Cuando en los ‘90 empezaron a llegar acá sitcoms como Seinfeld, muchos se sorprendieron de lo gracioso que podía ser un tipo solo frente al micrófono, contando situaciones de la vida cotidiana. Ese humor tenía códigos muy distintos a los que manejaban los grandes monologuistas criollos, como Tato Bores, Luis Landriscina o Enrique Pinti. Si al principio el stand up local fue una mala copia de los comediantes de afuera (desde Eddie Murphy y Jerry Seinfeld hasta Chris Rock y Louis CK), con el tiempo fue logrando un lenguaje y una identidad propios. Hoy, la mayoría de las salas chicas de la calle Corrientes están copadas por unipersonales del género.

Este año, el canal Comedy Central lanzó una nueva edición de su programa Stand Up Argentina, con casi 30 valores consagrados y emergentes. Entre los nuevos performers están Fiorella Aita, que saldrá al aire este miércoles 14/6, y Magalí Tajes, que tendrá aire el 28/6.

¿Hay un “stand up argentino”, luego de las copias a comediantes estadounidenses? ¿Cómo es?

Tajes: Creo que sí, y que cambió. Al principio cuando traés algo nuevo, y sobre todo algo que admirás, tendés a copiarlo. Pero manejás dos lenguas distintas, entonces no se puede, queda feo copiar, es como traducir una canción de los Beatles al castellano. Lo interesante fue cuando se empezó a rescatar algo del humor argentino, relacionado al cuento, a la historia, a saber que nos hacen gracia cosas que por ahí no se entienden en otro país.

Aita: Para mí el humor es ritmo. Hoy si ves a un standupero de cualquier lugar de América latina y a uno argentino te das cuenta de que es completamente diferente, que el ritmo del relato es distinto. Y en países como México hay un humor mucho más machista, con chistes que acá no pasarían.

¿Cómo se aprenden los monólogos? ¿De memoria?

Aita: En mi caso el material lo escribo y lo estudio, para no pasarme con el tiempo, para que no me falte nada. Y en vivo hay cosas que te van saliendo.

Tajes: Yo en vivo soy un poco desordenada porque soy así con todo. En Comedy Central, al tener restricción de minutos, tenés que tener un relojito de material.

Todavía algunos piensan que la improvisación y el stand up son lo mismo, ¿no?

Tajes: Son como karate y boxeo: en los dos se le pega a la gente, pero no es igual. El stand up es una construcción estudiada: los silencios, la forma de pararte, las miradas. La improvisación tiene algo de caos que también puede estar en el stand up pero no es el stand up. Ni tampoco parte de ahí.

Aita: Aparte, la improvisación es con otros y capaz se arma una escena conjunta. Hay un conflicto a resolver entre todos y cada uno cumple un rol. En el stand up estás más bien solo.

¿El youtuber es la versión virtual del standupero?

Tajes: El youtuber recurre al humor pero no todo humor es stand up. El stand up es un escenario, una persona sola, un público. No es lo mismo que estar filmándote en tu casa, que editás mil veces.

¿Se puede hacer stand up de algo dramático o siempre es humorístico?

Aita: Se cuentan cosas tristes también. Yo cuento que en la adolescencia me tuve que ir de mi casa por ser torta. Y en realidad fue triste, yo la pasé mal, pero le fui encontrando lo gracioso y ahora la gente se ríe conmigo. Es tragedia más tiempo.