En una sesión que se extendió durante casi siete horas, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, brindó por primera vez un informe de gestión en el Senado de la Nación. Con una Cristina Fernández de Kirchner presente en el primer tramo de la sesión, Manzur defendió el rumbo económico del gobierno nacional, se refirió a la brecha en los subsidios de transporte entre la Ciudad y el interior del país --anticipando un aumento del 40 por ciento en los boletos de la Ciudad-- e identificó a la inflación como "el principal problema atender". Luego de haber respondido por escrito las 915 preguntas que le habían enviado, Manzur tuvo también su debut informativo enfrentando los cuestionamientos y chicanas que fueron surgiendo de les senadores de Juntos por el Cambio en el recinto.
"Estamos saliendo de una pandemia, algo que no ocurría hace más de 100 años en la historia mundial, y en el proceso nos encontramos con una guerra en Europa", comenzó desarrollando Juan Manzur en su primera intervención como jefe de Gabinete informante en la Cámara Alta. Durante su exposición, que se extendió hasta casi las 9 de la noche, el gobernador tucumano en uso de licencia destacó el proceso de recuperación económica del país luego de la pandemia. "En el 2021 la economía argentina creció un 10,3 por ciento", repitió en varias ocasiones y aprovechó para defender las medidas implementadas por el gobierno nacional. "En el marco de recuperación hay un dato que impacta fuerte que fue el descenso del desempleo que llegó al 7 por ciento", destacó mientras más arriba, sentada en el escritorio de la presidencia del Senado, Cristina Fernández de Kirchner lo escuchaba.
La presencia de la vicepresidenta en el recinto fue breve, pero no estuvo exenta de guiños. Ya al comienzo de su informe, cuando se refería a las políticas adoptadas por la pandemia, Manzur aprovechó para señalar el "honor" que había sido ser ministro de Salud durante el gobierno de CFK. Media hora antes, incluso, el tucumano mantuvo una reunión con ella en su despacho del Senado que, según indicaron cerca de la vicepresidenta, se desarrolló en muy buenos términos. Un gesto en el marco de la interna que atraviesa al Frente de Todos. A los pocos minutos de que hubiese empezado su defensa del rumbo económico del gobierno, sin embargo, CFK se retiró del recinto y pasó el resto del día en su despacho.
La escalada de precios de los últimos meses tuvo un capítulo especial en la exposición de Manzur. "La inflación, no hay duda y nos tenemos que hacer cargo, es el principal problema a atender. Es un fenómeno de larga data y que responde a muchas causas", advirtió, inscribiendo las causas en la suba de los precios internacionales debido a la guerra en Ucrania. "Tenemos que afianzar la recuperación de los salarios de los trabajadores, con paritarias que superen a la inflación", sostuvo, casi a modo de respuesta de muchas de las críticas internas que el gobierno nacional recibe de parte del kirchnerismo, pero defendiendo tajantemente el plan económico diseñado por el ministro de Economía, Martín Guzmán: "Los pilares de esta estrategia gradual no se van a resolver de un día para el otro. El proceso gradual de reducción de la inflación tiene que ver con una paulatina reducción del déficit fiscal junto a una reducción gradual del financiamiento del Banco Central al Tesoro".
Manzur defendió también el acuerdo con el FMI. "Teníamos que evitar el fantasma del default", dijo y se mostró de acuerdo en avanzar con una distribución más "federal" de los subsidios de transporte, en línea con lo que están reclamando los gobernadores peronistas (y no peronistas también). "Las asimetrías existen pero no las vamos a resolver de un día para el otro. Pero cada uno tiene que hacerse cargo de lo suyo. ¿Por qué todos los argentinos le tenemos que pagar el subsidio a los que viven en la Ciudad de Buenos Aires?", sostuvo, y adelantó que que estaba "en trámite" un aumento del 40 por ciento para el boleto en CABA.
Al momento de las primeras preguntas, les senadores de Juntos por el Cambio aprovecharon para chicanear al jefe de Gabinete por haber tardado ocho meses en presentarse a dar su informe de gestión en el Congreso (la última vez que un jefe de Gabinete de Alberto Fernández pisó el Palacio legislativo fue en agosto del año pasado, cuando Santiago Cafiero aún ocupaba ese cargo previo a los cambios de gabinete luego de la derrota de las PASO). Los cuestionamientos giraron principalmente en torno a la escasez de combustible --en especial de gasoil--, la energía y la conectividad aérea. "Usted no está exento como gobernador en uso de licencia de la grave situación que vive nuestra provincia sobre la falta de gasoil", denunció la senadora tucumana Beatriz Ávila. "Tenemos que escuchar al presidente que dice que Argentina fue uno de los países que mejor encaró la pandemia, le recuerdo el vacunatorio VIP", se sumó a las chicanas Mario Faid. Más curiosa, sin embargo, fue la intervención de la cordobesa Carmen Álvarez Rivero, quien, levantando en alto una foto de una mujer con sus dos hijos --a la que bautizó "Karina T"--, aseguró que la misma le había pedido que le preguntara a Manzur si los querían "cada día más pobres".
Manzur respondió por arriba y en tono calmo algunos de los cuestionamientos, pero los verdaderos encargados en replicar las chicanas de la oposición fueron les senadores del Frente de Todos. "Se dijo de decisiones pocos transparentes, de que faltaron vacunas, de que la Salud no es una prioridad de nuestro gobierno. Es duro escuchar eso de quienes dejaron al país sin Ministerio de Salud", acusó Pablo Yedlin. "Lo escuchaba a Macri y a muchos senadores que no podía ser que Aerolíneas perdiera 700 millones de dólares por año. No sólo no es cierto, sino que si se fijan los balances van a ver que en 2018 el balance fue de 552 millones negativos, cuando en 2015 lo dejamos con 200 millones negativos. En 2021 fue de 438 millones: o sea que Macri tuvo un impacto peor en la economía que la pandemia", sostuvo Mariano Recalde.
"La Argentina está pasando por un momento altamente difícil. ¿Y qué hizo la oposición? Quiso profundizar la crisis y por eso no votaron el Presupuesto. Tienen una visión destructiva", acusó, ya sobre el final, el jefe del interbloque oficialista, José Mayans. Como suele suceder cada vez se desarrollan los discursos de cierre, Mayans se cruzó con fiereza con les senadores radicales Luis Naidenoff y Alfredo Cornejo, al punto que Cornejo en un momento le gritó "Callate y escuchá". Ya cuando el reloj estaba a punto de dar las 9 de la noche, sin embargo, Mayans pasó a resaltar que se necesitaba "una política de justicia social", agradeció la presencia de Manzur y del ministro de Interior Wado De Pedro --que se sumó al final de la sesión-- y le puso un punto final al encuentro.