Una familia del barrio Taranto, en la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán, denunció a policías de la Comisaría 25 por violencia institucional. Manifestó que están siendo hostigados, y que desde la noche del 31 de mayo, tres familiares se encuentran detenidxs con distintas causas judiciales en su contra, que serían armadas por el personal policial. Interviene la Fiscalía de Derechos Humanos.
Según lo relatado por Marcela Acosta, quien realizó una denuncia formal, el pasado 31 de mayo la policía persiguió a su sobrino de 18 años, quien tiene consumo problemático de sustancias estupefacientes. Alrededor de las 21 los policías Renzo Mamaní y Aparicio Alvear, que se trasladaban en un móvil policial, hicieron tiros a dos cuadras de su casa. “Mi hermana (María D. Quiroz) fue a ver porque sabía que su hijo era hostigado siempre. Lo encontró al hijo a media cuadra. El móvil pasó y los policías la insultaron y ella les dijo que por qué no a van a buscar a los que venden drogas. Todo el tiempo (al hijo) lo tratan de putito”, aseguró.
Acosta explicó que en su barrio, “hay muchos niños y adolescentes adictxs, alrededor de 15, la policía les hace tiros y los llevan cuando están duros. Acá hay mucha droga. Deriva todo de ahí”.
“Hacemos culpable a Mamani que es el que hostiga a mi familia, por problemas personales con mi hermano mayor. Por una cuestión de infidelidad. Está pagando toda la familia”, aseguró la mujer.
Acosta relató que el 31 de mayo, luego del primer incidente, pasadas las 23, sintieron un ruido fuerte de la moto contra la puerta de entrada y luego disparos realizados por policías desde afuera hacia el terreno, en que el hay dos viviendas, una suya en la que habita con su marido, Manuel Escobar, y tres hijos de 8, 15 y 22 años, y la otra de la hermana, que se encontraba en ese momento con su bebé de 8 meses.
Contó que su hermana, María Quiroz, salió a ver qué pasaba y reclamó a los policías que estaban disparando a la casa. “Yo salí, escuchaba tiros. A mi hermana la estaban golpeando, había una policía femenina agarrándola del cuello”, añadió.
Acosta dijo que guardó la moto dentro del terreno y supo que su sobrino, que estaba siendo perseguido, se había escapado corriendo. “Empiezan a llover piedras de chicos del barrio que le pegan al móvil porque los policías le estaban pegando a mi hermana. Los policías hacían tiros a lo loco”, relató.
Entonces su hijo de 15 años empezó a filmar con el celular a los efectivos. “Un policía pedía refuerzos. El policía Alvear bajó del móvil, se dirige a mi hijo apuntándole a la cara. Yo lo corro a mi hijo y le digo al policía que ‘con mi hijo no’, que es menor de edad y no es un delincuente, bajó el arma y los chicos dejaron de apedrear”, contó.
Después, “llegó el refuerzo, vinieron más de 5 motos, una camioneta y un carro, todos pararon fuera de la casa. Aparicio Alvear les dice que entren por la moto. Yo con mi mano sujeto la puerta. Mis hijos estaban encerrados. El bebé estaba adentro. No quise dejarlos entrar. Pero tiran el lugar". En ese momento apareció su marido y los policías "lo agarraron, lo tiraron al suelo golpeándolo, lo ramearon (arrastraron) por todo el terreno”, relató la vecina. Añadió que Alvaer también apuntó con un arma a su hijo mayor, “invitándolo a que salga”.
Según el relato de la denunciante, en ese marco fueron detenidxs su marido y su hermana, quienes fueron llevados a la Comisaría 25, donde siguieron siendo golpeadxs. Luego lxs llevaron al Hospital San Vicente de Paul. “No les permitían a ella ni a mi marido levantar la cabeza. Ella tenía hematomas, la patearon los policías hombres, y la femenina era una tal llamada China. Mi marido estaba descalzo, sin abrigo, no me permitieron darle calzado”, sostuvo.
Añadió que su sigue detenido en la Comisaría 25 y su hermana, en la Cárcel de Mujeres de Orán. “Están detenidos por resistencia a la autoridad, tentativa contra la policía y por robo de la moto que es mi hermana (Quiroz) y de la que tenemos los papeles”, aseguró.
