Pasadas las cinco de la tarde del viernes la Policía de Misiones encontró un cuerpo semienterrado en un bañado del barrio San Miguel en avanzado estado de descomposición. Fue trasladado hasta la comisaría 4ta donde permaneció 12 horas hasta su traslado a la morgue judicial de Posadas. Josías Ezequiel Galeano --el pibe de 13 años de Oberá, que el 30 de abril salió de su casa para ir a una barbería y nunca regresó-- pudo ser identificado durante el procedimiento de autopsia por una palmera, una luna y un jugador de básquet con una pelota que se había tatuado. Llevaba uno en cada antebrazo y el tercero en una pierna, tal como había descripto su madre, Carolina Cardozo Ramírez, ante el juez y la fiscal del caso. Ella había denunciado sucesivas golpizas por parte de la policía a su hijo, y una detención ilegal que lo mantuvo esposado en la misma sede policial donde finalmente depositaron su cadáver. 

En las horas posteriores al hallazgo del cuerpo la familia no lo vio ni tampoco fue informada de lo sucedido en la morgue de Posadas, hasta que el juez de instrucción Horacio Alarcón determinó su regreso a Oberá. El informe preliminar de la autopsia indicó que la muerte se produjo entre 20 y 25 días atrás, por lo cual varias partes del cadáver ya se hallaban esqueléticas y por esta razón no fue determinada la causa del deceso. 

Sin embargo, se preservaron ciertas áreas rescatadas para estudios complementarios. "El cuerpo estaba en distintas etapas de putrefacción y no se encontraron signos de violencia externa. Por ello, con los elementos encontrados en la autopsia no fue posible determinar la causa de la muerte. O sea, por el momento es una muerte por causa indeterminada", explicó una fuente consultada por El Territorio. "Se preservó región anal y recto para ver si hubo abuso, y cartílagos del cuello por el posible estrangulamiento", agregó. 

En conferencia de prensa, el comisario inspector Rubén Darío Duarte, jefe de la Unidad Regional II de Oberá, detalló que "se notaba sólo el cráneo por lo avanzado de la descomposición. Por eso, a criterio del juez no fue recomendable la presencia de los padres en el lugar. Sí se les notificó del hallazgo y las presunciones, tras lo cual recibieron la contención de profesionales". La madre de Josías aseguró que el viernes quiso ver el cadáver y no se lo permitieron, lo que le produjo angustia e incertidumbre.

El único sospechoso del caso fue identificado como Andrés "Koki" T., quien el viernes fue detenido en un yerbal situado sobre la ruta provincial 13, en San Vicente, donde se hallaba tarefeando. El comisario Duarte dijo que "se detuvo al muchacho T. que había sido visto con el menor. Está incomunicado y a disposición del juez". Y desmintió insistentes versiones periodísticas que indicaron que el sospechoso habría confesado la autoría del hecho. "Nosotros no tomamos declaración a los detenidos. Tampoco señaló el lugar donde estaba el cuerpo", remarcó el jefe policial.

Esqueletizado e incompleto

El cráneo, la cara y el cuello de la víctima carecían de partes blandas producto de la acción de la fauna regional, y también le faltaban ambos pies, según la descripción de una fuente oficial sobre lo que apareció en la autopsia. El informe preliminar indicó que la data de muerte está entre 20 y 25 días, pero este dato se encuentra sujeto a las precisiones que arroyará el estudio entomológico. "No se puede determinar la data porque el cuerpo se encontraba en diferentes etapas de putrefacción por la acción conservadora del agua fría en los partes que se encontraba semi sumergido", indicaron. 

Respecto de la identidad del cuerpo, serán necesarios estudios genéticos, más allá de la convicción que dieron los tatuajes hallados. El cadáver fue encontrado con el pantalón y la ropa interior bajos. El lugar del hallazgo es semi habitado, los vecinos afirmaron que en los últimos días había sido rastrillado varias veces, y precisaron que no sintieron olores ni tampoco vieron aves de rapiña. Esta ubicado a ocho cuadras de la Seccional Quinta, cercano a una olería y a una cancha de fútbol. 

Organismos ignorados

Las comisiones nacional y provincial de Prevención de la Tortura, así como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) habían verificado hechos que justificaban el pedido de apartamiento de la policía provincial, algo que nunca sucedió. La Comisión Provincial de Prevención de la Tortura (CPPT) solicitó al juez Alarcón medidas para garantizar que "su búsqueda y la investigación de eventuales responsabilidades se realice ajustada a los estándares internacionales en materia de desaparición forzada". La madre de Josías detalló que “el día anterior de la desaparición, dos efectivos de la policía lo estaban buscando en el barrio, con un auto particular”. Y exigió que entreguen una foto que hicieron circular para la búsqueda donde se lo ve con un ojo morado parado frente a un patrullero, porque la imagen desapareció del expediente.

En diálogo con Página/12, la coordinadora de Seguridad Democrática y Violencia Institucional del CELS, Victoria Darraidou, precisó que se pidió a la policía de la provincia el informe sobre detenciones previas de Josías, cuándo y dónde estuvo, y qué se le imputó. Esto se hizo en base al dato de que estuvo en una celda aparte de los mayores, pero esposado. Incluso personas privadas de la libertad en Oberá lo vieron. "La policía de Misiones nunca presentó esa información a la justicia, al igual que nunca fue apartada de la investigación, aunque comenzó a intervenir Gendarmería", expresó.


Imagen El Territorio