Después del clásico que Central ganó en el Coloso del Parque ante Newell's, los hinchas que entienden que la rivalidad entre clubes se puede disputar con violencia protagonizaron una serie de hechos vandálicos que se repartieron por toda la ciudad. Los leprosos dejaron leyendas en las paredes del Gigante de Arroyito, los canayas respondieron atacando el busto de Isaac Newell's en el parque Independencia, y en zona sur recrudeció la puja por pintadas en los paredones. Los canayas ganaron espacios que los leprosos bandalizaron con fuego.

La victoria de Central en el último clásico reavivó a las facciones violentas de ambos clubes y en los días posteriores los enfrentamientos se extendieron en toda la ciudad, mientras por la redes sociales la amenazas se mutiplicaron. Pero allí, en el espacio virtual, es donde ahora se suben las "pruebas" de los ataques realizados, en una disputa que tiene como botín ser "dueño de la ciudad".

A las pocas horas del triunfo de Central en clásico, el pasado domingo 14 de mayo, los hinchas de Newell's vandalizaron la fachada del Gigante de Arroyito con diferentes leyendas. Una de ellas hechas con aerosol rojo, sobre calle Génova, decía: "Acá salí campeón 74". Otra, en blanco, ya por Cordiviola, expresaba: "1974 tu peor humillación". El daño sobre el frente del estadio auriazul duró pocas horas, suficientes para sacar fotos y videos que luego circularon en redes sociales, agitando la rabia de los auriazules.

La respuesta llegó al parque Independencia con otro acto vandálico. Los canayas dañaron el busto de Isaac Newell, frente al Coloso del Parque, y se llevaron la cabeza. Luego, en Facebook, los hinchas de Central subieron fotos de la figura destrozada y con la cabeza del mismo apoyada sobre el césped del Gigante del Arroyito. Si bien el rostro de Newell en el Gigante era un fotomontaje, el daño sobre el busto del fundador del club fue total: "Con Central no se jode", advertía como título de ambas fotos, en respuesta de los auriazules.

En zona sur se libran las disputas intensas para desparramar los colores del club en el mobiliario de la vía pública y cualquier pared disponible. En algunos sectores hay "convivencia" y se respetan las obras más elaboradas. Pero el sector de la barra de Central que responde a "Pitito" se impuso en las calles con grandes pintadas, una de ellas en el paredón de Av. Uriburu en la caída hacia el río. Extensos paredones en azul y amarillo amanecieron el fin de semana con manchas de hollín que taparon las leyendas. Hinchas rojinegros prendieron fuego a cubiertas de auto para deterionar el trabajo que los canayas realizaron en la zona.

Las pintadas masivas en cuadras se llevan a cabo en salidas coordinadas, en horario de madrugada, con hinchas armados y en zonas donde la policía está ausente.