El reclamo que se le hacía al seleccionado argentino de fútbol era en relación a la necesidad de enfrentarse con los conjuntos europeos más fuertes, para poder medir la dimensión real del máximo nivel que seguramente le tocará afrontar en las etapas decisivas del Mundial de Qatar.
La proyección de Argentina en la próxima Copa del Mundo, a partir de la actualidad del plantel conducido por Lionel Scaloni, la posiciona como uno de los equipos que podría acceder a cuartos de final. Y teniendo en cuenta lo que sucedió en Rusia hace cuatro años, estar entre los ocho mejores no es para nada sencillo.
Inglaterra, Alemania, España, Francia, Bélgica, Portugal y Países Bajos entran en ese grupo de potencias que aspiran a ubicarse en esa instancia. Y la sorpresa podría llegar del lado de los africanos, o también de los tres de la Concacaf (Estados Unidos, México, Canadá).
En el caso de que Argentina llegue a aquella etapa tendrá la exigencia máxima ante algunos de los mencionados, que en su mayoría son campeones del mundo y también de Europa.
El partido ante Italia significó un compromiso frente a un adversario similar a estos, que sorpresivamente no estará en Qatar. Y la respuesta de Argentina estuvo a la altura de la situación. El nivel que exhibió en Wembley será fundamental para poder llegar a ubicarse entre los cuatro primeros de la Copa del Mundo. Y naturalmente, si pretende estar en el encuentro decisivo del 18 de diciembre en el Lusail Stadium.
Argentina, a diferencia de lo que sucedió con el torneo en Rusia, arribará de la mejor manera al Mundial, después de un ciclo que cumplirá cuatro años bajo el mando del mismo entrenador. Los desarreglos que transitó el equipo por los cambios de técnico y de dirigentes en la Asociación (AFA) provocaron el peor desenlace por lo que ocurrió en toda la estadía en Rusia.
La situación, en esta oportunidad, es totalmente opuesta, y las expectativas van creciendo a medida que se acerca el certamen. A nivel sudamericano, Argentina demostró que puede ser superior a todos los adversarios. En el plano mundial, y principalmente en Europa, es la cuenta pendiente para saldar.
El primer paso, ante los italianos, ganadores de la última Eurocopa, fue dado con firmeza. En pocos meses se descubrirá si los siguientes son similares ante los que vengan atrás.