Los presidentes de Brasil, Jair Bolsonaro, y de Paraguay, Mario Abdo, reivindicaron este viernes en un acto público celebrado en Foz de Iguazú la figura del dictador Alfredo Stroessner, que gobernó el país paraguayo entre 1954 y 1989 y fue considerado responsable de miles de detenciones ilegales, torturas y desapariciones forzadas.
Luego de inspeccionar las obras de un nuevo puente entre ambos países, que se está construyendo muy cerca de la represa hidroeléctrica de Itaipú, sobre el río Paraná, ambos mandatarios exaltaron la "visión" de Stroessner para impulsar la integración bilateral.
"El expresidente de Paraguay Alfredo Stroessner tuvo la visión de abrir las rutas hacia Brasil", declaró Abdo, quién destacó que en 1965 los gobiernos militares de los dos países decidieron construir el Puente de la Amistad, única ruta de conexión terrestre hasta ahora, que consideró como el inicio del proceso integrador.
Bolsonaro, por su parte, también resaltó las ideas "fantásticas" de los "gobiernos militares de Brasil y de Paraguay" y elogió su apuesta en la producción de energías renovables. "Itaipú Binacional es un ejemplo para el mundo en la generación de energía a partir de una fuente renovable. Brasil es un ejemplo para el mundo en la preservación del medio ambiente. Dos tercios de nuestro territorio están preservados y tenemos la segunda matriz energética proporcional más grande", declaró el mandatario brasileño.
"Tenemos un vasto campo por delante con la energía eólica y solar, cada vez más presentes en nuestro entorno", añadió.
La nueva conexión entre Brasil y Paraguay tendrá 760 metros de largo, 19 metros de ancho y más de 60 metros de alto. Comenzó a ser construida en 2019 entre la ciudad paraguaya de Presidente Franco y Foz de Iguazú y se espera que las obras concluyan antes de fin de año, a un coste calculado hasta ahora en 84 millones de dólares.