¿Qué sentís que cambió de 2011, cuando hicimos la nota, a hoy?
--Lo más importante que pasó es que algo que antes era un hobby, no había título ni carrera donde estudiarlo (hoy hay miles de cursos), ahora está profesionalizado y valorado. En ese momento yo era asistente de produccion de Mirtha, ahí fue que pedí ser productora de contenidos digitales, que era algo que en ese momento no existía. No es que yo solo hacía el trabajo de tuitear algo: me encargaba de hablar con Mirtha y convencerla de qué subir pero también inventaba hashtags que después traían acuerdos económicos, como #recetazas. Yo quería que mi mamá me viera en los títulos finales, por más que pasan rapidísimo. Pasé de un momento en que la gente se reía de mí, a que me den un Martín Fierro como la primera influencer del país, y pasé a ser un icono en lo digital para Latinoamerica. Me causa orgullo pero también me sorprende que lo que pasó con Cumbio haya sido un caso de éxito para que otra gente me venga a buscar. La gente me busca por Cumbio, más que por Mirtha o Marcelo: confían en que yo puedo generar lo mismo con otras marcas, cuando en realidad lo de Cumbio fue por accidente…
¿Por qué accidente?
--En el momento del Fotolog fue todo jugando. Es cierto que me gustaba la comunicación digital, siempre me gustó, y sentía que iba a ser el futuro pero siempre pensaba que iba a ser toda la vida como un hobby, que iba a tener que tener otro trabajo fijo. Porque vos pensá que en esa época no se monetizaba con las plataformas, todo lo que pasó conmigo fue visto como muy raro. A nosotros nos echaban a la calle violentamente del shopping del Abasto y hoy en día tienen que pagar para vernos. No solamente cambió el mundo de manera que ya nadie puede estar afuera de lo digital, pasó a ser una herramienta para la comunicación en general (quien no tiene Whatsapp hoy se queda afuera de todo), y el país cambió en un montón de cosas: cuando yo dije que era lesbiana era algo horrible, "¿quién se cree que es?" decían. Recién ahora tomo conciencia que tenía 16 años y me sentaba frente a 10 millones de personas a decir "sí, me gustan las chicas", cuando ninguna chica de mi edad había tenido la valentía de decirlo así en los medios.
¿Cuál fue el primer programa al que fuiste?
--Policías en acción (risas). Entrevistaron a varios floggers y me fueron a buscar al Abasto. Mi hermano era productor de la empresa que lo hacía y todos creían que había sido por él que me llamaron pero nada que ver. El me cagó a pedos porque no entendía por qué le pedían mi teléfono, le cuento, les pasó mi teléfono y vinieron. Las dos notas más importantes a partir de eso fueron la de Clarín, que me acuerdo que salimos todos con los chupines y yo tenía una remera de cebra que fue súper llamativa, y después la primera en la que hablaron de que me gustaban las chicas.
De Fotolog a Twitch: quince años de historia digital
¿Cuánto tiempo duró eso?
--La etapa boom flogger duró fuerte dos años y un tercer año que venía gente que quería ranchar, pero se iba apagando. Después hubo otra etapa donde iban los abasturros, que venían chicos mas cumbieros, y después se fue apagando con el tiempo hasta que dejamos de ir. Lo que vino después: believers con encuentros en el Obelisco, los directioners en el Planetario, Otakus… y después nacieron nuevos movimientos re grossos que tal vez no son tribu urbana pero lo que pasó con los raperos con El Quinto Escalón es enorme y lo que pasa ahora con Twitch... Hay que decir que los argentinos somos pioneros: lo que pasó conmigo, lo que pasó con Julián Serrrano en youtube, lo que paso con Coscu en Twitch, lo que pasa con la escena argentina de música, marca tendencia para el mundo.
También fuiste de las primeras pibas en hablar abiertamente de que te gustaban las chicas...
--Mucha gente se sintió identificada y yo también sentí un respaldo en ese momento. Que yo sea lesbiana generaba mucha violencia al mismo tiempo, querían disciplinarme, tratarme mal, en la escuela, en la vida en general. No fue fácil. Y esto que me pasó con Cumbio me salvó la vida, porque yo podría haber sido Higui o Tehuel. Me han amenazado con pegarme con un palo en la cabeza pero con la exposición que yo tenía no hubiera sido fácil atacarme. Siempre pensé que yo podía vivir mi sexualidad libremente. Sé que soy muy buena en lo que hago, pero también hay otra gente que sabe un montón y no es tan conocida, entonces la suerte juega un papel. Estoy enamorada de internet.
¿Te gusta estar delante de cámara?
--Estar delante de una cámara es algo que tenés que amar mucho o estar muy preparado, yo no me preparé para eso. Siempre quise estar detrás de cámara, me siento mas cómoda. Hoy si sos influencer tenés que ir a la Bresh, tenés que hacer un montón de cosas muy activas que no eran necesariamente lo que yo quería o lo que siento. Por eso yo hoy puedo estar 5 días sin subir una historia, porque estoy a full trabajando para mi empresa de contenidos, Ruido, pero un influencer tradicional tiene que estar activo para su comunidad todo el tiempo.
