El domingo pasado, en sintonía con el 130° aniversario del nacimiento de la escritora, docente y pionera en la lucha por la defensa de los derechos de las mujeres, Alfonsina Storni, se anunciaron los cuatro libros ganadores de la segunda edición del Premio Nacional de Poesía Storni 2022. 

Seleccionado entre más de 1500 trabajos enviados desde todo el país, el jurado integrado por lxs escritorxs Susana Villalba, Mario Ortiz y Elena Annibali concedió el primer premio a Por las ramas, de Gabriela Franco (Buenos Aires, 1970). “Un libro que entiende la poesía como trabajo en y con el lenguaje –destacó el fallo del jurado–. Ritmo y musicalidad al servicio de una voz impersonal que se abre a un universo más abarcativo que un yo confesional e involucra en más sentidos y planos a los lectores. Por las ramas es una reflexión sobre el lenguaje, sobre la poesía, sobre verdad o reflejo”. 

Por segundo año consecutivo, una escritora se lleva el Premio Storni; en la primera edición, la ganadora fue la neuquina Silvia Mellado. Franco –que recibirá 250.000 pesos– es licenciada en Letras por la Universidad de Buenos Aires, editora y docente. Entre otros títulos, publicó las plaquetas de poesía Calle (junto con Daniela Fiorentino; Ediciones del Diego, 1999) y Piedras preciosas (Zorra, 2006), y los libros de poemas Los que van a morir (2007), Modos de ir (2013) y el poemario sobre la desaparición de su hermano, En orden de aparición (2019), los tres en Ediciones en Danza.

Junto con Eduardo Mileo y Javier Cófreces preparó las antologías Última poesía argentina y Primeras poetas argentinas, también para Ediciones en Danza; para ese mismo sello, en 2017, editó la antología Plantas. “En el origen de estos poemas está la observación del diálogo como pensamiento en acción y también como conversación interna, esa enredadera que prolifera dentro de una charla o de una lectura –cuenta Franco sobre el libro premiado, aún inédito–. Fue justamente en el marco de la relectura intensa de la obra de Irene Gruss, mientras preparábamos con Eduardo Mileo la edición de su poesía completa, que surgieron los primeros poemas de este libro, en los que enseguida percibí un tono diferente de lo que yo venía escribiendo”.

La autora señala que son poemas que giran “en torno al deseo y el hallazgo de decir, a la pregunta sobre ese deseo y a la búsqueda de formas que permitan abrir nuevos sentidos para poder volver a decir”. El volumen agrupa cincuenta textos donde una voz filosofa y se va por las ramas sobre aspectos formales y materiales de la experiencia estética hasta conformar una suerte de silogismos poéticos. “—Degustar no tiene / sentido. La sed no / rechaza, dirime, juzga. / Persigue la forma, /cambiante, / de lo que fluye, el río, / al que se entra, / y se sale, con el agua / en los labios. / Una repetición / la sed”, se lee en uno de ellos.

“Disfruté mucho de la escritura porque esa búsqueda de sentidos fue muy gozosa, como un juego en el que me impuse una serie de restricciones para avanzar siempre por un desvío del lenguaje inesperado para mí”, dice la ganadora del premio. “Me presenté a la convocatoria como un ejercicio para obligarme a dar un cierre a este poemario, pero sin especiales expectativas –revela-. Así que el anuncio me produjo una mezcla de incredulidad, alegría intensa y emoción. Tengo claro que se presentaron muchas obras excelentes y que en todo concurso hay buen grado de azar, porque se ponen en juego muchas variables, pero la sola idea de que estos poemas, que prácticamente no fueron mostrados a nadie, les hayan gustado a lxs tres integrantes del jurado, que son escritorxs que respeto y admiro muchísimo, es ya de por sí un premio enorme”.

Por último, Franco resalta la importancia del Premio Storni, lanzado en 2021, en un contexto en el que aún hay pocos estímulos a la poesía. “Celebro este nuevo premio y deseo que se mantenga en el tiempo –concluye–. Por otra parte, siento un especial orgullo al recibir un premio que recupera el nombre de una de nuestras mejores poetas, que además ha ensanchado el camino para quienes vinimos después”. Ser de barro, de Adriana Márquez, obtuvo el segundo premio y Este lugar es un llamado, de Daniela Bastías, el tercero (ambas autoras ganaron cien mil pesos).