Cristina Fernández de Kirchner va a encabezar un frente político que no tendrá PASO. Florencio Randazzo será, si acepta, su compañero de boleta, como primer candidato a diputado nacional. En caso de rechazar ese ofrecimiento, el ex funcionario no tendría lugar en este armado. “La unidad es una decisión política y está tomada”, es la definición que emana de la mesa chica del peronismo bonaerense, mientras da los pasos necesarios hacia la conformación de un nuevo marco institucional para la alianza, que podría llamarse Frente Ciudadano para la Victoria.
La estrategia, que se trazó durante las últimas semanas, salió a la luz ayer después de que lo planteara un grupo de intendentes que no está dispuesto a arriesgarse al desgaste que pueden provocar las primarias y fue confirmada por el entorno de la ex presidenta, que ya estudia las herramientas legales que permitan concretarla. Voceros del armado de Randazzo, en tanto, ratificaron su voluntad de competir en primarias y dijeron que cualquier intento de evitarlo constituiría una “proscripción” del candidato.
“La inmensa mayoría del peronismo coincide con que lo mejor para el partido y para la sociedad argentina, que nos reclama un rol claramente opositor, es tener una propuesta unificada detrás de Cristina y no pasarnos cuarenta días discutiendo entre nosotros en lugar de enfrentar al gobierno”, le dijo a PáginaI12 uno de los intendentes que planteó la necesidad de cerrarle la puerta a las primarias. “Los compañeros que plantearon, con buenos argumentos, otra posición, deben reconocer que no consiguieron consenso y sumarse a este armado opositor. Las puertas están abiertas”, completó.
Extraoficialmente, hay una oferta sobre la mesa para el ex ministro de Interior y Transporte, que incluye el primer lugar de la lista de candidatos a diputados nacionales para él y otras posiciones expectantes para sus aliados, tanto en las boletas nacionales como en las de legisladores provinciales y las de concejales en cada municipio. Cerca de Randazzo dijeron que a él “no le interesan los cargos” sino “la construcción de una alternativa de conducción” y por eso no estaría dispuesto a aceptar un trato de este estilo.
“Nosotros queremos que los candidatos los elija la gente, no cinco dirigentes. El problema no son las candidaturas sino representar una forma diferente de construir una alternativa opositora”, le dijo a este diario uno de los dirigentes que forman parte de su entorno. Hoy, los dirigentes más cercanos a Randazzo tendrán una reunión de emergencia en el Palacio Raggio definir los pasos a seguir ante el nuevo escenario. El acto de lanzamiento que estaba planeado para este viernes y donde Randazzo haría, finalmente, su reaparición pública, quedó, por estas horas, en suspenso.
Ayer al cierre de esta edición, los abogados del espacio que se referencia en la ex presidenta seguían estudiando las alternativas legales para evitar que el ex ministro de Interior y Transporte inscriba una lista para dar internas, algo que la ley facilita a cualquier afiliado de un espacio. En un primer momento se miró lo que sucedió en la ciudad de Buenos Aires entre Cambiemos y Martín Lousteau, que fue excluido de la interna. Pero el caso del ex embajador es diferente ya que no cuenta con ningún vínculo con los partidos que forman parte de la alianza oficialista y encabeza su propio espacio.
Por ahora, el mecanismo que se evalúa pasa por atenerse al pasaje de la ley electoral que reserva a los frentes participantes la potestad de darse su propia estrategia electoral. Por eso, aseguran desde el PJ, si el nuevo Frente Ciudadano para la Victoria decidiera en su reglamento interno no aceptar primarias, la ley no podría obligarlo a lo contrario. En ese caso, los apoderados y la junta electoral del partido (donde Randazzo tiene representantes) cederían su poder a una nueva junta con representación de todos los socios de la alianza, que decidiría cerrar la puerta a cualquier contendiente.
“Si hacen eso, significaría la proscripción de un candidato, lo cual es gravísimo para el peronismo”, señalaban ayer cerca del ex ministro. Desde el otro rincón, un intendente sostuvo que “hablar de proscripción de un candidato al que se le ofrece el primer lugar en la lista de diputados es absurdo”. Más allá de las consideraciones semánticas, si ninguno de los dos sectores da el brazo a torcer, la candidatura podría terminar judicializada, en un escenario que sería “más conflictivo que la más conflictiva de las internas”, en palabras de un jefe comunal. “No creemos que el compañero Randazzo quiera llevar al peronismo a esa arena”, dijo.
Para complicar aún más el panorama, el juez con competencia electoral en la provincia de Buenos Aires es Juan Manuel Culotta, un egresado del colegio Cardenal Newman (el mismo que el presidente Mauricio Macri), apadrinado por el secretario de Legal y Técnica, Pablo Clusellas, y muy cercano al PRO. Culotta, además, había sido impugnado por Abuelas de Plaza de Mayo, quienes sostienen que “obstaculizó” una causa por delitos de lesa humanidad contra el ex secretario del Ejército, Eduardo Alfonso, por su participación en un operativo que en la última dictadura terminó con un asesinato y el secuestro de una mujer embarazada cuya hija fue apropiada.