¿Cómo fue que empezaste a trabajar con Mirtha?
--Yo empecé trabajando para Gerardo Sofovich. Sé que mucha gente tuvo problemas con él pero conmigo fue un amor. Yo servía el café y le llevaba las gaseosas, era menos que un asistente de producción. Pero todos los días pensaba qué puedo sumarle yo a esto. Y después de un tiempo le preparaba informes de los invitados. El sabía mas que Wikipedia y me corregía. Pero se moría de ternura porque yo lo esperaba con los informes impresos y resaltados. Hasta que un día me entero que estaban buscando asistente de producción en lo de Mirtha, me hice toda una investigación de todo lo que podíamos hacer si Mirtha volvía. Y me dijeron igual lo que tenés que hacer es traer el café. Hacía todos los mandados. Un día lo llamé a Nacho Viale y le mandé un mensaje. "Creo que la cuenta de Twitter de Mirtha está muy abandonada, a mí me gustaría manejarla" le dije. Y así empezó todo. Empecé tuiteando los invitados de fin de semana y después fui con las fotos, #tbt, chistes… Ella es tremenda, aprendí muchísimo.
Y empezaron a subir los seguidores y a cerrar nuevos acuerdos comerciales...
--Totalmente. Yo la introduje en las redes y ella estaba contenta con eso. En los cortes, se reía de su edad y al aire no, siempre nos decía "quiero ver si llegan a mi edad". Un día le dije "Creo que algo de su edad tenemos que poner en Twitter". Y eso fue un boom. Después empecé a trabajar con Mariano Iúdica, de ahí a Agustin Vila, Pamela David, Marcelo…
¿Cómo fue empezar a trabajar con Tinelli?
--Siempre soñé con trabajar con él pero todo fue una vorágine. Yo sé lo que es no tener nada entonces cada cosa que pasa es un montón. Marcelo es uno de los comunicadores más importantes del país: me fui de vacaciones a Mendoza con mi novia y Pamela David tiene una casa ahí. Yo hacía tiempo que le hacía las redes y la considero una amiga. Ella me invitó a su casa a comer y en su casa lo conocí a Marcelo. Nos presentaron y hablamos un montón. Cuando se iba quedamos en contacto y al toque empezamos a trabajar juntos.
¿Te gusta la tele?
--Me aburre pero la amo. Me da trabajo. Y la tele tiene una importancia, pero me pasa que yo prendo la tele y veo la misma noticia que ayer y apago. No es para mí.
¿Cuál pensás que es el formato que viene?
--Me encanta Twitch, todo lo que es streaming, me encanta lo que hace Nico Occhiato. Pero tambien tiene que ver a qué público apuntás. Hay marcas que quieren estar en todo, y bueno, no se puede. Si vos vendés juegos de mesa obvio que tenés que estar en Tik Tok, pero los famosos a veces tiene sentido que estén en Tik Tok y a veces no. Facebook es número uno en el mundo aunque nosotros creamos que no, porque tal vez en Capital esta medio caído, pero todo es así, va y viene: Snapchat hace unos años la rompió y ahora no existe. Si querés vender tenés que estar en Facebook, porque puede aparecer una búsqueda antes en Facebook que en Google. Mi favorita es Instagram porque es la mas parecida a Fotolog. Le daría mas bola si tuviera tiempo. Antes tenías que pagar publicidad sí o sí, ahora todas son herramientas gratuitas. Hace unos años decían "ayyy ¿cómo miran a los que juegan a los videojuegos?" Y hoy esos pibes son millonarios.
¿Cuáles te gustan a vos?
--Coscu, Spreen, me gusta mucho Pablito Castillo en Instagram. Los creadores de contenido que empezaron a tiempo y encontraron formas de monetizar, les va bárbaro. Pero están en varias plataformas. Youtube es difícil que se termine, y para los más chicos, es hasta una herramienta de estudio. Linkedin es importante para las empresas, los profesionales. En Brasil no le dan tanta bola a Instagram pero acá, si voy a comer a un lugar o quiero ir a un lugar, miro su perfil de Instagram.
Tu look es el mismo hace 10 años, ¿es tu marca registrada?
--Sí, pero no lo hago a propósito: siempre me gustó tener este flequillito. Me llama la atención que me reconocen con barbijo, toda tapada. Y me llama la atención porque tampoco aparecí tanto en los medios. Pero fui la primera chica que apareció en la tele como un varón, siempre tuve un look masculino, me representa y me importa. Eso no lo voy a cambiar, es intocable, y no me importa si me beneficia o me perjudica.
¿En qué te puede perjudicar?
--Me han dejado afuera de eventos, o me preguntaban "¿y vos qué te pondrías para ir?" Ahora cambió todo, pero antes no era tan fácil. Mi look para mí tiene fuerza a la hora de sentarme a hablar de dinero. No es fácil sentarse como chica joven con empresarios. Es triste pero lo masculino tiene un poder.
¿Te sentís identificada con la identidad mujer?
--Sí. Me encanta ser mujer, y me siento parte de la lucha feminista y del movimiento lgbt. Cada año más orgullo.