El lunes pasado una beba wichí de la comunidad Nueva Esperanza, de Coronel Cornejo, localidad del departamento San Martín, falleció con bajo peso.

Su padre, Sebastián José, dio la información a Salta/12 y pese a las consultas a autoridades del Ministeriio de Salud Pública, en ese momento no hubo respuesta oficial sobre el caso. Y en la comunicación de ayer el Ministerio de Salud Pública de la provincia puso énfasis en la supuesta fuga de la adolescente madre y luego su ausencia cuando su hijita era tratada. Y no dio ningún detalle sobre la forma en que esa cartera encara el servicio de salud pública para los pueblos indígenas de manera de respetar su cosmovisión. 

Cuando informó de la muerte de la niña, el padre relató que en el Hospital de Tartagal, ciudad cabecera del departamento San Martín, le dijeron que su hija padecía de Ttberculosis (TBC). 

Sin embargo, ayer, desde la oficina de prensa de la cartera de Salud se afirmó que a la beba no se le detectó la TBC y que falleció de un "paro cardiorrespiratorio por infección respiratoria y sepsis". 

Del informe oficial enviado también surge que la "supervisora de APS (Atención Primaria de la Salud), del área operativa informó que, el 13 de mayo, la bebe es detectada en una comunidad originaria de Coronel Cornejo (sector 7) en mal estado general".

Es entonces que se resolvió la derivación "el 14 de mayo, desde el centro de salud de Coronel Cornejo al hospital de General Mosconi, pero su madre (de 15 años) la fuga del nosocomio, a la noche". 

Se añadió que los agentes sanitarios buscaron a la familia y finalmente la encontraron. "Luego la redirigen al hospital para que continúe la asistencia y es derivada, a las pocas horas del 15 de mayo, al hospital Juan Domingo Perón".

"La bebe, estuvo internada en la Unidad de Terapia Intensiva del hospital de Tartagal, continuaba en mal estado general y con baja saturación de oxígeno", sostiene el informe. Añadió que durante el periodo de internación en Tartagal, "la madre (adolescente) se ausentó".

En otro punto Salud agregó que "era una niña (la fallecida) que no estuvo bajo el cuidado de su madre, sino al de su tía y abuela". 

Y se afirmó que "no tiene antecedentes de caso de TBC en la familia, ni tuvo un diagnóstico confirmatorio de haber contraído tuberculosis".