YPF Agro puede ser un jugador central en el sensible mercado agroexportador y, por lo tanto, en el de alimentos. El gerente de negocio de esta división de la petrolera estatal es Nicolás Winschel. Fue designado en ese cargo en octubre de 2018 durante el gobierno de Mauricio Macri, y todavía sigue en ese puesto.
Pero YPF Agro no está siendo un jugador central en el sector de mayor generación de renta de la economía argentina. No lo fue antes, cuando podía ser fundamental como empresa testigo de una actividad productiva con un funcionamiento bastante opaco. Ni lo es ahora con mercados internacionales distorsionados por la guerra en Ucrania y las sanciones a Rusia, que están provocando un período de alta inflación global y un extraordinario ciclo alcista de los alimentos.
Sin subir retenciones ni fijar cupos o prohibiciones a las exportaciones, herramientas tradicionales para desacoplar precios internos de subas abruptas de precios internacionales, además para garantizar el abastecimiento del consumo interno de las materias primas, YPF Agro podría tener una intervención relevante en un contexto inflacionario local muy complicado.
No se trata de conflictos personales, de disputas por espacios de poder al interior de la coalición de gobierno o de diferencias sobre la orientación de la política económica. Es una cuestión de calidad de la gestión a partir de decisiones de la conducción política del Frente de Todos acerca de qué hacer con YPF Agro.
Un primer paso sería darle a la compañía una dirección en línea con la actual fuerza política en el Gobierno.
Existe la posibilidad de transitar un sendero innovador lanzando YPF Agro a ser protagonista en el comercio exterior y en la definición de los precios internos de las materias primas de alimentos. Esto implicaría ingresar en un escenario de tensión con poderosas agroexportadoras locales y multinacionales, además de con el resto de la cadena agroalimentaria.
No hacer nada en ese sentido confirma la estrategia de brazos cruzados de la política económica, la cual fue detallada aquí la semana pasada, que tiene elevados costos en la tasa de inflación –en especial, en la de alimentos- y en el poder adquisitivo de la mayoría de la población.
En la celebración de los 100 años de YPF, con o sin lapicera, ninguno de los oradores hizo mención a YPF Agro.
Alberto Fernández sabe qué se puede hacer
No es novedad el rol que puede cumplir YPF Agro. En abril de 2020, luego de la iniciativa fallida de rescate de Vicentin vía intervención y expropiación, Alberto Fernández había planteado la alternativa de que la división de negocios agropecuarios de la petrolera estatal se convirtiera en una sociedad autónoma "de referencia del Estado en el sector cerealero".
El Presidente había explicado en esos días que YPF Agro es una unidad de negocios de YPF que vende fertilizantes y combustibles a los productores agropecuarios, que los pagan con cereales, que luego se venden a las exportadoras. También había mencionado que es un negocio que se ha desarrollado mucho y que es una buena sinergia entre el productor agropecuario e YPF. "La idea era que YPF se hiciera cargo del manejo de Vicentin con todo el saber que ya tiene", había apuntado.
En la ley de expropiación de Vicentin se disponía la creación de un fondo fiduciario con sus activos y pasivos, el cual administraría YPF Agro.
Cuando el Gobierno da marcha atrás con esa iniciativa, en declaraciones radiales Alberto Fernández señaló que “la conclusión que uno saca es que para hacer eso, tal vez la mejor opción sea que YPF Agro se convirtiera en una sociedad autónoma, desarrolle su operación como lo venía haciendo y nos permita lograr el mismo objetivo, que es tener una empresa de referencia del Estado en el sector cerealero”.
Poco y nada de ese proyecto se llevó adelante desde entonces.
Qué ofrece YPF Agro
La división de negocios de la petrolera estatal YPF opera desde 2001 en el mercado de insumos agrícolas y en el expendio de combustibles para los productores agropecuarios. Nació para salvar de la insolvencia a productores en un contexto de crisis económica y cesación de pagos del sector. La debacle era de tal magnitud que los productores sólo podían entregar granos a cambio del combustible y otros insumos.
YPF Agro tiene 100 centros de distribución en todo el país ofreciendo fertilizantes, semillas, silobolsas, herbicidas, fungicidas, insecticidas, tratamiento de semillas y coadyuvantes, además de combustibles y lubricantes.
De esta manera, provee soluciones no sólo para cultivos extensivos como la soja o el maíz, sino también para la producción de frutas y hortalizas. Si bien estos insumos para la producción pueden ser pagados en efectivo o a través de créditos, es usual que para cancelar esas operaciones se utilice la modalidad de canje por producción.
