El delantero se probó en Boca hace 15 años. Estuvo tres años en el club y le dijeron que no tenía físico para jugar al fútbol. Luego, pasó por Estudiantes, Arsenal y se consagró con el seleccionado argentino Sub 23 en el 2020. Hace dos años se fue al Parma (Italia) a pesar de que fue sondeado por el Xeneize y ahora es pretendido por Marcelo Gallardo para llegar a River.
A sus 25 años, Juan Francisco Brunetta vuelve a estar en el radar de River Plate. El delantero acaba de finalizar su préstamo en el Parma italiano, club que no hizo uso de la opción de compra equivalente a seis millones de euros. Por ende, deberá regresar el 30 de junio a Godoy Cruz que es el dueño de su pase y con un contrato vigente hasta junio de 2023.
En octubre de 2020, el cordobés se marchó a Italia, a pesar de que era uno de los futbolistas más codiciados de Argentina, ya que fue pretendido por Boca, y además, seducido por dos equipos del exterior con propuestas millonarias como el Genk de Bélgica y el Galatasaray de Turquía.
El 2020 para Brunetta arrancó de la mejor manera. Se destacó como delantero titular en Godoy Cruz, siendo el socio del fallecido “Morro” Santiago García y se consagró campeón con el seleccionado argentino Sub 23 que disputó el Preolímpico en Colombia, lo que le permitió clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2021. No obstante, durante ese mercado de pases veraniego fue pedido por Marcelo Gallardo y seis meses más tarde el Consejo de Fútbol de Boca le hizo una propuesta al Tomba que fue rechazada por ser insuficiente.
En su corta carrera, el futbolista jamás pensó que le iban a pasar tantas cosas juntas. Juanfra (su único apodo) nació el 12 de mayo de 1997 en Laboulaye, su pueblo natal de apenas 20 mil habitantes ubicado en el Sudeste de Córdoba. Viene de una familia muy humilde. Nunca le faltó comida, pero tampoco le sobró nada. Siempre la pelearon de abajo. Su papá, Ariel (ex futbolista), sigue viviendo en su lugar de origen y es dueño de un predio de canchas de fútbol sintético.
En tanto, su mamá, de apodo Osa, estuvo a su lado durante su estadía en Mendoza desde el momento en el que se quedó sin trabajo. Tiene un hermano menor Pedro, que reside junto al hombre mayor de la familia y también sigue por el camino de ser futbolista.
Desde muy chiquito, Brunetta comenzó a inmiscuirse en el fútbol en su lugar de nacimiento. Su primer club fue Sportivo Norte durante cuatro años. Luego, viajó a Buenos Aires a los nueve para sumarse a las infantiles de Boca. Estuvo hasta los 12 pero no dormía en la pensión porque era chico. Llegaba los jueves y volvía los lunes. Siempre acompañado de sus padres desde la primera vez que pisó la Candela. Los viernes tenía que faltar a clases porque, de otra manera, no podía ir a entrenar.
Como sucede con muchos consagrados en la Argentina, sus primeros pasos se lo debe a Ramón Maddoni que descubrió, entre otros, a Carlos Tevez, Juan Román Riquelme, Nicolás Gaitán y Fernando Gago. El caso de Brunetta es similar al de ellos. El captador de talentos fue el encargado de acercarlo a la Candela para que tenga su primera prueba.
“Era muy petiso. Creció un poco y ahora está más armado físicamente. Tiene una pegada espectacular, buen manejo de pelota y una técnica tremenda. Cada vez juega mejor”, contó el experimentado captador de talentos que en su momento lo tuvo a cargo en las Pre-Infantil Xeneize.
Asimismo, Maddoni lo observó durante una prueba en Córdoba. Le gustó como jugaba e inmediatamente habló con su papá para llevarlo a Boca. Charlaron por teléfono y el padre le dio el ok. A los pocos días, el joven viajó a Buenos Aires en bus junto con dos chicos más. Fueron probados, aprobados y, por ende, fichados por el Xeneize. Estuvo tres años, pero después le informaron que quedaba libre.
“Cuando pasamos a novena me dejan libre y recalé en Estudiantes de La Plata”, remarcó. Y agregó: “Era chiquito de estatura y no tenía físico para jugar. No pude seguir avanzando y me dejaron ir en el 2009. No me querían en Boca”, remarcó Juanfra.
En tanto, Maddoni se refirió a lo primero que observó del talentoso jugador: “Fue su técnica y pegada, cualidades que tuvo siempre “, remarcó al mismo tiempo que aclaró que a partir de la novena división pasó a manos de la Coordinación del fútbol Infantil. El coordinador general era "Coqui" Raffo, quién decidió finalmente deja ir a Brunetta y no tenerlo en cuenta.
