La escandalosa caída de Vicentin hasta ahora nunca había alcanzado escenas como la que se produjo ayer, y para colmo en Avellaneda: policías de la Agencia de Investigación Criminal llegaron y arrestaron en su casa al contador Omar Scarel, el presidente del directorio del grupo agroexportador en default. El ejecutivo, ya imputado el año pasado por estafas multimillonarias, no zafó como aquella vez del pedido de detención. El fiscal de Delitos Económicos, Sebastián Narvaja, decidió que quede preso porque realizó maniobras para vender de manera ilegal acciones de la fábrica de biodiesel Renova a pesar de que hay una medida cautelar que lo prohíbe, e inducir al error a los acreedores del concurso al aceptar una propuesta de pago con el producido de esa venta ilegítima (ver edición nacional).