Los Golden State Warriors arrasaron el domingo 107-88 a los Boston Celtics para igualar 1-1 las Finales de la NBA, con una destacada actuación de Stephen Curry, con 29 puntos en solo tres cuartos, quien va en busca de su cuarto anillo y de conseguir, por primera vez, ser MVP de una final.
Los Warriors, que el jueves dejaron escapar el primer triunfo de la serie, se encargaron de evitar sorpresas esta vez con una segunda mitad encendida ante su público en el Chase Center, en San Francisco.
"Salimos con la energía y enfoque correctos -subrayó Curry-. Dijimos que debíamos jugar con desesperación y eso es lo que hicimos".
La actuación de los Boston Celtics
Con 28 puntos y 6 triples, el alero Jayson Tatum fue el mejor de los Celtics, que volvieron a fallar en la protección de la pelota con hasta 18 pérdidas.
"Esas pérdidas de la pelota y nuestra mala ofensiva contribuyeron a sus rachas", admitió el técnico de Boston, Ime Udoka, y agregó que "un equipo que anota tan bien como ellos no necesita que le ayudemos".
El escolta Jaylen Brown aportó 17 tantos para el conjunto visitante, pero el resto del quinteto inicial -Al Horford, Marcus Smart y Robert Williams- apenas anotó 2 puntos cada uno.
"Esos dos chicos (Tatum y Brown) crean mucho juego. Contuvimos al resto y se lo pusimos difícil -dijo Curry-. Nuestro tercer cuarto fue genial y conseguimos suficiente distancia para que el último fuera un poco más fácil esta noche".
El momento clave: el tercer cuarto
El mejor momento de Curry en el partido fue el tercer cuarto en el que marcó los 14 puntos que empujaron a los Golden State a un parcial de 35-14, que culminó culminado con un triple desde casi medio campo de Jordan Poole (17).
En solo 32 minutos en pista, Curry añadió a su cuenta 5 triples, 6 rebotes, 4 asistencias y 3 robos en el 30º partido de Finales de su carrera.
Los Warriors lograron dejar atrás su estrepitosa derrota del jueves pasado, cuando Boston levantó una ventaja de 12 puntos para imponerse por 120-108. El equipo de San Francisco sigue así en la pelea en las sextas finales que han disputado desde 2015.
Jaylen Brown, un jugador neutralizado
Este domingo, el entrenador de Golden State, el exjugador Steve Kerr, logró neutralizar a Jaylen Brown -quien había sido el principal artífice de la remontada del jueves- oponiéndole a Draymond Green.
Green estuvo al borde de ser expulsado por una segunda técnica antes del descanso, cuando dejó sus piernas encima de Brown al caer ambos al suelo y darle luego un ligero empujón.
"Eso es lo que hace Draymond Green. Hará lo que sea necesario para ganar -declaró Brown-. Lo pusieron sobre mí para ser físicos, enfangar el juego, agarrarme y, en general, aumentar la intensidad. Creo que se han salido con la suya esta noche".
"Curry marca la pauta en ataque y mi trabajo es hacerlo en defensa. Y quería hacerlo desde el principio", justificó Green, que terminó con 9 puntos, 5 rebotes y 7 asistencias.
Triple de media cancha
Ante una defensa más intensa de Golden State, los Celtics dependían de Tatum y Brown, que acumulaban 26 de los 30 puntos del primer cuarto.
Tatum, que sumaba 21 puntos al descanso, se rehízo de su mediocre debut del jueves en unas Finales, con apenas 12 puntos.
Del otro lado, Curry cargaba con el peso en ataque de los Warriors antes de que el joven Jordan Poole se le uniera en la explosión del tercer cuarto.
Los Celtics se habían ido al vestuario con solo un punto de desventaja (51-50) pero, como casi siempre, los Warriors subieron de marcha y Curry desató la tormenta con varias canastas imposibles, incluidos tres espectaculares triples.
Jordan Poole lo imitó con un triple desde casi medio campo sobre la bocina que hizo vibrar las gradas del Chase Center.
"Fue un gran tiro para que el público se metiera en el juego", le reconoció Curry. Poole "es capaz de eso. Lanzamos de media cancha en cada práctica y tenemos una competencia en marcha y él se puso en delante con ese tiro".
Con una ventaja para los Warriors de 23 puntos (87-64), tanto Curry como las figuras de los Celtics fueron reservados en el último cuarto para la tercera batalla de la serie, que tendrá lugar el miércoles en el TD Garden de Boston.