Pocos meses después de que se archivaran las investigaciones por el opaco origen de su fortuna, el rey emérito Juan Carlos I está siendo investigado por la Hacienda española por gastos vinculados a viajes para cazar, reveló este miércoles el diario El Mundo. Esta información aparece justo cuando el exjefe de Estado español (1975-2014), exiliado desde 2020 en Abu Dhabi por sospechas de corrupción, desistiera de acudir a una regata este fin de semana en España, y pocas semanas después de un fugaz regreso a su país rodeado de polémica.
Según El Mundo, la Agencia Tributaria española le pidió a Juan Carlos de Borbón "que acredite el origen de los fondos con los que se sufragaron los vuelos y el resto de gastos derivados" de jornadas de cacería a las que asistió entre 2014 y 2018. El monto investigado, de acuerdo con el diario español, no supera por el momento los 120 mil euros (128 mil dólares), a partir de los cuales el rey emérito de 84 años podría haber incurrido en un delito de defraudación a la cartera de Hacienda castigado con una pena de entre uno y cinco años de prisión.
El medio señala que la Agencia Tributaria busca conocer si Juan Carlos "tuvo un incremento de patrimonio no justificado ante el fisco desde que abdicó como rey". El ministerio de Hacienda también le exigiría la justificación en "gastos de menor importe que recibió a título particular", tales como "obsequios simbólicos realizados por empresarios" cercanos al rey emérito.
A diferencia de ocasiones anteriores, la apertura formal de un procedimiento de inspección impide que Juan Carlos pueda acogerse a una regularización voluntaria de los fondos no declarados a la Agencia Tributaria, de acuerdo al sitio web de noticias elDiario.es. La clave a partir de ahora es determinar la cantidad con la que se incrementó su patrimonio mediante estos regalos sin declarar al fisco.
En los pasillos del Congreso la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dijo este miércoles que desconocía la nueva investigación fiscal que está llevando a cabo la Agencia Tributaria al rey Juan Carlos, aunque confía "plenamente" en la entidad pública ya que ha demostrado ser "independiente en el desarrollo de sus actividades".
De nuevo en problemas
La información revelada por la prensa española muestra que los problemas con el fisco siguen persiguiendo a Juan Carlos, luego de que su panorama legal pareció aclararse cuando en marzo pasado la fiscalía decidió archivar las tres investigaciones que abrió relacionadas con su fortuna. Era investigado por cobrar supuestas comisiones millonarias por las obras del tren de alta velocidad de La Meca, Arabia Saudita, por un caso de presuntas donaciones no declaradas al fisco y otro de posible ocultación de fondos en paraísos fiscales.
Pese a que detectó "cuotas defraudadas a la Hacienda Pública", la fiscalía cerró los casos alegando la inviolabilidad de la que Juan Carlos disfrutó mientras fue jefe de Estado y la prescripción de los posibles delitos. Para facilitar este resultado, el rey emérito había hecho regularizaciones fiscales ante Hacienda por más de cinco millones de euros (5,34 millones de dólares). El archivo de las investigaciones allanó el camino para que Juan Carlos realizara en mayo una primera visita a España tras casi dos años de exilio.
En su viaje de cuatro días asistió a una regata en Sanxenxo, Galicia, donde incluso navegó, y antes de regresar a Emiratos Árabes Unidos pasó el día en el palacio de la Zarzuela en Madrid, donde se reencontró con su hijo, el rey Felipe VI y otros familiares. La visita tuvo un gran eco mediático y reavivó la polémica en torno a la figura de Juan Carlos, protagonista de la vuelta a la democracia de España tras la muerte del dictador Francisco Franco.
"¿Explicaciones de qué?", respondió secamente Juan Carlos cuando periodistas le preguntaron en Sanxenxo si iba a darles explicaciones a su hijo. El rey emérito hizo una parada en Madrid para ver a su familia en el Palacio de la Zarzuela. Allí estuvo once horas y pudo mantener con su hijo, Felipe VI, "un amplio tiempo de conversación" en el que abordó "cuestiones familiares" así como tratar "distintos acontecimientos y sus consecuencias en la sociedad española". El gobierno español no escondió su enojo con Juan Carlos por haber "perdido una oportunidad" de dar explicaciones y "pedir perdón".
Participación en regata cancelada
En este contexto, el rey emérito canceló su participación este fin de semana en otra regata que lleva su nombre, en Sanxenxo, según indicó Alejandro Varela, portavoz del Club Náutico de la localidad gallega. La decisión estuvo influida por el enojo de la Casa Real frente al eco mediático de su primera visita, según el diario El País. Personas del entorno del rey emérito que estuvieron esos días en esa pequeña localidad de Galicia también aseguran que Felipe VI le dijo a su padre: "El show que se montó no se puede volver a repetir".
En 2014, Juan Carlos abdicó perseguido por los escándalos, entre ellos un viaje en 2012 a cazar elefantes a África con su amante Corinna Larsen en plena crisis económica española. Más recientemente, justificó su exilio en Abu Dhabi en la necesidad de "facilitar" el trabajo a su sucesor en el trono.
Felipe VI, por su parte, viene buscando marcar distancia con Juan Carlos y en marzo de 2020 renunció a la herencia de su padre y le retiró su asignación anual de casi 200 mil euros. En abril, puso en marcha con el gobierno del socialista Pedro Sánchez una operación de "transparencia" en la Casa Real, que ahora deberá auditar sus cuentas, hacer públicos sus contratos o hacer un inventario de los regalos recibidos.