A medida que levanta el perfil mediático, Javier Milei exhibe -cada vez más- las inconsistencias de su modelo de país. El diputado ultraderechista, elogiado varias veces por Mauricio Macri, se destacó por su discurso contra la "casta" política y poco tiempo después se conocieron los usos de los viáticos del Congreso de sus dirigentes cercanos, atacó la lucha de las mujeres y hasta cuestionó el Estado de Derecho por no poder portar armas. Este domingo subió un escalón más: en un debate con Juan Grabois llegó hasta el extremo de defender el presunto derecho a morirse de hambre en pos de un mercado que todo lo regula.
El dirigente social le relató a Milei la cara más violenta del capitalismo, al plantear que no hay libertad cuando una persona tiene el poder de imponerse sobre otra. "Bajo una fachada de libertad, a veces hay una situación opresiva. Por ejemplo, hacerte trabajar 14 horas por día", explicó Grabois. La respuesta del diputado fue evasiva, al considerar que "nadie le pone una pistola en la cabeza" para dedicar esa cantidad de horas a vender su fuerza de trabajo.
Lejos de impacientarse, Grabois volvió a explicar su ejemplo, esta vez, con más detalles: "Hay otra forma de coerción que no son la pistola en la cabeza. El consentimiento no solamente se rompe frente a una situación de vida o muerte. Hay muchas cosas que llevan al ser humano a hacer cosas contra su libre voluntad. Si tenés que elegir entre no comer y ser explotado durante 18 horas, o 14 horas o diez horas, yo elegiría ser explotado. Pero esa no es mi voluntad", argumentó Grabois en la entrevista con el ciclo Periodismo Puro de Net TV.
Ante esa exposición, Milei defendió la alternativa de "morir" si uno no quiere ser explotado. "Podés elegir morirte de hambre y morirte", dijo, ante la situación planteada por Grabois.
La respuesta causó estupor, incluso, en el entrevistador (Jorge Fontevecchia) que moderaba el debate. "¿Vos sinceramente defendés el derecho a morirse de hambre?", consultó el periodista. "Cada uno puede hacer de su vida lo que se le da la gana. Si tenés la posibilidad de trabajar y alguien lo eligió, prefirió no trabajar y que sus hijos se murieran de hambre", fue su respuesta final.