Junto al ministro de Economía, Martín Guzmán, el Presidente presentará este lunes, a las 17, en el Museo del Bicentenario, el proyecto de ley que propone un gravamen a la renta inesperada generada por el aumento de precios de los alimentos en el contexto de la guerra entre Rusia y Ucrania. Tras la salida de Matías Kulfas del gabinete, luego de sus críticas a Cristina Fernández de Kirchner, con el proyecto el Ejecutivo busca --además de promover una mayor redistribución de la riqueza-- marcar un punto de inflexión en la interna oficialista y favorecer un mejor clima dentro del Frente de Todos.
"Esto va a propiciar un muy buen debate público, parecido al de la Ley de Aporte Solidario, porque alcanza a muy pocas empresas que han tenido enormes ganancias consecuencia de la guerra", explicaron desde el Gobierno y contaron que Alberto Fernández pidió que saquen del proyecto todo lo que tenía que ver con que paguen menos las empresas que invirtieron. "Con el solo hecho de verificar que has ganado lo que ganaste, aunque hayas reinvertido, tenés que pagar", detallaron. Sobre la interna del FdT, el Presidente asegura en la intimidad de Olivos que "en las discusiones de fondo no tenemos diferencias, tenemos más cuestiones de forma. No es el modelo, son los modales. En lo central pensamos igual".
Paso por paso, cómo se decidió la salida de Kulfas
Desde el entorno del mandatario aseguraron a Página/12 que la decisión de echar a Kulfas del Ministerio de Desarrollo Productivo --después de que este vinculara a la vicepresidenta con irregularidades en las obras del gasoducto Néstor Kirchner-- se dio porque "el Presidente defendió siempre la unidad del FdT y exigió que terminen con los off. Kulfas violó las dos directivas". En esa línea, expresaron que "más que un gesto a Cristina, fue un mensaje a los propios. Basta de librepensadores".
Según supo este diario, luego del acto del viernes, el propio Kulfas le envió un mensaje a Fernández diciendo algo similar a lo que luego difundieron desde su cartera en off y le comentó su molestia porque sentía que las críticas de CFK iban dirigidas a él. La respuesta del Presidente fue contundente: "No te lo está diciendo a vos. Calmate y desconectate". Pero Kulfas no le hizo caso. Al día siguiente, según cuentan, el mandatario no dudó un segundo en decirle al exministro que tenía que dejar el cargo porque "no es posible que estemos generando intrigas entre nosotros". Además, desde el Gobierno aclararon que "lo que dijo Kulfas es un exceso y no tiene razón".
El Presidente había arrancado el sábado en la Quinta de Olivos con la exinterventora de la AFI Cristina Caamaño y el nuevo titular de la agencia, Agustín Rossi. Luego Rossi se quedó y llegaron el canciller Santiago Cafiero y la secretaria de Relaciones Internacionales, Cecilia Todesca Bocco; el secretario de Relaciones Estratégicas, Gustavo Beliz, y el ministro Guzmán. Juntos comenzaron a planificar el discurso del Presidente en la Cumbre de las Américas, adonde viajará este martes a las 23.
Fernández definió que el texto que llevará a Los Ángeles girará sobre el fin de los bloqueos: planteará que se respete la decisión de cada país sobre su gobierno y que no haya más intromisión. Para cerrar, hablará de una mirada a futuro sobre una América Latina unida. El mandatario, tal como acordó con su par mexicano, Andrés Manuel López Obrador, va a reclamar por las ausencias de Venezuela, Cuba y Nicaragua en la cumbre. Fernández considera que su presencia es más importante que una eventual ausencia en el encuentro: "A esos lugares hay que ir y dar tu voz", expresa Fernández sobre ese tema en la intimidad.