Esto quiere decir que el productor puede adquirir fertilizantes dando a cambio una porción de su producción, equivalente al valor del insumo.
En ese caso, si la producción comprometida para el canje fuese maíz o trigo, una vez que YPF Agro cuenta con esos granos, los puede comercializar -generalmente- a exportadoras o acopios, pero también los puede exportar bajo su nombre.
La importancia de ser empresa testigo
En 2019, YPF Agro recibió 1,7 millón de toneladas de granos, volumen que derivó en buena parte a la exportación, aunque también concretó operaciones en el mercado local. La soja la entregó para molienda porque tiene acuerdos con distintas plantas, para luego concretar exportaciones de aceite, cáscara y harina, pero también dispone de parte de ese aceite para plantas productoras de biodiesel de terceros, para luego proceder a las mezclas con el gasoil que produce en sus propias refinerías.
La participación activa de YPF Agro podría aliviar a pequeños y medianos productores porque la compañía estatal estaría en condiciones de ofrecer una mejora sostenida en el precio de compra, al transparentar los valores de la cadena comercial agroexportadora. Así, el poder de compra de las multinacionales, que hoy es dominante, aflojaría y las impulsaría a mejorar la oferta de precios a los productores.
Esto implicaría además fortalecer el stock de divisas que genera la producción agropecuaria porque aseguraría la liquidación inmediata de los dólares de exportación, dejando en evidencia la inmensa bicicleta que hacen las compañías con las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior.
En 2001 la petrolera creó una distribuidora para llevar combustible diésel hasta los campos. Después abrió un centenar de centros de distribución y, al poco tiempo, ingresó en el negocio de canje de combustibles e insumos por granos. En 2010 tomó el nombre de YPF Directo y en 2019 relanzó su marca como YPF Agro con una fuerte presencia en las exposiciones del campo.
Junto con las ventas de combustible e insumos, la división Agro de YPF se apalanca en una empresa de investigación y desarrollo que creó junto al Conicet, Y-Tec, que además del sector energético trabaja en estudios de suelos y bioinsumos.
Con los avances alcanzados en toda la gama tecnológica, la petrolera pasó a proveer a los productores, logística, semillas y silobolsas para el almacenaje de granos, fertilizantes y productos de protección de cultivos con el canje de granos como una de las herramientas de pago y servicios de asesoramiento técnico en las etapas de la campaña.
Canje de granos y fertilizantes
La compañía tiene planes de crecer del 1 al 5 por ciento en su participación en el mercado de agroquímicos y de 10 a 20 por ciento en el de fertilizantes. También proyecta duplicar el volumen de canje de granos en los próximos cuatro años. "Llegamos a 22.000 productores que cubren el 70 por ciento del área agrícola, tanto en cultivos intensivos como extensivos", dijo Nicolás Winchel, durante Expoagro 2019.
YPF también tiene otro negocio relacionado con el agro que se concreta a través del vínculo con la firma canadiense Nutrien Ag Solutions, cuyo resultado fue Profertil.
Esta petroquímica tiene en la Argentina y en la región una participación trascendental en el desarrollo y producción de urea. La urea granulada es el principal fertilizante utilizado en el agro al suministrar el nitrógeno necesario que permite incrementar la productividad de los diferentes cultivos.
La potencialidad de intervención de YPF Agro es notable: combustible más urea ubica a la compañía en una situación privilegiada en el sector. Esos productos, junto con las semillas y el costo de la tierra, son los insumos esenciales de la producción agrícola. Manejar insumos estratégicos le permite ser un actor importante de la cadena agraria.
Quién es Nicolás Winchel
El líder de YPF Agro, Nicolás Winchel, se presenta en LinkedIn, la red profesional más grande del mundo en Internet para conectar empresas y candidatos, del siguiente modo:
"Soy un gerente con más de 20 años de experiencia en empresas multinacionales en diferentes mercados y regiones. Durante mi carrera pude desarrollar antecedentes complementarios en:
* Responsabilidad por liderar los negocios y por liderar equipos multifuncionales, estableciendo relaciones sólidas y liderazgo con los actores de GTM, socios estratégicos, actores de la industria, cámaras y gobiernos.
* Proporcionar una dirección estratégica y un liderazgo multifuncional efectivo para garantizar una sólida cultura de trabajo en equipo para que la empresa logre sus ambiciosos objetivos de rendimiento. Estos objetivos incluyen el logro de los objetivos de ingresos y ganancias de la empresa, el reembolso exitoso y el lanzamiento de nuevos productos.
