"Samti o'owetchim awet'kiawela (Nosotras como mujeres nos abrazamos)", decía el cartel de Fabiola Benítez, del Pueblo Chorote, que asistió por primera vez a una marcha del Ni Una Menos en Salta. En la movilización se recordó la figura de la mujer wichí Octorina Zamora (fallecida el 1° de junio), y se exigió el cese de abusos y violaciones a niñas, adolescentes y mujeres originarias. Al igual que el fin de femicidios, travesticidios y transfemicidios.
Fabiola es oriunda de Santa Victoria Este (SVE), una de las localidades más pobres y vulneradas de la provincia. Llegó a la Capital para estudiar la carrera de Ciencias de la Comunicación en la universidad pública. El entusiasmo por hacer una carrera universitaria vino luego de acompañar el nacimiento de FM Llhapakas (Nuestras voces), una radio comunitaria indígena que funciona desde 2018 en SVE.
Esta localidad se encuentra ubicada al borde del río Pilcomayo y en el límite de la frontera con Bolivia y Paraguay. La radio es un punto de encuentro de cinco pueblos indígenas: Chorote, Chulupí (Nivaclé), Tapiete, Toba (Qom) y Wichí.
Antes de que Fabiola llegase a la céntrica plaza 9 de Julio, desde donde iba a salir la marcha, se aseguró a través de mensajes que efectivamente ese era el lugar. Para su suerte, llegó al centro de la convocatoria junto a otra compañera. Ambas tenían una idea fija, hacer un cartel en idioma chorote que sirviera de ofrenda para este séptimo aniversario del Ni Una Menos.
Para eso había que pensar qué palabras tenían traducción entre ambos idiomas (chorote y castellano). De ahí salió: "Samti o'owetchim awet'kiawela", que en castellano significa "nosotras como mujeres nos abrazamos". Lo escribieron presurosas para estar listas para el inicio de la marcha.
Sin embargo, en la capital salteña se vivía un clima de nostalgia y duelo, ya que el 1° de junio falleció Octorina Zamora, referente wichí que entregó hasta su último suspiro en favor de la lucha de los pueblos indígenas. Especialmente, reclamaba que se detuviera la violencia contra las niñas y mujeres del Pueblo Wichí, relacionada a los abusos sexuales de parte de criollos, que ella rehusaba llamar "chineo". Las mujeres del partido Felicidad, por el que fue candidata a diputada nacional, llevaron carteles con leyendas y fotos de la mujer wichí, reivindicando su lucha.
Fabiola admiraba a Octorina, pero no llegó a conocerla. A pesar de ello, se encontró en medio de la plaza central de Salta cortando cintas negras, que luego las mujeres se iban a colocar en señal de duelo. No sólo por quien fuera niyat (autoridad) de la Comunidad Honhat Le Les, sino por los feminicidos, transfemicidios y travesticidios cometidos en la provincia y el país, y que lograron un grito colectivo aquel 3 de junio de 2015, tras el femicidio de Chiara Paéz, la adolescente de 14 años asesinada en Santa Fe.
Desde que Argentina se movilizó masivamente aquel 2015, fueron asesinadas 2.041 mujeres. Según los datos de La Casa del Encuentro, las provincias con mayor cantidad de femicidos en los últimos 7 años fueron Buenos Aires (709), Santa Fe (211) y Córdoba (172). Sin embargo, las provincias con una mayor tasa de femicidios cada 100.000 habitantes desde el 2015 fueron Salta (8,98), Santiago del Estero (8,24) y Jujuy (8,02).
De acuerdo al informe, en Salta, se cometieron 109 femicidios. Y en lo que va de 2022, ya se contabilizaron tres: Pamela Julia Flores, de 12 años; Yésica Villagra, de 30, y Florencia Isabel Torres, de 14 años.
Pamela y Florencia, además de ser menores de edad, pertenecían a comunidades indígenas del Chaco salteño. A raíz de estos casos, una de las consignas que levantó la provincia el 8 de marzo fue "Na' thaytatwek -- Na' nomhem -- Na' nechepa tchithayis (Juntémonos, despertemos--levantémonos mujeres)". La escritura en wichí fue propuesta por Octorina, quien este año dedicó gran parte de su acción a denunciar la violencia que sufren niñas y mujeres indígenas.
