El fiscal federal Fernando Arrigó pidió ayer 20 años de prisión para Esteban Lindor Alvarado en el juicio que se le sigue por el tráfico de casi 500 kilos de marihuana detectado en noviembre de 2017 en Río Negro. El representante del ministerio público también pidió ayer el desarchivo de una causa federal que debió investigar el nivel de complicidad de la policía santafesina con la banda de Alvarado , que fue archivada por un juez federal rosarino. "Traficaba drogas, hacía todo lo que fuera ilícito, tenía tarifado a un sector corrupto de la Policía de Santa Fe y utilizaba sociedades legales para enmascarar la empresa criminal", le dijo Arrigó ayer a Rosario /12. Los jueces del tribunal son Ricardo Vázquez, Otmar Paulucci y Eugenio Rodríguez. El capo narco fue condenado el último viernes a prisión perpetua por la Justicia ordinaria santafesina, quien lo encontró responsables de la instigación de dos homicidios, cinco hechos de lavado de activos, balaceras a edificios judiciales y un atentado a tiro al domicilio de una investigador del MPA.

-¿Cuáles fueron las bases de su alegato? preguntó Rosario/12.

- Que esta es una organización criminal liderada por Alvarado dónde eran utilizados tanto personas jurídicas como sujetos particulares, en distintos roles. Algunos en la tercera línea, algunos en la segunda y otros eran su mano derecha como Jorge Benegas. Con una ingeniería a nivel de personas jurídicas digna de destacar, que hizo también connivencia con funcionarios de la policía de Santa Fe que mantuvieron al margen de la investigación criminal durante tantos años, lo que hizo posible la convivencia al punto que estamos viendo.

- ¿Cuál es el nivel de complicidad policial que ha encontrado?

-Bueno va desde funcionarios policiales como Luis Quevertoque ( efe de la Brigada de Judiciales) que iba marcándole por donde pasar con los camiones con droga para evitar los controles de Gendarmería o de otra fuerza de seguridad, hasta borrar las pruebas que hubieran podido incriminar a Alvarado en un delito. Es lo que llamamos el hombre detrás del autor.

Según explicó Arrigó ayer a este diario quedó en claro a lo largo del juicio que Alvarado organizó el envío de 439 kilos de marihuana desde Rosario a Río Negro, los cuales fueron interceptados por la Policía de esa provincia el 24 de noviembre de 2017 en un camión Scania con un semirremolque Random.

Por la mañana de ese día un empleado del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) revisó el camión en el que percibió "un fuerte olor a marihuana" y bultos "envueltos en nylon en la cama ubicada detrás de los asientos", según informó en su momento el Ministerio Público Fiscal. A los inspectores también les llamó la atención que un Chevrolet Vectra que iba adelante del camión, se detuviera en la banquina cuando el transporte fue controlado.

El empleado del Senasa dio aviso al Cuerpo de Seguridad Vial de General Roca, que lo detuvo antes de ingresar a esa localidad rionegrina y le secuestró 79 panes de marihuana. En el camión Scania viajaban los hermanos Jesús José y Marcos Esteban Rodríguez, mientras que en el Vectra blanco que hacía de "puntero" iban José Luis Di Marco y Ricardo Ariel Ianni.

En mayo de 2019 el Tribunal Oral Federal de General Roca condenó a Ianni y a Jesús Rodríguez a 6 años y 4 meses de prisión, y 6 años, respectivamente; por tráfico de estupefacientes en la modalidad de transporte. En tanto que Marcos Rodríguez y Di Marco recibieron una pena de 4 años. Sin embargo, en aquél juicio no se estableció quién fue el organizador del envío.

Recién a partir de la investigación de la Justicia ordinaria santafesina, iniciada a fines de 2018, se determinó que el camión que transportaba la droga era propiedad de Toia SRL, sigla de los nombres de Nadia Toledo y Ricardo Ianni.

También una denuncia anónima recibida en la Justicia Federal dio cuenta de ese vínculo. Por su parte, Ianni iba en el auto que hacía de puntero y, según la investigación federal, apareció entre las visitas que Alvarado recibía en la cárcel –entre 2012 y 2018- mientras cumplía una condena por robo de autos. Toledo, a su vez, fue condenada en un juicio abreviado por lavado de activos y como miembro de una asociación ilícita liderada por Alvarado.

Mientras que el semirremolque Random secuestrado estaba a nombre de Roberto Peralta, exchofer de la empresa Logística Santino (controlada por Alvarado a través de su exesposa, Rosa Capuano) y registrado como empleado de Jorge Benegas, un hombre condenado el año pasado como mano derecha del jefe de la organización y operador comercial del mismo.