El presidente Mauricio Macri aseguró que una eventual candidatura de la ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner “no le preocupa”. “Ella expresa convencida un montón de cosas que realmente le han hecho mucho daño a la Argentina”, indicó, no obstante, en plan de polarizar. El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, se pronunció en el mismo sentido: “Es la que más representa la vuelta al pasado”. Por lo bajo, en el Gobierno indican que el mejor escenario para el oficialismo es que CFK y Florencio Randazzo vayan por separado. Si se suma a 1País, de Sergio Massa, el voto peronista en ese caso se dividiría en tres. “Todo este desorden nos favorece”, se sonreían los habitantes de la Casa Rosada ante la creciente interna peronista, que amenaza con terminar estallando en las elecciones generales.
Macri fue a levantarle el brazo al inesperado ganador de las elecciones a intendente de Corrientes, Eduardo Tassano. En una conferencia de prensa posterior, le preguntaron por la candidatura de la ex presidenta. “Tiene todo su derecho. No me preocupa. A mí me preocupa realmente seguir encontrando soluciones todos los días para que más argentinos sientan el cambio que se está dando en el país”, fue su primera respuesta.
Luego consideró que “las elecciones son algo que realmente hay que recorrer” y vaticinó una victoria del oficialismo. “Yo creo que la mayoría va a ratificar este rumbo y todos tienen derecho a competir”, aseguró. Sobre CFK, destacó que “ella expresa convencida un montón de cosas que realmente le han hecho mucho daño a la Argentina, porque haber empeñado, haber hipotecado el país a partir de no invertir en tener energía, en tener infraestructura, en cuidar el valor de la moneda y dejar que la inflación vuelva a afectar a los trabajadores, porque lo más dañino que puede haber para una persona que se esfuerza a partir de su trabajo todos los días es lo que genera la inflación”. El mandatario no hizo alusión, en este punto, a los 41 puntos de inflación del año pasado ni a los indicadores actuales, que todavía muestran números preocupantes. Se limitó a decir, al igual que lo hacía en la campaña, que la inflación “es un impuesto perverso que le roba a la gente parte de su trabajo”. Tampoco mencionó si el Gobierno revisará su política de ponerle un techo a las paritarias para que los sueldos no logren alcanzar la inflación.
Larreta fue en el mismo sentido: curiosamente, también sostuvo que ella “tiene derecho a ser candidata”, pero indicó que “ella es la que más representa la vuelta al pasado”. “Aquellos que vayan para esa opción están volviendo para atrás. La mayoría de la gente, sea quien sea el candidato de ellos, va a votar por continuar con el cambio, no quiere volver para atrás”, indicó.
Pese al intento de Macri de mostrarse despreocupado en Casa Rosada, no dejan de observar el desarrollo de la interna peronista. “Todo ese desorden nos favorece”, advertían. Para el oficialismo, como es obvio, lo mejor sería un escenario de ruptura total. “Randazzo por afuera sería mejor. Pero no quiere”, indicaron. Sobre los candidatos del Cambiemos, está decidido que esperarán todavía un poco más y verán qué tienen delante. De todas formas se impone la tesis del consultor político Jaime Durán Barba: los candidatos son Macri y María Eugenia Vidal. “La marca de ellos dos mide bien”, sostienen en Balcarce 50. El candidato, aseguran, es lo menos importante. Aunque es probable que busquen que contraste con los peronistas peleándose entre sí, si la interna entre ellos continúa escalando.