Los principales partidos de la derecha tradicional chilena anunciaron que rechazarán en el plebiscito del próximo cuatro de septiembre la nueva Carta Magna que una convención integrada en su mayoría por ciudadanos independientes está terminando de redactar. Renovación Nacional (RN), la Unión Demócrata Independiente (UDI) y Evópoli, que integraron la coalición con la que gobernó el derechista Sebastián Piñera en su segundo mandato (2018-2022), definieron sus posturas en distintos congresos celebrados este sábado, aunque no generaron sorpresa ya que desde hace semanas se intuía que iban a respaldar la opción del "Rechazo".
La convención constitucional, integrada por 154 ciudadanos en su mayoría independientes y progresistas, está en la fase de "armonización" del texto y entregará el cuatro de julio en una ceremonia oficial la propuesta final, que incluye derechos sociales como salud pública y universal, educación gratuita y de calidad, mejores pensiones, acceso a la vivienda y al agua.
La derecha tradicional, que apenas consiguió 37 escaños, alega que se trata de una norma "radical" y "excluyente", discutida sin consenso. Para Francisco Chahuán, líder de RN, el voto en contra de la propuesta constitucional servirá para defender "la libertad y las bases de la institucionalidad democrática". En Evópoli, en tanto, el senador Luciano Cruz-Coke aseguró: "Si vamos a ser agentes de cambio y brindar esa prometida casa de todos, tiene que ser sobre una base bien hecha, que respete la historia republicana del país".
En caso de aprobarse en el referéndum, que es de participación obligatoria para todos los mayores de 18 años, la nueva carta magna sustituiría a la actual, heredada del régimen de Augusto Pinochet (1973-1990) y considerada por muchos como el origen de las grandes desigualdades del país por su corte neoliberal.
Chile inició el proceso constituyente como la vía política para desarticular la ola de masivas protestas que comenzó en 2019 y dejó una treintena de fallecidos y miles de heridos. En un histórico plebiscito en octubre de 2020, casi un 80 por ciento de los chilenos se mostró a favor de cambiar el texto y en mayo del año siguiente se eligió en las urnas a los constituyentes.