En medio de su interna feroz con el radicalismo, Mauricio Macri acompañó a Patricia Bullrich en la presentación de sus equipos técnicos camino a la candidatura a presidenta de la titular del PRO. La exministra de Seguridad prometió hacer "cosas fuertes" si llega a ser electa y convocar a quienes "no le tiemble la mano" porque, acotó, "hay mucho cagón". Prometió eliminar 3000 leyes para "desburocratizar", prohibirle al Banco Central que emita para financiar al Estado y eliminar masivamente planes sociales.
La presentación de los equipos técnicos de Bullrich fue un virtual lanzamiento electoral, un año antes. El Yatch Club de Olivos se llenó de bullrichistas con pins y stickers que decían "Bullrichmanía. La presidenta del PRO se codeó con Macri, con quien se mostró risueña después de una semana donde los radicales lo acusaron de querer romper Juntos por el Cambio para armar un acuerdo con Javier Milei.
Al presentar su plan de Gobierno, Bullrich mencionó el narcotráfico en Rosario: “Vamos a tener que hacer cosas fuertes. Ya no nos va a alcanzar la Gendarmería”, dijo y dejó flotando en el aire la idea de recurrir a los militares, un sueño que no pudo cumplir en sus cuatro años como ministra, pero que impulsó una y otra vez dentro del gobierno de Macri. No aclaró, de todas formas, cuáles serían las "cosas fuertes" que tendrían que hacer las Fuerzas Armadas.
En un pasaje de un reportaje, no obstante, dio algunas pistas, incluso con referencias al caso de Santiago Maldonado: "Cómo tenés que hacer para ganarle a Baradel y que la educación funcione. Cómo tenés que hacer para que no te tomen empresas. Cómo tenés que hacer para hacer lo que tenés que hacer en el sur argentino y no regalar un metro más de tierra a los que no les corresponde".
Bullrich prometió que presentará tres leyes para derogar todo tipo de regulaciones estatales y ponerle un cepo a la emisión, a la que -evidentemente- considera la causa de la inflación. “Ya tenemos 3000 medidas entre leyes y regulaciones cuya palabra principal va a ser 'deróguese'. Vamos a desregular y desmafializar", dijo la presidenta del PRO. Además, volvió sobre la idea de pasar a tener una economía bimonetaria, con el dólar en pie de igualdad con el peso.
Señaló que en sus planes está trabajando Luciano Laspina, que llegó directo del encuentro de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) -nunca una mejor metáfora-, pero también reconoció aportes a Carlos Melconián y al intendente de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel, que es, además, su virtual candidato a gobernador.
Bullrich prometió pasar por la picadora los planes sociales. “Me dicen que es imposible sacar los planes en seis meses. Más imposible es no sacarlos porque se van a quedar para siempre. Si no lo hacemos con convicción nos comen el cambio", remarcó.
A Macri le dijo: “Quiero que confíes en que vamos a hacer lo mejor para la Argentina y que acá hay un equipo de gente que va a estar siempre a tu lado”. El ex presidente sonreía satisfecho ante todo lo que escuchó.
Cuando le tocó hablar, volvió a dirigir una crítica a Gerardo Morales por el internismo: "Si decimos que vamos a hacer un cambio en serio y en la previa nos matamos entre nosotros, ¿quién nos va a creer? La gente no es pelotuda”. Macri se mostró consciente de que las reformas antipopulares que plantean para 2023 van a enfrentar resistencia, como la enfrentó su gobierno. Y recordó la modificación que hicieron a las jubilaciones en 2017, en medio de una protesta y una represión salvaje. “Ellos se están preparando, en vez de 14 toneladas de piedras, serán miles de toneladas de piedras, pero si somos miles lo vamos a poder hacer”, dijo.
Sentado muy cerca de Bullrich, estuvo Federico Pinedo, quien quedó a cargo de coordinar los equipos técnicos. Además, estuvieron los infaltables Fernando Iglesias y Waldo Wolff, la mesa chica de Bullrich: Gerardo Milmann, Alberto Förhig y Juan Pablo Arenaza; Paula Bertol, Hernán Lombardi y Susana Decibe, a cargo del área educativa. Se hicieron presentes hombres del sector de Emilio Monzó, como Sebastián García de Luca y Nicolás Massot. Además, estaban el filósofo Santiago Kovadloff y el periodista Sergio Berensztein.
En una entrevista, Bullrich volvió sobre la interna con los radicales (a quienes, dijo, quiere "adentro" de Juntos por el Cambio). Dijo que las ideas y vueltas entre Macri y Morales son "disputas estériles". Y volvió sobre la idea de que en su gobierno necesitará medidas fuertes. "No solamente hay que llamar a los mejores. Hay que llamar a los que no les tiemble la mano, hay mucho cagón", lanzó.