Los gremios aeronáuticos entendieron el juego al que los quiere llevar el gobierno y optaron por mantenerse expectantes. Durante una asamblea realizada anteanoche los trabajadores enrolados en la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) respaldaron lo actuado por la conducción gremial y acordaron una estrategia coordinada con otros sindicatos para continuar el plan de lucha en reclamo salarial y de las condiciones laborales pero sin dar argumentos al gobierno de Mauricio Macri que puedan ser utilizados para justificar en ese accionar una privatización de Aerolíneas Argentinas y Austral. El titular del APLA, Pablo Biró, aseguró a PáginaI12 que se sienten presionados por el gobierno para que se tomen medidas de fuerza en una época del año conveniente económicamente para la conducción de la empresa, ya que es de bajo tránsito de pasajeros. Todavía existe una conciliación obligatoria en dos de los cuatro gremios en conflicto y será después de que se venza esa tregua que se analizaría un cese de actividades, probablemente para fin de año.
La discusión entre los gremios de pilotos y la aerolínea de bandera que comanda la brasileña Isela Costantini se tensó la semana pasada, luego de una reunión donde las autoridades de la compañía pusieron un techo a la oferta salarial de 35 por ciento. Según detallaron desde AA, la oferta contemplaba un plus a fines de noviembre. Los pilotos consideraron insuficiente la propuesta de Costantini y del gerente de Recursos Humanos de Aerolíneas, el ex LAN, Daniel Maggi.
El sindicato de pilotos ya había realizada en agosto último una huelga de 12 horas, lo que generó cancelaciones y reprogramaciones en el Aeropuerto de Ezeiza y en Aeroparque. Anticipándose a eventuales medidas de fuerza, Macri apuntó al personal jerárquico aeronáutico: “Aerolíneas Argentinas nos cuesta dos jardines de infantes por semana y tenemos que construir 3000 jardines para que todos los chicos de hasta cinco años”, fue la imagen marketinera que eligió para generar en la opinión pública el clima apto para ir hacia una privatización. Esta idea se refuerza con una política diseñada por dos ex directivos LAN, Gustavo Lopetegui y Mario Quintana, coordinadores económicos generales de la Jefatura de Gabinete, que favorece los negocios de las aerolíneas extranjeras en desmedro de la línea de bandera.
Los cinco gremios, en donde se incluye a la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA) de Austral, no quieren se parte de una estrategia oficial para privatizar Aerolíneas. Según explicaron a este diario, el período rentable para el negocio aerocomercial contempla la mitad del mes de diciembre, enero, febrero y parte de julio. Entienden que el gobierno está empujando a los trabajadores del gremio al paro en un mes, como es octubre o noviembre -de baja actividad-, para echarles la culpa por los números flojos de la compañía y no reconocer que el desplome de la actividad económica redujo el flujo de turismo y obligó a la compañía a ofrecer promociones para mostrar un volumen de ventas aceptable pero con bajo nivel de ingresos. En contraposición, tratan de hacer buena letra hasta diciembre. “No entienden la importancia de los pilotos, como en el hecho de ayer (por anteayer) cuando reventó un motor en un vuelo a Nueva York, pero pudo aterrizarse sin daños económicos ni al pasaje de 300 personas. Y esos copilotos cobran 30.000 o 33.000 pesos”, señaló Biró.
La comisión directiva de APLA se reunió anteayer desde las 17 por espacio de más de cinco horas en la sede del gremio ubicada en la calle Lezica 4051, del barrio porteño de Almagro. En ese encuentro se aprobó por 35 votos a favor y sólo uno en contra el plan de acción para discutir el tope de 35 por ciento de aumento que pretende el gobierno. Se aprobó en esa reunión la moción de “avalar todo lo actuado por la Comisión Directiva y Comisión Paritaria hasta la fecha y repudiar cierta información periodística, que pretende dar la falsa imagen de divisiones o internas en la comunidad de pilotos, la que está unida y sindicalmente disciplinada, y en total armonía con sus directivos, en la lucha por un salario justo y condiciones dignas de trabajo”, según el comunicado que APLA difundió y lo publicó en su página web.
El gremio además habilitó a la Comisión Directiva de APLA para que decida todas las medidas de fuerza que correspondan en el marco de la lucha por la mejora salarial. Se declaró al gremio en situación de alerta, y a la presente Asamblea en estado de sesión permanente. Por su parte, la Unión Personal Superior de Aerolíneas Comerciales (UPSA) y la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) se mantienen en conciliación obligatoria con el Grupo Aerolíneas Argentinas, con quien realizan reuniones semanales pero sin avances importantes.
Los trabajadores de Aerolíneas postergaron cualquier medida de fuerza
Los pilotos no quieren pisar el palito
Los gremios creen que el Gobierno los provoca para que vayan a la huelga en un mes de poca actividad y así hacerlos responsables por los flojos números de la compañía. Si no hay acuerdo, las medidas llegarán a fines de año.
Este artículo fue publicado originalmente el día 29 de octubre de 2016