Gran parte de las críticas que se dirigen al Frente son pertinentes y justas. El carácter excepcional de la guerra les otorga un mayor fundamento .
Retenciones, cupos, inflación, control de precios, etc. son temas pendientes para un gobierno que quiera considerarse como un movimiento nacional y popular.
Pero entonces, si esto es así ¿qué se debe hacer con el Frente de Todos?
¿En qué condiciones se apoya aquello con lo que uno no se identifica ?
¿Y cómo hacerle entender al gobierno que el "humor social" no se corresponde con las noticias macroeconómicas que presenta?
Nunca le quitaría su gravedad a estos dilemas, no obstante, creo que a pesar de todo se puede considerar la siguiente posición: durante el tiempo del proyecto del Frente de Todos, el mismo ha funcionado como una superficie de inscripción de distintas prácticas militantes que han construido verdaderas experiencias de lucha. Incluso muchos funcionarios, intendentes, diputados, gobernadores del Frente de Todos han tenido la oportunidad de llevar adelante proyectos beneficiosos para el pueblo, en las condiciones difíciles de la deuda macrista con el Fondo, de la pandemia y ahora de la maldita guerra. Allí reside viva la gran fuerza del legado kirchnerista.
No entiendo a los que hablan del Frente y el Presidente, al que ya le han hecho de todas las maneras posibles las críticas correspondiente (también las hice) insistir repetidamente con las mismas sin proponer qué se pretende.
¿Qué desean los que no quieren ser posibilistas, ni aceptan la "manida lógica de la correlación de fuerzas" ni les importa la unidad si no se obtienen las medidas justas?
¿Piensan que no importa perder el 23 porque al poco tiempo volveremos con nuestro auténtico proyecto?
Ya se dijo todo lo que se le tenía que decir a este gobierno con respecto a sus vacilaciones o su falta de definición y carácter confrontativo.
Pero ya es hora de que se hable acerca de qué se pretende. ¿Se puede, como le escuché a un tertuliano de nuestro espacio, destruir al gobierno en todas sus líneas y después afirmar que lo que se quiere es que el Frente gane en el 23? No parece creíble.
Sería más honesto que los críticos agudos digan cómo se representan el modo en que la película continúa. ¿Desean que el Presidente se vaya adelantando las elecciones?
No obstante, se podría adoptar una doble perspectiva: sostener las críticas, no retroceder en las mismas pero, a la vez, apoyar al Frente de Todos. Y no por posibilismo ni por correlación de fuerzas ni por la historia del mal menor. Apoyar al Frente a pesar de todo es, en todo caso, por un imperativo ético democrático. Ahora que se vuelve a asomar en las puertas de la historia argentina un enemigo que destruirá todo por muchos años.