El hombre a cargo de la unidad ejecutora del gasoducto Néstor Kirchner en Enarsa, Antonio Pronsato, renunció este lunes en disconformidad con la demora que viene arrastrando la obra. El presidente Alberto Fernández anunció el inicio de la construcción el pasado 21 de abril en Vaca Muerta, pero todavía ni siquiera se llegaron a publicar los pliegos de la licitación. Desde Enarsa, por su parte, distribuyeron un comunicado donde no hacen referencia alguna a la renuncia de Pronsato, pero afirman que “los trámites de licitación, adjudicación y ejecución del gasoducto Néstor Kirchner está avanzando dentro de los plazos previstos”.
La construcción del gasoducto es clave para poder incrementar los envíos a los grandes centros urbanos, pues la capacidad de transporte se encuentra saturada. El gobierno de Mauricio Macri fue el primero en impulsar este proyecto, pero dependía del financiamiento privado y fue imposible avanzar con la licitación en medio del descalabro macroeconómico que dejó.
Luego de varias prórrogas, el gobierno de Alberto Fernández derogó la licitación de Macri el 30 de diciembre de 2020, a través de la resolución 448/20. En esa misma resolución, el secretario de Energía, Darío Martínez, instruyó a la subsecretaría de Hidrocarburos “a llevar a cabo una evaluación técnica y legal, a fin de considerar las mejores alternativas de construcción de un nuevo gasoducto y/o la ampliación de las capacidades de transporte”, pero durante más de un año no hubo novedades.
Durante el acto realizado en Vaca Muerta el 21 de abril Martínez ensayó una explicación para justificar por qué el gobierno actual no avanzó antes. “¿Qué hubiera pasado si tan solo, hace 17 meses, con la producción cayendo al 8 por ciento anual, hubiéramos planteado la construcción de este Gasoducto? Los mismos que hoy nos critican, hubiesen dicho que era una locura construir esta obra sin tener gas”, aseguró.
La intención oficial era que el lanzamiento de la nueva licitación coincidiera con el viaje de Alberto Fernández a Vaca Muerta el 21 de abril, pero al final ese día no hubo novedades sobre el tema, más allá de la promesa de que se comenzaría con la construcción en breve. El secretario de Energía, Darío Martínez, aseguró allí que los pliegos se publicarían en “las primeras semanas de mayo”, pero eso no ocurrió.
Lo que sí se hizo fue licitar la compra de los caños para el gasoducto, compra que le fue adjudicada a SIAT-Tenaris, subsidiaria del grupo Techint, a fines de abril. Sin embargo, el contrato todavía no se firmó. Inicialmente trascendió que la propia Techint había pedido demorar la firma porque el Banco Central no le garantizaba el acceso a dólares oficiales para las compras que tiene que hacer en Brasil. Sin embargo, el directorio del Banco Central otorgó el jueves 19 de mayo una excepción para que Techint pueda acceder a esos dólares ya que la obra está a cargo de Enarsa. Pese a ello, el contrato continúa sin firmarse.
Estas demoras fueron las que llevaron a Pronsato a presentar la renuncia, ya que considera que si los tiempos no se aceleran será imposible tener listo el gasoducto para el invierno del año próximo, como prometió el gobierno. En lo formal, Pronsato se desempeñaba como asesor de la gerencia general de Enarsa y le reportaba directamente al gerente general Agustín Gerez, pero en los hechos estaba a cargo de la unidad ejecutora del gasoducto comandando un equipo de cinco personas, aunque esa designación no llegó a oficializarse. Pronsato tiene amplia experiencia en el sector ya que fue interventor del Enargas desde mediados de 2005 a fines de 2015.
El propio Alberto Fernández aseguró en el acto
realizado en Vaca Muerta que “la licitación está en marcha y yo quiero que
se empiecen las obras en julio de este año”. Sin embargo, los especialistas
coinciden en que es prácticamente imposible comenzar la obra en julio. El plazo
entre el llamado a licitación y la apertura de ofertas suele demorar al menos 40
días y los dictámenes sobre las propuestas técnicas y económicas demandarán
otros 30 días. Por lo tanto, si el llamado a licitación fuera este martes 31 de
mayo, la adjudicación podría efectivizarse recién a mediados de agosto y la
construcción no empieza al otro día porque hay que montar los campamentos de
obra, lo que puede demorar unos 30 días más. Eso significa que si a partir de
ahora todo se hiciera en tiempo record la obra recién podría comenzar a
mediados de septiembre.