El canciller de México, Marcelo Ebrard, resaltó la importancia de mantener los principios de inclusión y no intervencionismo tras la decisión del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador de no participar en la IX Cumbre de las Américas luego de que su par estadounidense Joe Biden decidió no invitar a Cuba, Venezuela y Nicaragua por considerarlos “no democráticos”.
América para todos
“Lo que está haciendo México es recuperar su mejor tradición de política exterior, aquella que pondera el respeto al derecho internacional y cuya piedra angular es la defensa del no intervencionismo”, aseguró el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, quien asiste a la Cumbre que arrancó esta semana en Los Ángeles, California, en representación del presidente mexicano que confirmó que no participará porque no se invitó a todos los países de América. En una opinión publicada en Página/12, Ebrard diferencia la actual diplomacia mexicana caracterizada por su autonomía de otras escuelas de pensamiento que postulan que “nuestros países deben plegarse sin cuestionar las decisiones de política exterior de Washington”.
“El presidente defiende así el principio de no intervención y acusa las contradicciones del principio de intervención selectiva”, afirma Ebrard en el texto. De acuerdo con el canciller, se trata de un cálculo estratégico hacia la construcción de un acuerdo inédito en las relaciones políticas y económicas del continente americano en el siglo XXI.
Prevalencia del multilateralismo
En el texto titulado América para todos o la Doctrina López Obrador, el canciller mexicano asegura que la decisión del líder del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) está "muy lejos de constituir una ocurrencia". Ebrard da cuenta de cómo a través de invasiones y pérdidas del territorio nacional, la diplomacia mexicana entendió su situación de desventaja ante Estados Unidos y las potencias europeas. “Para compensar o atemperar el desbalance, nuestros dirigentes y diplomáticos comprendieron que en el interés estratégico de México se encuentra postular la prevalencia del multilateralismo, el no intervencionismo y el derecho internacional”, indica el secretario de gobierno.
También remarca que la exclusión de países en la Cumbre de las Américas va en contra de los principios de México y que además es contradictoria a la realidad en otras organizaciones de gobernanza global como en el G20. Según el diplomático durante años los países occidentales convivieron y negociaron con regímenes que en otros foros califican como “no democráticos”, mismo calificativo que usa para no invitar a Nicolás Maduro, Miguel Díaz-Canel, y a Daniel Ortega al encuentro continental. “De aceptarse el postulado que se pretende imponer a la Cumbre de las Américas, no existirían la ONU ni el G20 ni el Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC), o al menos tendrían una membresía debilitada y resultarían inoperantes”, sentenció.
Ebrard recordó que el gobierno de Joe Biden impulsó un acercamiento con la Asociación de Naciones de Asía Sudoriental que incluyó el lanzamiento del Marco Económico del Indo-Pacífico “en los que varios de sus integrantes carecen de regímenes con el estándar democrático exigido a Cuba o Venezuela”. En esta línea, el canciller criticó que la llamada cláusula democrática sólo se aplica cuando es conveniente.
Una cumbre de todos
“La Cumbre de las Américas es o debería ser de todos, no de quienes la hospedan”, reclamó el diplomático tras subrayar que por principio ningún país tendría el derecho a excluir a otro de la participación en el encuentro que se desarrolla hasta el 10 de junio. A su vez, argumentó que en la Declaración de la Ciudad de Quebec durante la tercera Cumbre de las Américas en 2001 los países acordaron que ante la ruptura del sistema democrático llevarían a consulta la participación del Estado en cuestión en el proceso de cumbres. Ebrard criticó que dichas consultas no se llevaron a cabo para decidir la exclusión de Cuba en Los Ángeles a pesar de que la isla había sido invitada a las dos últimos encuentros continentales.
“Estados Unidos mantiene contra Cuba el régimen de sanciones económicas más antiguo de cualquier parte del mundo. Tras más de 60 años, el principal objetivo de las mismas no se ha conseguido; a saber: el derrocamiento del régimen revolucionario en esa nación del Caribe”, expuso el secretario de Exteriores que también se refirió a los datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) que cifró en 130 mil millones de dólares las pérdidas de la economía cubana como consecuencia de las sanciones estadounidenses.
Para el canciller de México los criterios de inclusión y no intervencionismo son fundamentales para pensar un nuevo orden interamericano. Ebrard repone el discurso del presidente López Obrador ante los cancilleres integrantes de la CELAC el año pasado en el que propuso un nuevo acuerdo para dejar atrás 200 años de una “historia de agravios que caracterizó la relación de Estados Unidos con sus vecinos latinoamericanos”. En ese momento, López Obrador propuso construir un comunidad "semejante a la Unión Europea, pero apegado a nuestra historia, a nuestra realidad y a nuestras identidades"