El perro “Coco”, que cumple una cuarentena en el Aeropuerto Internacional Ezeiza por no contar con la vacuna contra la rabia al día, termina su período de aislamiento y viajará este jueves a la provincia de Córdoba con sus dueños, donde deberá permanecer 10 días más en la vivienda sin poder salir ni tener contacto con otros canes.
“Estamos todos muy contentos porque Coco va a poder regresar este jueves a casa”, comentó a GO Noticias Camila Guerra, médica y dueña de la mascota. “Como son 20 días en total y en Ezeiza estuvo 10, ahora restan 10 días más, pero lo bueno es que va a poder estar con nosotros, aunque no podrá salir y tampoco va a poder tener contacto con otros perros”, destacó la joven oriunda de Córdoba.
Al brindar detalles sobre el traslado del can, Camila precisó que será alrededor de las 10.30 de la mañana. “Del canil del departamento del Senasa del sector de Migraciones de Ezeiza donde está cumpliendo la cuarentena lo vamos a llevar en un auto particular hacia donde vivimos”, indicó.
La historia de “Coco” conmovió tanto a la opinión pública que hasta crearon la cuenta de Instagram “@liberen_a_coco”, en la cual difundieron fotos y videos durante la semana para informar sobre la situación del perro, quien permanece encerrado en una jaula donde cumple el aislamiento.
Arribo a Ezeiza y cuarentena
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) decidió el pasado jueves 26 de mayo que el perro “Coco” haga la cuarentena y sea vacunado contra la rabia en un espacio cedido por la Aduana, en la zona primaria del aeropuerto internacional de Ezeiza.
De esta manera, el can que arribó con su dueño al país proveniente de Hungría sin su Certificado Veterinario Internacional (CVI) y con la dosis antirrábica vencida, quedó en custodia "hasta que se defina su regreso al país de origen".
"El animal no puede ingresar al país porque se pone en riesgo a la población que tome contacto con el mismo, que en estas circunstancias es un potencial factor de riesgo ya que al tener la vacuna antirrábica vencida, podría incluso ser un portador de esta enfermedad que afecta a los humanos", destacó el Senasa en un comunicado.
En este sentido, argumentaron que en este caso, "no se cumplieron los requisitos sanitarios, exigidos por el Senasa y disponibles en la página web oficial del Organismo", para la importación de perros y gatos, que se requieren para todos los ingresos desde cualquier país de origen.
"El país de origen es el responsable de autorizar el embarque de los animales con la documentación sanitaria exigida por el país de destino", reiteraron. "En este caso puntual, ni la condición de salud ni la vacunación antirrábica, que además está vencida, fueron avaladas por el servicio veterinario del país de origen (Hungría) con lo cual, la situación sanitaria de este animal es desconocida y por lo tanto correspondería su reexportación", concluyeron.