cielo”), mientras que en el Tíbet su nombre es Chomolungma (“Madre del universo”). Para los chinos es Zhūmùlǎngmǎ Fēng.
Fue en la primera mitad del siglo XIX cuando los topógrafos ingleses comenzaron sus labores para tener los datos de las montañas del Himalaya. En el caso del Everest, las mediciones más certeras fueron obra de James Nicolson, quien llegó a estimar una altura de unos 9200 metros. Aunque errado en el cálculo, no había duda que se trataba de la montaña más alta del mundo. El propio Nicolson llegó a estar a algo menos de 200 metros de la cumbre.
Para los escaladores, antes y después de la misión exitosa de 1953, ha habido dos rutas para ascender. Una es por el sureste de Nepal; la otra, más complicada, es desde el norte en territorio del Tíbet. Si bien la ruta nepalí es, en principio, más accesible, hay grandes rivales, como el viento y el peligro de avalancha, a lo que se suma tener que pasar por el glaciar de Khumbu, que tiene forma de cascada. Ubicado a unos 5 mil metros, es el glaciar más elevado del mundo.
Los primeros en querer llegar a la cumbre fueron los ingleses. Como Nepal no permitía el acceso a los extranjeros, las expediciones pioneras se aventuraron por la ruta más difícil, desde el lado tibetano. En 1921 y 1922 se realizaron los dos primeros intentos. El primer grupo regresó después de haber alcanzado los 7 mil metros. El segundo superó los 8300 metros y siete hombres perecieron en una avalancha.
El 8 de junio de 1924 se produjo el mayor misterio. Ese día, George Mallory y Andrew Irvine salieron de su campamento con la intención de escalar los últimos metros. Nunca regresaron. El cuerpo de Mallory fue encontrado en 1999, a unos 8100 metros de altura. ¿Estaba subiendo cuando perdió la vida, o había llegado a la cima y descendía al momento de morir?
Hillary y Norgay
Edmund Hillary había nacido en Auckland, Nueva Zelanda, en 1919. Interesado desde joven en el alpinismo, combatió en la Fuerza Aérea de su país durante la guerra. Fue herido en combate en el Pacífico sobre el final de la contienda.
En 1948 escaló el Monte Cook, el pico más alto de Nueva Zelanda, con 3724 metros, y se interesó por el Everest. En 1951 integró una expedición de reconocimiento, que preparó el histórico ascenso de 1953. En el medio, fracasó en su intento de coronar el Cho Oyu, también en el Himalaya, que con sus 8201 metros es la sexta montaña más alta de la Tierra.
Para una expedición occidental, la aventura de coronar el Everest a comienzos de los 50 no presentaba solamente dificultades técnicas y climáticas, sino también políticas. En 1950, la flamante República Popular de China invadió el Tíbet y quedó vedado el acceso por el norte. A esto se sumó que, desde el lado nepalí, las autoridades permitían una sola expedición por año.
La misión autorizada en 1952 era de origen suizo. El mal tiempo impidió que lograran cumplir su cometido: a 240 metros de la cima debieron emprender el regreso. Los suizos llevaron un guía de la etnia sherpa, que había integrado tres equipos de alpinistas desde mediados de los 30 en busca de coronar la cima. Cuando regresaron, el sherpa fue contactado para integrar, al año siguiente, la misión de John Hunt, a la que se sumaría Hillary. El guía se llamaba Tenzing Norgay.
La expedición
Unas cuatrocientas personas formaron parte de la expedición que llegaría al pico del Everest. A Hillary le tocó la misión de abrir camino a través del glaciar de Khumbu. El campamento base se instaló en marzo de 1953. El avance continuó hasta los 7900 metros con buenas perspectivas.
El 26 de mayo de 1953, Charles Evans y Tom Bourdillon hicieron el asalto final, pero el tanque de oxígeno de Evans comenzó a fallar a apenas 91 metros de la cima y tuvieron que volver. A esto se sumó que el viento y la nieve impedían avanzar. Un grupo retomó el ascenso el 28 de mayo, cuando el clima no era tan hostil. Se hallaban a unos 300 metros de la cumbre.
Al amanecer del 29 de mayo, Norgay comenzó a subir con 14 kilos de equipaje. Hillary quedó rezagado, porque sus botas se habían congelado y pasó dos horas tratando de sacar el hielo. A media mañana, los dos exploradores sortearon el último obstáculo, una roca de 12 metros que más tarde pasaría a llamarse Paso Hillary.
Eran las 11:30 del 29 de mayo cuando el ser humano llegó a la cumbre del mundo. Norgay y Hillary sacaron fotos hacia abajo, para demostrar que habían alcanzado la cima. Hillary dejó una cruz y Norgay ofrendó chocolate a sus dioses. Ese día, el sherpa cumplía 39 años.
La noticia de la conquista del Everest fue un sacudón a nivel mundial. En el Reino Unido, se conoció en medio de los fastos por la coronación de Isabel II. Los escaladores fueron recibidos como héroes apenas volvieron a Katmandú, la capital de Nepal. A Hillary lo nombraron caballero junto a John Hunt, líder de la misión, un honor al que Norgay no pudo acceder por su condición de extranjero.
Después de la cumbre
Con los años ha persistido la incógnita de cuál de los dos llegó primero, dejando de lado el misterio de la misión de 1924. Hunt siempre dijo que actuaron como equipo y que por eso era válido el mérito compartido por igual. Así lo entendieron Norgay y Hillary, que a fines de los 70 se asociaron en una empresa de asesoramiento a escaladores que quisieran subir el Everest.
Hillary sufrió la muerte de su esposa y su hija cuando el avión que las transportaba se estrelló en Katmandú en 1975. Nepal había quedado ligado para siempre a la vida del neozelandés, que armó una fundación para asistir al pueblo sherpa. En el medio, tuvo tiempo de escalar otros picos del Himalaya y llegar al Polo Sur.
El Everest fue testigo de ascensos exitosos desde 1953, y también de tragedias. Una expedición japonesa sufrió ocho muertes en 1970. Cinco años más tarde, la nipona Junko Tabei se convirtió en la primera mujer en llegar a la cumbre. El italiano Reinhold Messner logró la hazaña de coronar la cima sin ayuda de oxígeno. En 1996 hubo 15 muertes, en uno de los años más mortíferos. Justo antes, en 1995, Tomás Heinrich fue el primer argentino en subir los 8848 metros.
Un derrame cerebral fulminó a Norgay el 9 de mayo de 1986. Solamente después de su muerte fue cuando Hillary admitió haber sido él quien arribó primero a la cima. Tenía 88 años cuando muró, el 11 de enero de 2008.