El delegado de Asuntos Indígenas de la provincia, Marcelo Córdova, informó a Salta/12 que tras un operativo de “barrido sanitario” realizado en Santa Victoria Este (municipio del departamento Rivadavia), se detectaron niños y niñas de hasta 14 años con problemas de discapacidad.
Frente a la preponderancia de enfermedades neurológicas degenerativas entre la población pediátrica, y la escasez de especialistas en la cuestión, este lunes se prevé el arribo de dos neurólogos infantiles desde el Hospital Italiano de Buenos Aires.
De los especialistas se espera la posibilidad de que emitan el certificado que servirá para gestionar la pensión por discapacidad para quienes carecen del beneficio por falta de este instrumento. Córdova aseguró que la mayoría de los pacientes cuenta con el Certificado Único de Discapacidad (CUD), una herramienta que les permite acceder a beneficios diferentes a los que otorga la pensión y que son brindados por la provincia. Para ello también necesitan una junta médica que les certifique la situación de salud que atraviesan.
“Solo hay tres neurólogos infantiles en toda la provincia”, sostuvo Córdova al ser consultado por las razones de la llegada de los neurólogos del Italiano. Añadió que una vez que se haga el operativo para adultos con discapacidad, se espera poder contar con especialistas locales.
Las consultas se hicieron ante el inicio de un relevamiento en distintos territorios de personas con discapacidades que no encuentran una contención de asistencia social pese a su situación de salud y vulnerabilidad. Según lo indicado por Córdova, el área de discapacidad de la provincia realiza el relevamiento desde hace un mes.
La problemática (una de las tantas que envuelve a las comunidades indígenas) se volvió a visibilizar tras la viralización de la imagen de una niña con una enfermedad neurológica crónica que a raíz de esta situación, se encontraba postrada en una cama en la comunidad wichí Misión Chaqueña, jurisdicción de Embarcación (municipio del departamento San Martín). El médico del Centro de Salud que se ubica en ese lugar, Rodolfo Franco, manifestó que había entre 7 y 8 casos de los cuales solo 3 estaban contenidos por la pensión por discapacidad.
Y siguen las denuncias
Desde la Comunidad El Carpintero, ubicada a unos 18 kilómetros de Dragones (en el límite entre los departamentos Rivadavia y San Martín, en la jurisdicción municipal de Embarcación), se enviaron otras fotos que muestran a una joven mujer con las piernas amputadas.
“Esto fue a raíz de una infección en la rodilla”, comentó a Salta/12 José Hugo, cacique de la comunidad cuyo territorio es disputado al empresario Gianfranco Macri.
Según explicó el niyat, la familia de esta joven había comenzado a percibir una ayuda económica en la gestión urtubeycista del Ministerio de Asuntos Indígenas. “Ellos pensaban que esa era la pensión por discapacidad. Pero cuando la gestión terminó la ayuda también”, contó Hugo.
Respecto del caso particular de la joven mamá, indicó que rechazaba ir al médico para hacerse ver, y tuvo una infección que terminó con la amputación de sus piernas. El trasfondo de esta resistencia a asistir a los hospitales, indicó, tiene que ver además con las falencias en el sistema de salud, al menos para las 15 familias criollas y 30 indígenas que viven en El Carpintero.
“Uno tiene que estar a las 4 de la mañana en el Centro de Salud de Dragones. A las 7 empiezan a dar los turnos, que son solo 15. Y si no te dan, te tenés que devolver los 18 kilómetros de vuelta por la ruta 81, y los otros cuatro que son de tierra”, manifestó Hugo.
El transporte público no es asiduo en la zona, por lo que quienes tienen, hacen el trayecto en moto cuando el estado de los caminos lo permite. Pues en épocas de lluvia el camino de tierra se vuelve intransitable, al punto de que “la ambulancia te espera en la ruta porque no se animan a entrar”. Si para entonces alguien precisa de atención médica y no puede movilizarse por sí mismo, “se lo lleva por ahí en una carretilla o un acopladito hasta la ruta”.
Hugo afirmó que si bien hay otros casos, la situación de discapacidad más grave es la de esta mujer, quien además percibe la Asignación Universal por Hijo de uno solo de los dos niños a su cargo. El más pequeño tampoco tiene DNI. El niyat pidió también que la mujer cuente con una vivienda o habitación en condiciones.
Hugo consideró que hay distintas situaciones que deberían ser relevadas y por lo cual sostuvo, informó de la situación a Córdova. El funcionario por su parte, afirmó que el municipio de Embarcación ya inició los trámites pertinentes por esta mujer.
El idioma, ese otro desencuentro
El cacique visibilizó otro desencuentro transversal: el idioma. “El doctor habla muy rápido y el wichí es (un idioma) muy lento”, además del hecho de que uno habla en castellano, y el otro, bilingüe a la fuerza, maneja el idioma hegemónico de manera básica.
A esto se suma que los agentes sanitarios “son todos criollos”, por lo que tampoco pueden convertirse en facilitadores o intérpretes. El niyat añadió que aunque se lo solicitaron, el médico del Centro de Salud de Dragones no llega a la comunidad. Y es que "pidió movilidad" para llegar hasta allí. “Hace mucho tiempo, cuando estaba el otro médico, iba al menos una vez a la semana, más en invierno para ver a los chicos por las enfermedades respiratorias”, recordó.
Hugo reconoció que la ayuda del Estado es la que les permite sobrevivir. Pero en la zona no hay trabajo y “tampoco nos dejan sacar para hacer varillas” de madera y vender. “Eso no afecta al monte”, afirmó el cacique al ser consultado si acaso esto no implicaría una degradación ambiental. En este punto, afirmó que ellos siempre se consideraron en contra del desmonte, pero lo que piden para poder trabajar es “otra cosa”. Pero los permisos no pueden conseguirse dado que, como se indicó más arriba, la disputa de las tierras con Macri continúa.