A su vez, el cordobés describió sus sensaciones que no fueron buenas cuando se enteró que no iba a seguir en el Xeneize: “Sentí mucha bronca y tristeza. Me aclararon que no tenía físico para jugar al fútbol. Por suerte pude crecer un poco ja…y acá estoy”, recalcó el ex tombino.
No obstante, su corto paso por la Candela le dejó una alegría inmensa por haberse cruzado con su ídolo Juan Román Riquelme, quién puso los ojos en él hace un par de temporadas para sumarlo al plantel Azul y Oro: “Fuimos a ver un entrenamiento y justo lo encontramos ahí. Le pedí una foto y accedió sin problemas. La tengo bien guardada en mi álbum familiar. A Riquelme lo admiro desde chico porque jugó en mi posición natural y hacía cosas que no le vi a nadie más”, describió de esta manera el encuentro con su máximo referente.
Por otra parte, al no ser tenido en cuenta en el club de la Ribera, hizo escala en las divisiones inferiores de Estudiantes de La Plata. Al poco tiempo, empezó a extrañar a su familia y esto provocó que decidiera volverse a Córdoba en lugar de quedarse en la Ciudad de la Diagonales. “Quería estar cerca de ellos”, recordó Brunetta.
Es más, un día en la pensión del Pincha llamó llorando a sus padres porque quería volver a su ciudad y ellos, con el dinero justo, viajaron a Buenos Aires para visitarlo y se quedaron acompañándolo. En ese momento, el juvenil no era consciente de si su familia tenía dinero o no para solventar el viaje. Hoy, con un par de años encima, reconoce: “Ahora que soy más grande me doy cuenta de cómo son las cosas. Ese esfuerzo que hicieron mis padres cuando era chico trato de devolvérselos. Me considero un luchador. Tengo que seguir por este camino, con humildad y con los pies sobre la tierra”, sentenció.
Nuevamente instalado en su localidad natal, Carlos Bottegal, el coordinador general del fútbol infantil de Estudiantes, quién lo había llevado al Pincha, lo llamaba todos los días para tratar de convencerlo de que regresara a la Ciudad de las Diagonales. No hubo caso. Juan ya había tomado la decisión de fichar para Central Córdoba de Laboulaye donde jugó solamente seis meses.
Ante tanta insistencia, Bottegal lo convenció y logró qué a los 14 regrese a Buenos Aires para probarse, esta vez, en Arsenal de Sarandí, donde quedó fichado en el club con el que debutó en Primera en 2016 de la mano de Sergio “Huevo” Rondina. De esta manera, jugó una temporada y el 21 de agosto de 2017 su pase fue adquirido por un grupo inversor español que decidió cederlo a préstamo a Belgrano cordobés para que siga fogueándose en Primera.
Para refrescar la memoria, Brunetta es un volante natural ofensivo, zurdo y veloz, pero en su paso por Godoy Cruz se destacó como delantero por su buen panorama y por la eficacia de su pegada, ya sea en movimiento o con pelota parada.
Además, posee la virtud de cambiar el ritmo y/o hacer una pausa. Por este motivo, el director técnico de la Sub 23, Fernando Batista, lo tuvo en cuenta para el Preolímpico de Colombia de febrero de 2020, torneo que terminó ganando la Argentina. “Es algo único y hermoso haber jugado para la selección”, destacó.
Hoy, vuelve a sonar en River para ser refuerzo en este mercado de pases, pedido exclusivamente por Gallardo: “En su momento (2020) se contactaron con mi representante para saber de mi situación. También, llamaron del Millonario a Godoy Cruz para sondearme. Que me haya querido el “Muñeco” hace dos años fue una satisfacción enorme”, subrayó, quién fue el goleador del Tomba con 19 tantos durante la temporada 2019/20 de la Superliga.
Mas allá de que no pudo jugar en el club de Núñez, Brunetta dejó en claro que admira a un jugador colombiano: “Juan Fernando Quintero es el que más me sorprendió en una cancha. Es distinto a todos. Tiene un manejo de pelota increíble”, se sinceró.
Además de admirar a Gallardo como entrenador, Brunetta dejó en claro cuáles fueron los entrenadores que lo marcaron durante su carrera en la Argentina: “Sergio Rondina y Humberto Grondona durante mi paso por Arsenal; y Lucas Bernardi cuando lo tuve en Godoy Cruz”, deslizó el cordobés.
Hoy, el cordobés no seguirá en el Parma de Italia, ya que se le venció su préstamo y deberá regresar al conjunto mendocino, club en el que se transformó hace dos años en la compra más cara de la institución. Ese mismo año, lo rechazó Boca y fue buscado por River. Además, se coronó campeón en el sub 20 y ya cumplió su sueño de jugar en Europa. ¿Será el momento de ser dirigido por Gallardo?