A raíz de la crecida extraordinaria del río Iguazú, en la mañana de este viernes se cerró el acceso al público a la zona de la Garganta del Diablo como medida preventiva, al inhabilitar la principal caída del agua de los 275 saltos que conforman el Iguazú, debido a que el caudal del río llegaría a los 8 mil metros cúbicos por segundo.
Las represas ubicadas aguas arriba de las Cataratas emitieron un alerta y adelantaron que abrirían las compuertas de los diques, decisión que provocaría que el caudal de agua aumentara también de forma extraordinaria.
La Concesionaria del Área Cataratas del Parque Nacional Iguazú, por su parte, comunicó a través de Facebook que el objetivo de la medida era proteger la salud de todos los visitantes y preservar la estructura que conduce al salto. Además, indicó que personal de Iguazú Argentina rebatiría las barandas de las pasarelas para permitir que el flujo de agua pasara libremente.
A las 18 del jueves el caudal ya había alcanzado 4800 metros cúbicos por segundo y se espera que este viernes aumente a 8000 metros cúbicos. Hasta el momento, la empresa prestataria no canceló el servicio y espera la evaluación de Prefectura Naval Argentina.
El circuito preferido de los turistas permanecerá cerrado hasta que se garantice la seguridad para transitarlo.
Casos similares
El antecedente más cercano del cierre de la Garganta del Diablo se remonta al 3 de diciembre de 2015, cuando el caudal del río alcanzó los 11 mil metros cúbicos por segundo, una cantidad mucho mayor que los 1500 metros cúbicos habituales.
En aquel entonces, la creciente comenzó a evidenciarse a raíz de las lluvias incesantes que se registraron en el sur de Brasil, principalmente en los estados de Paraná, Santa Catalina y Río Grande del Sur.