Todas y todos podemos recordar los primeros años. Hay quienes recuerdan calesitas de plaza o patinetas bajando a velocidad por parques con desniveles. Hay quienes tienen la posibilidad de traer imágenes de años de gateo y quienes recién pueden hacerlo con aquellas de guardapolvo. Seguro vos, mientras lees estas líneas, podrás recuperar el tacto de algún juguete. También podemos con mayor facilidad describir el patio del secundario, el baile lento con brazos extendidos, las primeras veces que viajamos solos en colectivo. Muchas y muchos, entre esas imágenes, entre esos recuerdos, aromas y experiencias encuentran el imborrable golpe del abuso, el atropello del maltrato, la tiranía del exceso, la vuelta de la calesita detenida ante el irreversible delito.

Se abusa más de lo que se presume. Así lo señala Irene Intebi, experta internacional en prevención del abuso sexual infantil quien de manera categórica sostiene que el 20 por ciento de las chicas y el 10 de los varones será abusado antes de los 18.

El abuso sexual infantil (ASI), refiere tanto al abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes, como también la trata y la explotación sexual comercial, con sus respectivas complejidades. En todos los casos son violaciones de derechos humanos, de los derechos de niñas, niños y adolescentes. Son delitos.

El abuso sexual infantil o abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes incluye los contactos e interacciones entre un niño / niña y una persona adulta, cuando el adulto agresor lo usa para estimularse sexualmente él mismo, al niño o a otra persona. En algunos casos se puede tratar de abuso una relación entre un o una adolescente y un niño o niña más pequeño si hay una significativa disparidad en la edad, desarrollo, tamaño o aprovechamiento de esa asimetría.

Escribirlo eriza la piel, duele en los ojos, nada puede apaciguar la escritura. Imposible imaginar con certeza el dolor, el desconcierto y el miedo de tantas infancias y adolescencias vulneradas.

El Arte muchas veces espeja, devela, concientiza, afecta. Hecha luz sobre aquellos rincones ocultos de nosotros mismos. Nuestra sociedad se esconde de sí misma y construye laberintos en los que determinadas cuestiones, tajantes heridas que supuran bajo el traje y las formas de lo esperable, son silenciadas e invisibilizadas.

Hoy nos encontramos con producciones artísticas que nos invitan a poner palabras al dolor de aquellas y aquellos que han sido ultrajados, pero también en las marcas que nos habitan como sociedad heteropatriarcal, machista y misógina.

La Reparación es un documental de Alejandra Perdomo, allí se inscribe la urgencia de hablar del Abuso sexual en las infancias y adolescencias en los medios de comunicación. Diferentes profesionales reflexionan sobre las problemáticas mientras se entraman con las voces de las víctimas del abuso y familiares.

Vinka Jackson, psicóloga, educadora y sobreviviente señala en el film: se trata de una problemática y conflictiva social, el patriarcado quiere obediencia y silencia voces. El documental es crudo y contundente, la voz es protagonista aún en el lenguaje de las señas y en los silencios que establece la conmoción al recordar.

Eva Giberti coordinadora del programa "Las Víctimas Contra las Violencias" describe que "la pandemia generó nuevos desafíos. Salimos de la pandemia con más y mejores herramientas que las que teníamos antes, sin embargo, el aumento de consultas da cuenta de una problemática consolidada”. Es necesario seguir reforzando la presencia del Estado para estar cerca de las víctimas y para prevenir este tipo de situaciones, como también reflexiona la especialista.

La implementación de la Ley de Educación Sexual Integral es central en las garantías que el Estado debe desplegar. Sus contenidos transversales que impactan en los distintos niveles del sistema educativo son no sólo una herramienta cuyos contenidos se entraman en los proyectos educativos de diferentes espacios y materias de formación, sino la oportunidad para desnaturalizar cuestiones que en algunos casos pasan desapercibidas en el territorio de las familias.