La oferta a Massa
La jornada dio un giro de 180 grados cuando terminó la reunión y el teléfono del Presidente se puso al rojo vivo. Fernández llamó al titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, para pedirle que fuera a Olivos, ya que el tigrense se convirtió en uno de los principales interlocutores de Fernández. Una vez allí, ambos analizaron la situación y el mandatario le propuso a Massa hacerse cargo de la cartera de Desarrollo Productivo. Después de conversarlo un largo rato, arribaron a la conclusión de que lo mejor era que Massa se quede en la presidencia de la Cámara. "No hay quién lo reemplace y tenga el diálogo que él tiene con los legisladores de la oposición --tanto de Juntos como de la izquierda--, como con Máximo Kirchner", resaltaron desde Olivos.
Fernández también le ofreció el puesto a Todesca, que finalmente se quedará en Cancillería, y a Scioli, que aceptó de inmediato. Durante el llamado telefónico que ocurrió a última hora del sábado, el embajador en Brasil le pidió al Presidente que le dé una semana para poder organizar cuestiones pendientes y Fernández aceptó porque él viajará a Estados Unidos y prefiere demorar la asunción hasta la vuelta.
"Se posterga la asunción. La decisión ya está tomada", aseguraron desde el entorno de Scioli a este diario. Además, agregaron que "Daniel tiene una visión productivista que AF conoce y por eso lo convocó". Desde el Gobierno comentaron que Fernández le aclaró a Scioli que la estructura del ministerio deberá mantenerse porque "el problema fue con el ministro, no con el funcionamiento de la cartera".
En Balcarce 50 aclararon que "por ahora no habrá más cambios en el gabinete", y repitieron que "Guzmán no se toca y eso no está en discusión". La inflación, plantearon, "está en proceso de descenso y las tarifas se van a corregir al mismo tiempo que saldrá la segmentación".
Discursos y diferencias internas
El viernes el Presidente llegó a Tecnópolis con un discurso preparado que prefirió dejar a un costado cuando Cristina Kirchner comenzó a hablar. Para el Presidente en los discursos del viernes quedaron expuestas las diferencias que existen entre él y la vicepresidenta. CFK, según su punto de vista, entiende que el futuro se construye sobre la base del pasado y el planteo del Presidente es que el futuro se construye desde el presente.
El mandatario está molesto porque piensa que CFK no tiene en consideración que a él le tocó gobernar durante una pandemia y una guerra, en el marco de problemas energéticos y hambrunas. "Alberto siente que muchos, incluso la vicepresidenta, empiezan a leer el libro en el capítulo cuatro y se olvidan de todo lo que pasó antes", dicen desde su entorno. Más allá de considerarla una excelente oradora, cerca de Fernández indican que "lo que Cristina hizo durante su gobierno lamentablemente no es aplicable en el presente. El mundo era otro. No había deuda con el FMI, no había pandemia ni guerra. No hay que olvidarse de eso".
El debate por las retenciones
En Casa Rosada insisten, a diferencia de lo que creen correcto desde el kirchnerismo, con que las retenciones no se pueden modificar por decreto. "La famosa 125 fue una resolución del ministro de Economía. En ese momento el Congreso había delegado ciertas facultades en el Poder Ejecutivo para fijar los derechos de exportación, pero esas facultades delegadas cayeron en 2009. Por lo tanto, el PE no tiene facultad para poner retenciones. Se la han quitado", explican desde el Gobierno.
Además, agregan que "teníamos un régimen de retenciones que pusimos en el año 2019 que, siguiendo un fallo de la Corte, nos dice que delegan al PE la facultad de fijar retenciones entre cierta franja y ponen un mínimo de 5 y un máximo de 15. Esa ley se dictó en 2019, siguió en 2020, en 2021 se prorrogó dentro del Presupuesto y estaba prorrogada en el Presupuesto de 2022, pero como no se aprobó nos quedamos sin esa facultad". Desde el Gobierno aclaran que tampoco pueden hacerlo por DNU porque "los DNU están expresamente prohibidos en materia impositiva, en cuestiones penales y electorales".
Si la definición, de todos modos, fuese aumentarlas, en Casa Rosada consideran que sería en vano porque la mayor parte de la cosecha está vendida. "Podrías pensar en aumentar retenciones el año que viene, pero no tiene sentido generar todo ese problema ahora", resaltan.