La ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, remarcó esta noche que por primera vez desde 2015, año en el que entró en funcionamiento el registro de datos estadísticos que lleva a cabo la Corte Suprema, "hubo una baja sustancial en el número de femicidios".
Al respecto, Gómez Alcorta resaltó que "el año pasado hubo 20 femicidios directos menos que en 2020", etapa marcada por la pandemia del coronavirus y la cuarentena, situación que obligó a muchas mujeres víctimas de violencia de género a tener que encerrarse con el agresor debido a las restricciones.
La Oficina de la Mujer (OM) de la Corte Suprema de Justicia dio a conocer este viernes que en 2021 hubo 251 víctimas fatales por violencia de género en todo el país, lo que da un promedio de un femicidio cada 35 horas, De ellas, 231 fueron víctimas directas, mientras que 20 fueron víctimas de femicidio vinculado.
En 2020, las víctimas de femicidios directos habían sido 251, mientras que las víctimas letales de violencia de género habían sumado 287, entre los que se cuentan 36 femicidios vinculados, es decir, aquellas muertes perpetradas por un femicida para castigar o destruir psíquicamente a una mujer sobre la cual ejerce la dominación; víctimas que pueden ser una mujer o un varón, indistintamente.
"Las cifras son duras, no hay subregistros", aseguró la funcionaria. Incluso, dijo, "en muchas situaciones que al principio pueden parecer accidentes -y que en realidad no lo son-, se hizo un análisis muy exhaustivo".
En una entrevista en el canal IP Noticias, Gómez Alcorta sostuvo que los números de los femicidios se mantenían "estables desde hace muchos años". Sin embargo, en este último registro dado a conocer "hubo una baja importante por primera vez desde 2015", año en el que entró en funcionamiento el registro de datos estadísticos de las causas judiciales en las que se investigan muertes violentas de mujeres cis y de mujeres trans-travesti por razones de género.
"Son 20 vidas en relación con el año anterior", remarcó la ministra, cuando en el resto del mundo los números habían subido por el contexto de la pandemia. "Quiere decir que las políticas tomadas tuvieron un impacto en las personas que están en riesgo de violencia de género", aseguró. Y consideró que además hay una mayor toma de conciencia ya que el Estado está haciendo un trabajo profundo en cada rincón del país.
La presencia del Estado
La ministra Gómez Alcorta también remarcó el trabajo que desde el Estado se realiza con el Programa Acompañar, dirigido a mujeres y LGBTI+ en situación de violencia de género de todo el país. El mismo consiste en un apoyo económico equivalente al Salario Mínimo, Vital y Móvil por 6 meses consecutivos a mujeres y LGBTI+ que se encuentran en situación de violencia de género. Y que además se efectúa un acompañamiento integral y acceso a dispositivos de fortalecimiento psicosocial para las personas incluidas en el programa.
Según la funcionaria, "hay 165.000 mujeres dentro del Programa Acompañar, que estaban en situación de riesgo. Es una política que no existe en toda Latinoamérica".
Y remarcó: "Estos hechos tienen una pata cultural importante. Además, cuanto más desigualdad, más vulnerabilidad; cuando el Estado responde mal o cuando no hay una política pública, aumentan los riesgos para las mujeres en situación de violencia".
En tal sentido, recordó que el 25% de los femicidios fueron realizados con armas de fuego. "Este dato se viene sosteniendo en los últimos años, es estable en el registro, 1 cada 4 femicidios y travesticidios son llevados a cabo con armas de fuego", detalló.
Por eso, desde el Ministerio se trabaja específicamente en promover que los agentes de seguridad que tengan una denuncia por violencia de género, se les prohíba que lleven el arma a su domicilio, para no aumentar los riesgos. También, la posibilidad de que en caso de que el violento tenga la tenencia de un arma registrada, se puede hacer una denuncia en la ANMAC para que se la retiren. Además, que en las capacitaciones y cursos para quienes quieran tener un arma de manera legal, se incorporó la perspectiva de género.
"Son altos los números de femicidios de integrantes de las fuerzas armadas y federales. El arma en una casa es un riego siempre. Y aumentan las posibilidades de un femicidio", concluyó la ministra.