En febrero pasado Zamora acompañó la presentación de unas 30 mujeres wichí que denunciaron haber sido abusadas y pidieron protección para sus hijos nacidos de estas prácticas aberrantes que todavía llevan a cabo muchos hombres criollos, sobre todo en el Chaco salteño. La referenta wichí estaba convencida en que se tenían que realizar talleres de educación sexual a la comunidades, y se esforzaba por encontrar financiamiento para eso.
Octorina Zamora fue una férrea defensora del ambiente y de los derechos indígenas, en especial de las niñas y mujeres víctimas de la violencia patriarcal. Nació el 22 de abril de 1958 en la provincia de Salta y fue distinguida, recientemente, con el Premio “Berta Cáceres”, otorgado por la Red de Mujeres Defensoras del Ambiente y el Buen Vivir y la Cámara de Diputados de la Nación.
Del mismo modo, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) la distinguió con el Diploma de Honor “Eulogio Frites”, reconociendo "su trayectoria y compromiso inclaudicable en la defensa permanente de los derechos de niñas, niños, jóvenes y mujeres pertenecientes a los Pueblos Originarios".
Ayer la legisladora nacional Verónica Caliva (FdT) presentó un proyecto para rendirle homenaje a en el Congreso Nacional. Y el jueves fue homenajeada en el Senado de la provincia.
"Juntas y unidas, aunque tengamos otras culturas"
Para Fabiola, las violencias que viven las mujeres indígenas son lamentables y tristes. "Vemos lo que pasa, y es cuando tenemos que estar juntas y unidas, aunque tengamos otras culturas. Somos mujeres y es muy bueno estar acá presente y que sigamos unidas", dijo a Salta/12.
Por su parte, la integrante de la agrupación Beatriz Perosio, María Quiroga, afirmó que la situación que viven las mujeres de las comunidades indígenas, no sólo muestra una violencia patriarcal, sino "también racista y colonial".
A pesar de esta realidad, Fabiola se mostró gustosa de poder marchar acompañada por cientos de mujeres. "Soy de Santa Victoria Este, soy chorote, y esto es algo muy lindo porque de donde vengo es algo nuevo", contó. Y aseguró que es importante seguir trabajando para que se logre más visibilidad sobre las violencias que sufren las mujeres y diversidades.
Por otro lado, Pía Ceballos, referente de Mujeres Trans Argentina (MTA) y mujer trans originaria de la provincia, dijo que están en contra de la violencia sexual que sufren sus hermanas. Ceballos participó del Tercer Parlamento Plurinacional de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir, que se realizó entre el 22 y 25 de mayo en la localidad salteña de Chicoana.
"Desde cada una de las 36 naciones levantamos nuestras banderas y decimos basta de chineo y terricidio, nos queremos vivas y libres", sostuvo Ceballos. Además, sumó que desde 2015, salen "a visibilizar las muertes de las travestis y las trans", mientras que "seguimos buscando a Tehuel, un varón trans que salió de su casa en búsqueda de un trabajo precario y no regresó".
Fabiola llevó casi toda la marcha uno de los tantos banners que adornaron la marcha en la fría tarde salteña. Allí se leía el pedido de sobreseimiento a la médica Miranda Ruiz, que desde hace más de 8 meses (cuando incluso fue detenida por unas horas) espera una respuesta al pedido de su sobreseimiento en una causa que la mantiene acusada de haber realizado un aborto legal sin consentimiento informado de la paciente.
Durante la mañana, marchó el Frente de Mujeres por la Emergencia de Salta, que mantuvo como consigna principal "Ni una menos, vivas, libres y con derechos nos queremos". Desde hace años este Frente pide la aprobación de una ley nacional de emergencia por la violencia contra las mujeres. Además de sumar la exigencia de una reforma judicial transfeminista, y decir "no a la precarización, a la pobreza, sin vivienda y expuesta a las peores consecuencias de la pandemia".