La fuerza de la marea que tiene siete años en las calles inundó ayer el centro de Rosario para exigir el fin de las violencias machistas. Las columnas comenzaron a llegar a las 18 al Parque Nacional a la Bandera, donde hubo festival con música en vivo y una feria con más de cien emprendedorxs de la economía popular. Las demandas y reclamos quedaron expresadas en carteles y cánticos, pero también en la proclama leída al unísono, mientras en el escenario se reproducían imágenes en verde y violeta. Mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans, identidades no binarias, indígenas, originarias y afro gritaron una vez más para que el reclamo de Ni una menos sea una realidad.
"Ya vas a ver, las pibas que vos mataste van a volver", fue el canto con el que partió la marcha, pasadas las 16.30, desde la plaza San Martín. "Ni una menos. El ajuste es violencia. El Estado es responsable", rezaba la bandera de la cabecera. Cerca se levantaba la bandera verde de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito; y hubo otras de organizaciones, sindicatos y agrupaciones barriales y estudiantiles.
Durante la jornada del 3J se dieron a conocer datos que dieron cuenta de los motivos para seguir en las calles. La Secretaría de Género y Derechos Humanos de la Municipalidad publicó el informe de gestión en violencia de género 2022, que indica que entre el Teléfono Verde (0800 444 0420) y el Contacto Violeta por WhatsApp (3415781509), hubo un total de 7.238 llamadas y contactos. Además, MuMaLá -Mujeres de la Matria Latinoamericana-, el Observatorio Lucía Pérez y La Casa del Encuentro, dieron a conocer que hubo cerca de 2 mil víctimas de femicidios en todo el país desde el primer Ni Una Menos, que se gestó tras el femicidio de Chiara Páez, en Rufino, hace siete años.
Desde el escenario, además, repudiaron lo sucedido en Circunvalación y Maradona, el jueves pasado. "Desde el movimiento transfeminista repudiamos energicamente la represión sufrida por parte de la policía provincial. La protesta para evitar el desalojo, de más de 85 familias y 300 niñes terminó en violencia institucional ejercida sobre nuestras cuerpas. Abrazamos a Silvia (la mujer embarazada que estuvo detenida durante cuatro horas, y ayer fue parte de la marcha) y a todas las compañeras y pedimos viviendas dignas para ellas; y que estos hechos de violencia no se repitan", leyeron.
Las organizaciones nucleadas en el Comité Feminista ante la Emergencia Sanitaria que durante semanas se reunió en asamblea para organizar la jornada de lucha, exigieron en una proclama colectiva: "Ni unx menos, vivxs nos queremos. ¡Basta de discriminación y violencia simbólica, mediática, obstétrica, política, física, sexual, psicológica, laboral, económica, en la casa y en la calle, en el trabajo y en la pareja!".
Entre los principales puntos de las demandas, reclamaron por una "justicia transfeminista. ¡Reforma judicial ya!", exigieron, y expresaron que es necesario un "real acceso a la justicia y fallos judiciales con perspectiva de género". También plantearon "que las fuerzas de seguridad tengan paridad y formación de género".
El reclamo también apuntó al cumplimiento de la Ley de Cupo Trans; cumplimiento de la capacitación de la Ley Micaela. También exigieron "el cumplimiento efectivo de las leyes de infancia" y repudiaron "la vulneración de derechos y la revictimización". Además, reclamaron "justicia por Nora. Repudiamos el mal accionar del fiscal Cimino".
Para las organizaciones, "sin espacios laborales libres de violencia, no hay ni unx menos". La proclama agrega: "Exigimos intervención del Estado ante los casos de violencia institucional; más presupuesto y acceso integral, efectivo y garantizado en situaciones de violencia; la extensión del programa Acompañar; la implementación efectiva de Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas en formato accesible; la efectiva implementación de la ley 27.610 de Interrupción Voluntaria del Embarazo y garantías para trabajadores de la salud que garantizan los abortos. ¡Sobreseimiento a Miranda ya!".
Al mismo tiempo, plantearon reclamos por "una Ley de Salud Mental que contemple y garantice la atención frente a los consumos problemáticos; que el estado eduque y capacite en perspectiva anticapacitista. Necesitamos poder hacer valer nuestra autonomía: rampas, ascensores, intérpretes de lengua de señas y operadoras para el acceso de todes". También exigieron "terminar con las discriminaciones de raza, género y orientación sexual; acabar con las normas hegemónicas de belleza que nos invisibilizan y nos estereotipan; basta de patologizar nuestros cuerpos".
Ante los femicidios, travesticios y transfemicidios, insitieron: "Paren de matarnos, todas las víctimas de lesbotransfemicidios presentes". También retumbó la pregunta de "¿dónde está Tehuel?", y apuntaron a la demanda de "acceso a la vivienda digna, un real acceso a la salud y a los alimentos; reconocimiento del trabajo en los merenderos; conectividad para todes y un freno al ciberodio en las redes sociales. Exigimos el reconocimiento a las tareas de cuidado. Sin licencias igualitarias no hay responsabilidad parental compartida. Sin trabajo digno, no hay ni unx menos".
También demandaron: "No a la trata. Licencias que contemplen los tratamientos médicos y farmacológicos para personas transgéneros; espacio laborales libres de violencia; paridad en los espacios políticos, en los espacios públicos, en los medios de comunicación y en todos los espacios laborales; derechos laborales y sociales para las/les trabajadores sexuales; basta de precarización laboral, sin autonomía económica, no hay ni unx menos".