Cartas y contracartas. Tweets y contratweets. Mauricio Macri y Gerardo Morales parecieron decidir que la interna de Juntos por el Cambio no tenía por qué quedarse atrás de la del Frente de Todos y salieron a decirse de todo. Morales acusó al ex presidente de querer romper Juntos por el Cambio para irse con Javier Milei. El ex mandatario le respondió al titular de la UCR que su apreciación era "desmesurada" y sus adláteres lo mandaron a tomarse un Rivotril. Morales volvió a la carga y sostuvo que Macri hace campaña para mantenerse relevante atacando a sus socios electorales. Detrás de los fuegos de artificio se esconde la gran pregunta: ¿quién encabezará la lista presidencial el año que viene? ¿La UCR o el PRO?
Es un juego de desconfianzas: en el radicalismo, creen que Macri hace esos golpes de efecto para volver a estar en la escena pública y no pasar a la intrascendencia. En espejo, en el PRO creen que la forma en la que le contesta Morales a Macri es para ser noticia y posicionarse como el candidato de la UCR para la presidencia.
Todo comenzó (si es que estas cosas tienen un comienzo) en una conferencia --de esas en las que populismo es tomado como la suma de todos los males-- en la que Macri situó a Hipólito Yrigoyen como uno de los primeros populistas. "El populismo se originó en Latinoamérica y tal vez en Argentina
es donde arrancó, primero con Yrigoyen y después con Perón y Evita", mencionó.
Tenés una carta
La respuesta de la UCR no se hizo esperar. Morales le contestó con una carta extensa en la que lo cuestionó por esa caracterización y lo acusó de querer romper Juntos por el Cambio.
"El camino es la tolerancia y el diálogo, atributos que
nos exige la sociedad a quienes tenemos responsabilidad política. Los mismos atributos que hasta hace poco reivindicabas de Hipólito Yrigoyen,
un estadista como pocos. Como presidente del radicalismo no puedo dejar
pasar tu última descalificación sobre quién fue el primer presidente
electo por el voto popular, dejando atrás décadas de fraude y
corrupción", le enrostró a Macri. "Si tu intención es romper JxC para buscar un acuerdo con
sectores de la extrema derecha antidemocrática, lo mejor es decirlo
concretamente", afirmó.
"Atacar la identidad de un partido no ayuda, es incompresible", sostuvo el presidente de la Convención Nacional de la UCR, Gastón Manes.
Respuesta PRO
Los halcones de Macri fueron los primeros en ir a trabajarle las costillas a Morales. "Si contestáramos todas las críticas de radicales al PRO con tu misma
historia se rompería todo. ¿Buscás eso? Calmate un poco, probá con
Rivotril", le contestó el diputado Fernando Iglesias, fiel a su estilo. “Distraer la atención de las calamidades de este gobierno de incapaces es un gran irresponsabilidad,
y nosotros no caemos en ello. Este fin de semana han agregado que se
echan mutuamente sospechas de corrupción en un gobierno que desvanece
día tras día”, comentó Hernán Lombardi, cercano a Macri.
El ex presidente ensayó un tono menos agresivo: no lo trató a Morales de "irresponsable" ni lo mandó a consumir psicofármacos, solo acusó que su carta era "a todas luces desmesurada". Y compartió un discurso suyo. "Siempre valoré las ideas del radicalismo en sus distintos matices", aseguró.
No dejó, no obstante, de cuestionar la carta del titular de la UCR: "Lamento especialmente lo inoportuna que resulta frente a la angustia y el hartazgo de los argentinos, que hoy nos reclaman unidad y claridad en nuestras ideas sobre cómo vamos a sacar el país adelante", escribió Macri.
Respuesta a la respuesta
Morales no solo no se conformó con esa respuesta de Macri, sino que volvió a la carta, esta vez en un reportaje radial. Allí dijo que Macri "debiera ocupar un rol más lateral; ha sido presidente, puede aportar de mejor forma en Juntos por el Cambio". "Las actitudes que él genera buscando centralidad para ser candidato entorpecen la carrera política de algunos emergentes del PRO, como Patricia Bullrich o Horacio Rodríguez Larreta", lanzó.
El gobernador de Jujuy también advirtió que "no es la primera vez" que Macri los agravia. Indicó que lo que dijo o bien es "una expresión de mala fe o de desconocimiento de la historia de nuestro país". "Actuó con mala fe si es que tiene la intención de un acuerdo con la ultraderecha, antidemocrática, que es la expresión que hoy surge a partir de la antipolítica", afirmó, en obvia alusión a Milei. A su vez, Morales avisó que tiene en mente otra política de alianzas: "Pensamos en sectores del peronismo que tengan coincidencias programáticas", afirmó.
Ni Bullrich, ni Larreta dijeron esta boca es mía ante el entredicho. Cerca de la presidenta del PRO, analizaron que Morales se muere de ganas por jubilar a Macri pero no parece que vaya a poder.