Otro detenido la misma noche
Por otro lado, Acosta informó que la madrugada del 1 de junio también detuvieron a su hermano Enrique Quiroz. “Nos enteramos que Renzo Mamani lo hace perseguir, lo llevaron hacia el río. Mi hermano apareció mojado y con hematomas en la cabeza. Lo detuvieron en la Comisaría 25 de Aeroparque. Mamani lo acusó de haber querido quemarle la casa. Cuando fuimos en la mañana al Ministerio Público, lo vimos a mi hermano también detenido”, relató.
Acosta indicó que Enrique Quiroz le contó a su madre, “que cuando se dirigía a su casa en un caballo, un móvil policial lo choca al caballo y a él, a tres cuadras del domicilio. Lo tiran, corre, pero lo atrapan. Lo llevaron a un río, lo ahogan, lo golpean, lo patean, entre tres o cuatro policías, después lo llevaron a la Comisaría 25”, señaló.
Enrique fue llevado a la misma comisaría donde se encontraban lxs dos familiares detenidxs. “Mi hermana me contó que detrás de Enrique llega el señor Renzo Mamaní, quien lo golpea en la mandíbula, y dice que le intentó quemar la casa, lo sigue golpeando, y empieza a convulsionar. Mi hermana pidió asistencia médica y Renzo le dice que 'eso es de tanta droga'”, contó.
Acosta indicó que luego intervino el SAMEC que verificó que su hermano tenía la presión alta y lo llevaron a la guardia del hospital, “donde lo hacen revisar y el médico pregunta qué pasó. El policía respondió que se golpeó con la camioneta. El médico dijo que no parecía que se hubiera golpeado con la camioneta y le pidió una placa”.
La vecina dijo que vio a su marido el jueves, en mal estado. Además, su hermana está incomunicada y tiene un bebé lactante que sufre por la pérdida del contacto. Enrique también está incomunicado en la Comisaría y todavía no lo llevaron a declarar a la Fiscalía, la denunciante cree que es porque sigue muy golpeado y le dañaron la mandíbula.
Asimismo, Acosta contó que que cuando su hijo de 15 años iba al colegio, a las 7 de la mañana del 1 de junio, seis policías lo pararon para revisarle la mochila, a pesar de que iba con uniforme escolar y estaba con otros compañeros. "Los entran a revisar a todos. Fui a ver lo que pasaba, un policía me dijo que estaban viendo si tenían droga”, sostuvo.
Golpeado y amenazado
Esa misma mañana, “después llega un chico, diciéndome que los policías lo alzaron a mi sobrino”, relató Acosta. Se trata del adolescente de 18 años al que inicialmente perseguían los policías. “Lo golpearon, lo patearon y lo tiraron con un papel, diciéndole que ‘no contés nada de lo que te acabamos de hacer’. Lo llevaron maniatado, con la cabeza hacia abajo, no sabe por donde lo trasladaron. Le dijeron que se presente en la Fiscalía 2, él por miedo no denunció”, sostuvo.
La denunciante añadió que después los policías volvieron al barrio a presionar a una almacenera para que denuncie a este chico por un intento de robo. Esta mujer le dijo que esa mañana el adolescente le había pedido cigarrillos y luego los policías se lo llevaron. “Me contó que fueron 2 policías a decirle, ‘señora usted no se dio cuenta de que le quería robar y tenía un cuchillo', le dijeron vaya y haga la denuncia. Ella les dijo que no porque el chico solo le estaba pidiendo cigarros”, relató.
Acosta sostuvo que la persecución a su hermana y a este adolescente es porque en abril María Quiroz denunció a los pollicías porque lo “desmayaron a golpes”. Contó que el 31 de mayo, mientras la golpeaban a su hermana, los efectivos le dijeron que mientras siga denunciando la iban a seguir persiguiendo. La denunciante dijo que su sobrino fue operado de la cabeza por un piedrazo que recibió y a raíz de eso "se pierde" y debe estar medicado, sostuvo que con la madre buscaron ayuda del Estado por la problemática de adicciones pero hasta el momento no la han encontrado.
Acosta sostuvo que en su familia sienten temor de la policía, y no pueden salir tranquilos a la calle: “Consideramos que estamos en peligro por la gente que nos tiene que cuidar”. Además, dijo que sus familiares tienen solo la representación del defensor oficial Fernando Gil porque no tienen dinero para pagar un abogado particular.
La policía de Salta informó a Salta/12 que interviene en las causas contra estas tres personas la Fiscalía penal 2 de Orán. "Están a disposición de la justicia y los hechos se encuentran en investigación", indicó.