En la mayoría de los casos, los abusos y las experiencias son intrafamiliares. En el 2021, el Ministerio de Justicia y UNICEF presentaron un informe sobre las violencias que padecen niñas, niños y adolescentes. Se registraron 3.219 víctimas. En todos los grupos etarios, el mayor porcentaje de víctimas de violencia sexual pertenece al género femenino, representando casi 4 veces más que el masculino. La diferencia según género se amplía a mayor edad de la víctima. El 74,2% de las víctimas fueron violentadas por alguien de su entorno cercano o ámbito de confianza. El 44% de las violencias en entornos digitales fueron por el delito de Grooming.

En estos momentos, además del necesario documental citado más arriba, las artes escénicas también realizan un aporte significativo a la temática. Stella Matute actúa en un unipersonal escrito y dirigido por Fernando Alegre llamado "Julia, laberinto de memorias". “El espectáculo teatral intenta ponerle color al monstruo que golpea y maltrata a la infancia, no para suavizarlo, ni para justificarlo, ni para comprenderlo. Si no para que sea más sencillo ver e interpelar/se/nos como hacedores, actrices, actores, espectadores y espectadoras”, así lo describen sus hacedores mientras se preguntan: ¿cuántas Julias y Julios sufren el escarnio cotidiano por ser niñas, niños, adolescentes, por ser mujeres, disidencias, por ser diferentes? Oír en el presente que propone la escena, las palabras de Julia, ayuda a recuperar las de tantas y tantos, seguramente las de algunas de las personas sentadas allí en la sensible mirada de la platea. Una experiencia escénica necesaria para además permitirle volverse conversación posterior en el café o en la mesa de la oficina. Porque el tema debe estar sobre la mesa, debe ser hablado y reflexionado.

Debemos trabajar en las instituciones educativas para prevenir y concientizar, implementando los contenidos de la Educación Sexual Integral con conocimiento de sus diseños curriculares, enmarcándolos en proyectos de articulación y con sentido, adecuados a los sujetos del nivel en cada caso. La Ley de Educación Nacional N° 26.206 expresa que las autoridades educativas competentes participarán del desarrollo de sistemas locales de protección integral de derechos, establecidos en la Ley N° 26.061 y obliga a las y los docentes a proteger y garantizar los derechos de la niñez y adolescencia que se encuentren bajo su competencia.

Es importante poder escuchar cuando aparece la palabra de la víctima del abuso. Escuchar sin revictimizar, sin re transmitir el relato, estableciendo la denuncia y activando los protocolos correspondientes. También se vuelve necesario el reconocimiento e identificación de las situaciones de vulnerabilidad frente al riesgo de abuso sexual. Vulnerabilidades que se observan en un conjunto de indicadores: físicos, conductuales, sociales, tanto en niñas, niños o adolescentes como en personas adultas de su grupo familiar. Si bien es compleja la identificación y no siempre se cuenta con las herramientas o el conocimiento para hacerlo, lo cierto es que una detección temprana de abusos sexuales, además de prevenir o detener un abuso, evitaría embarazos forzados y maternidades forzadas.

Cualquier persona que tome conocimiento de delitos contra la integridad sexual hacia niñas, niños y adolescentes tiene la responsabilidad de denunciar el hecho. También rige la obligación de denunciar por parte de quienes integran los equipos de salud, funcionarias, funcionarios y personas integrantes de organismos públicos, docentes y profesionales del ámbito privado, ya que el estado de indefensión de víctimas de abusos sexuales así lo requiere.

En el acto preventivo y de empoderamiento alrededor de la construcción de conocimiento que establece la ESI, en el acto reparador y urgente de la justicia, en el acto transformador de la cultura a través de acciones cotidianas contrahegemónicas y en el necesario acto de decir, allí, en la multiplicidad de acciones será posible la construcción de un presente de garantías y derechos para las infancias y las adolescencias.

En su “Mariposa de Seda” Lorena Astudillo canta: “Nadie supo sentir lo que te duele, ni detuvo la mano que te hiere, desde el fondo del tiempo y la memoria, agitaré tu nombre en esta historia”.

Emiliano Samar es docente, actor, director de teatro y escritor.

"La reparación", de Alejandra Perdomo, puede verse en junio. Estreno en Centro Cultural San Martín el 2 de junio y el 9 de junio en Cine Gaumont.

"Julia, laberinto de memorias" puede verse en el Teatro Payró. 

“Mariposa de seda”, de Lorena Astudillo, puede escucharse por Spotify.