* Liderar el diseño e implementación del plan comercial y de marketing a largo plazo.
* Diseñar e implementar nuevos modelos de negocio y soluciones de comercialización innovadoras y alineadas con la estrategia de la empresa.
* Desarrollo de planes con resultados en un entorno comercial o regulatorio que cambia rápidamente, mientras se lidera y desarrolla un equipo de profesionales y supervisores experimentados, se entrena y se toma decisiones relacionadas con la contratación, el desempeño y las acciones disciplinarias de gestión del talento".
La descripción de su carrera es todavía más extensa en la presentación en LinkedIn.
Antes de asumir el cargo en YPF Agro, en octubre de 2018, Winchel trabajó en una compañía que atendía a grandes multinacionales del sector (Dow/Corteva, Albaugh, Nufarm, Syngenta, Sumitomo, Albaugh, Agrofina) y antes en Monsanto durante 8 años y 8 meses.
Qué puede hacer YPF Agro
A través de YPF Agro el Estado podría ingresar como participante activo en el núcleo del negocio de mayor rentabilidad de la Argentina: la producción agropecuaria, el complejo agroexportador y el mercado cambiario con la generación de dólares comerciales.
Desde esa posición podría disputar la construcción de un proyecto de país de desarrollo nacional con inclusión social superadora de medidas puntuales, como los derechos de exportación que permiten capturar una porción de la renta agraria extraordinaria, y estaría en condiciones de avanzar en necesarias transformaciones estructurales de la economía local desplegadas desde el mismo interior del poder económico concentrado.
La actividad agropecuaria es la médula de la acumulación de las rentas más abultadas de la economía argentina. Los controles y regulaciones frágiles que realiza el Estado permiten a las compañías subfacturar exportaciones, retener cosechas, vender una parte de la producción sin registrar al fisco, presionar por devaluaciones con el manejo de la liquidación de dólares, triangular operaciones con firmas offshore para eludir pago de impuestos y fijar precios internos que perjudican a productores y consumidores.
La perspectiva de que se convierta en una empresa testigo de la cadena de producción agropecuaria, en el comercio exterior y en la generación de divisas por exportaciones significaría para el Estado ingresar en forma directa en el centro del poder económico de Argentina.
Es una posibilidad que desespera a tradicionales actores de esa estructura de poder y dinero porque los dejaría a la intemperie. O sea, quedaría expuesta la forma en que hacen negocios, que no es transparente ni colabora para el desarrollo productivo integrado.
Planificación estratégica en los mercados de cereales y cambiario
Con una conducción profesional pero fundamentalmente comprometida políticamente con un proyecto de desarrollo nacional, YPF Agro puede asumir el desafío de una intervención estatal eficaz y eficiente en el comercio exterior de granos y la regulación de sus precios para toda la cadena productiva y para el consumo interno.
La característica de ser empresa testigo implica ser un protagonista en el sector para observar cómo funciona el mercado e intervenir en forma directa, sin esperar que el resto de las compañías de la actividad relaten lo que está pasando.
La transparencia en los precios sería una tarea esencial en un mercado opaco junto con el fomento de la formalidad en las transacciones, cuando es habitual que una parte se comercialice sin registrarla.
YPF Agro podría influir en la determinación de costos, precios y cadena de proveedores, actuar en forma contracíclica y definir políticas específicas para pequeños productores. Facilitaría la planificación estratégica del Estado en los mercados de cereales y cambiario.
Ante conflictos que puedan darse, por ejemplo con el trigo, cuando sube el precio internacional y los molinos dicen que no hay harina y entonces elevan el precio del insumo y el consiguiente del pan y las pastas, YPF Agro podrá tener un diagnóstico preciso y, por lo tanto, capacidad de intervención amortiguando costos sociales y económicos, puesto que será una empresa estatal que podrá anticipar cómo viene la producción, lo que implicará mayor estabilidad, protección al consumidor y mayor rentabilidad para el pequeño productor.
En definitiva, participar y conocer la cadena de producción desde adentro permitirá planificar mejor la oferta.
Puede haber limitaciones políticas, jurídicas o sociales para subir los derechos de exportación, que son aranceles del comercio exterior denominados retenciones, pero no hay ninguna restricción para colocar a YPF Agro como un actor relevante de la actividad agropecuaria para intervenir en la transparencia del comercio exterior, para garantizar la provisión de divisas de exportaciones y, ahora en un contexto de urgencia, para influir en la formación de los precios domésticos de alimentos básicos del consumo de las familias.