En el radicalismo sobran los reproches, y se respira en los últimos días la incomodidad que produce en sus dirigentes los posicionamientos de los otros. Eso afloró ayer en una cumbre nacional en Buenos Aires donde se hizo ostensible el malestar por la exclusión de Mario Barletta de las candidaturas legislativas, y retumbó en Santa Fe a través de una áspera amonestación del diputado nacional Ricardo Alfonsín hacia el presidente del partido, el intendente santafesinos José Corral, por haber arriado al sector Universidad fuera del Frente Progresista y aterrizar definitivamente con los dos pies en Cambiemos.

Alfonsín cuestionó a "cierta dirigencia" de llevar a la Unión Cívica Radical junto al PRO por mero interés personal de cargos, soslayando la identidad partidaria. A esos les llamó "descerebrados sin ideas", y luego, ya en concreto sobre José Corral y la cúpula que se alineó al liderazgo de Mauricio Macri, opinó: "Nunca vi una conducción nacional (de la UCR) y cierta dirigencia tan distanciada de lo que son las bases, las ideas", lamentó.

El hijo del ex presidente Raúl Alfonsín habló ayer por la radio Aire de Santa Fe y distinguió el panorama del radicalismo santafesino con el enfoque de la prensa porteña. "Acá hablaron de una fractura por partes iguales, y en realidad la inmensa mayoría del partido permanece en el Frente Cívico y Social (sic)", dijo y enumeró el plantel de radicales que trabajan en el gabinete de Miguel Lifschitz: Julio Genesini, Jorge Alvarez, Luis Contigiani y Maximiliano Pullaro. Y circunscribió el sector representado por Corral y Barletta como "minoría". "Hicieron bien los que permanecen en el Frente porque es muy coherente, a diferencia de lo que ocurre a nivel nacional, que se reúnen fuerzas por razones muy particulares que en circunstancias normales deberían competir entre sí porque piensan diferente. El PRO y la UCR no piensan igual", distinguió el diputado. En esa misma línea habían atacado antes el vicegobernador Carlos Fascendini y el diputado provincial Jorge Henn (del sector NEO).

"Algunos se olvidan de que un partido político es un conjunto de ideas, que no se crea porque un grupo de personas descerebradas deciden crear una institución para competir por cargos. Lo importante son las ideas, los cargos son el medio, y algunos terminan invirtiendo la cosa y hacen de los cargos el fin, y se olvidan de las ideas", despreció.

Alfonsín asumió que el partido "está cosechando lo que sembró, por no poner límites". Y se mostró descontento con lo que considera una actitud sumisa de la UCR ante la hegemonía del macrismo en el gobierno nacional. "Es increíble que la conducción del partido haya avalado decisiones que jamás la UCR hubiera avalado. Me gustaría que el partido se ponga firme con el desastre que están haciendo las mineras, firme con los oligopolios y los sectores cartelizados de la economía, firmes con el empresariado que se aprovechan de su posición dominante en el mercado para aumentar los precios, para eso sí deberían sancionar un decreto de necesidad y urgencia", cuestionó el diputado.

Ayer resonaron esa clase de reproches en la cumbre radical que se desarrolló en el hotel Savoy de Buenos Aires, convocada para expresar el reclamo a sus socios del PRO por mayor espacio de poder dentro de Cambiemos. El detonante fue la orden de Macri de excluir a Barletta del armado de la lista de diputados nacionales. Alfonsín anticipó ese malestar: "En la convención de Gualeguaychú se dijo que si no ganábamos las PASO íbamos a ser fiel a las ideas partidarias y colaborar evitando que se cometan errores pero decidieron que lo mejor era callarse la boca".