Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, anunciaron el envío al Congreso del proyecto de ley para gravar a las empresas que tuvieron ganancias extraordinarias por la suba de precios en el marco de la guerra entre Rusia y Ucrania. Se trata de una iniciativa que desde el kirchnerismo es vista con buenos ojos porque brega por generar una mayor redistribución de la riqueza, justamente lo que desde ese sector le vienen reclamando al Presidente. El anuncio se dio en un contexto convulsionado dentro del Frente de Todos, que terminó con la renuncia del ahora exministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas. Durante el acto, rodeado de funcionarios cercanos a su espacio, pero también de otros más ligados al kirchnerismo, el jefe de Estado dijo que la aprobación de la norma "no es una obligación del Frente de Todos sino de todos los diputados y senadores porque necesitamos que en una situación tan ingrata unos pocos no ganen tanto en desmedro de las inmensas mayorías". A su turno, Guzmán detalló que se tratará de una alícuota enfocada en un conjunto de empresas con ganancias netas imponibles superiores a los mil millones de pesos.
La bomba de Kulfas antes del acto
Minutos antes de que comenzaran los discursos, Kulfas abandonaba la Casa Rosada después de conversar más de media hora con el Presidente, luego con el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y con la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra. El exministro publicó una carta donde ratificaba lo que dijo el viernes en contra de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, en la AM750. Las 14 páginas del escrito, que Kulfas se encargó de enviar personalmente a algunos periodistas, alteraron a todos los presentes que ya estaban ubicados en sus sillas dentro del Museo del Bicentenario esperando que llegara Fernández.
Desde Balcarce 50 desestimaron las expresiones de Kulfas y trataron de bajarle el tono al escrito: "Ya lo echamos. No pasa nada. No es nuestro", dijeron a Página/12. Otro de los funcionarios presentes, que es conocido por ser interlocutor tanto del Presidente como de la vicepresidenta, expresó sobre la carta que "que él ratifique lo que quiera. Lo importante es la decisión que tomó el Presidente, que significó un muy buen uso de la lapicera". Horas más tarde, la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, remarcaba que "el gobierno nacional rechaza las acusaciones vertidas por Matías Kulfas en su carta de renuncia y no comparte los conceptos sostenidos en ese sentido".
Los discursos del Presidente y Guzmán
Fernández bajó de su despacho junto a Guzmán y Cerruti, y antes de entrar al Museo del Bicentenario lo esperaban el canciller, Santiago Cafiero, y el jefe de Gabinete, Juan Manzur. Más temprano, el mandatario había estado con Kulfas y antes con el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, a quien invitó a que se sume a la comitiva que viajará a Los Ángeles. Guzmán y Fernández estuvieron durante el acto rodeados de funcionarios y diputados cercanos a su sector, como Cafiero; Ibarra; Victoria Tolosa Paz y el secretario de Presidencia, Julio Vitobello; pero también de diputados del espacio que fueron críticos a la gestión de Guzmán y que incluso votaron en contra o se abstuvieron de acompañar el acuerdo con el FMI, como los sindicalistas Hugo Yasky y Sergio Palazzo y miembros del espacio Patria Grande como los diputados Itai Hagman y Natalia Zaracho y el dirigente social Juan Grabois, entre otros.
Durante su intervención, Fernández resaltó que "la guerra nos somete a que millones de seres humanos entren en riesgo y a que muy poquitos ganen muchísimo con los efectos de este conflicto, y esa es la inmoralidad e indecencia que desde la política y desde el manejo del Estado no se debe permitir". Entre el público lo escuchaban atentos el ministro del Interior, Wado de Pedro, y el sindicalista Pablo Moyano, entre otros. "Esa ganancia que nadie esperaba tener, porque nadie esperaba una guerra de estas características, no llega al conjunto social. En la Argentina tienen un efecto dual, porque ganamos vendiendo trigo porque el trigo sube, pero a la vez nadie desacopla los precios internos, que entonces suben a la par del precio internacional", agregó.
Para finalizar, el mandatario expresó que "si unos ganan mucho mientras millones se empobrecen, eso no es una sociedad, se parece más a una estafa. Y no hemos venido para convalidar estafas sino igualdades, para equilibrar aquello que se ha desequilibrado". Guzmán, en tanto, añadió que "la guerra de Ucrania generó grandes problemas a todas las naciones, y la Argentina no está exenta de eso. Pero hay sectores que se han beneficiado por la guerra, por el tipo de negocio que desempeñan".
"En general, ha habido un shock a la distribución de los ingresos y las riquezas, y si no se hace nada habrá mayor desigualdad e inequidad", puntualizó el ministro de Economía. En esa línea, resaltó que "hemos diseñado un mecanismo para que eso no ocurra y que busca que en Argentina haya mayor equidad fomentando la inversión y el desarrollo productivo". Guzmán explicó que uno de los criterios para la imposición de la alícuota es que el margen de ganancia en el 2022 sea superior al 10 por ciento y que también se aplicará cuando "el aumento de margen de ganancia en 2022, en relación a 2021, haya crecido en un 20 por ciento o más". Sobre la vigencia, explicaron que se aplicará a empresas que cumplan las condiciones definidas según balances finalizados luego de la sanción de la ley y durante un año a partir de esa fecha. Tal como adelantó este diario, no se incorporó al proyecto la idea de que paguen menos las empresas que reinvirtieron.
El debate en el Congreso
Al finalizar el acto, el diputado y secretario general de la CGT, Hugo Yasky, aseguró a Página/12 que el proyecto "es una buena decisión para evitar que la crisis de la guerra impacte en los sectores populares", y adelantó que el escrito ingresará al Congreso por la Cámara de Diputados. En ese sentido, opinó que el oficialismo tendrá "un número muy ajustado. Se viene una tarea muy difícil por delante, porque la oposición siempre ha tratado de oponerse a este tipo de proyectos, pero entiendo que hay sectores de ellos y distintos gobernadores que tienen una sensibilidad especial tratándose de un tema como este y espero que eso ayude". Cerca del Presidente agregaron que consideran que "va a ser un debate fuerte, pero es un proyecto y se puede modificar. No es una letra pétrea, es para generar un debate y ahora los diputados son los encargados".
Sobre la interna del FdT y el posible momento de "tregua" que se podría comenzar a avizorar en el oficialismo, desde Casa Rosada indicaron: "Sabemos que el año 2022 es un año para gobernar y resolver problemas. La ley que se presentó hoy va en ese sentido. Este no es un año para pensar en candidaturas porque no hay 2023 sin 2022. Estamos muy contentos por el acto del viernes y por el gesto de unidad". "El off de Kulfas fue ridículo y se dijeron cosas que no tienen sentido. Podés juntar a CFK con quién quieras menos con Paolo Rocca", opinaron. Para finalizar, destacaron que "en los últimos días se incorporaron a la gestión jugadores de primer nivel como Daniel Scioli --que asumirá en Desarrollo Productivo cuando Fernández vuelva de la Cumbre de las Américas-- y Agustín Rossi, que reemplazará a Cristina Caamaño en la AFI. Eso significa que es un gobierno que está vital, que gestiona y resuelve los problemas de la gente".