La Corte Internacional de Justicia es el principal órgano judicial de las Naciones Unidas, dedicado a resolver las controversias que los Estados que han aceptado su jurisdicción le someten. Responde también a pedidos de opiniones consultivas formulados por otros órganos de Naciones Unidas o instituciones especializadas. Tanto en uno como en otro caso, sus decisiones tienen un alto impacto que va más allá de los casos específicos en que fueron dictadas. La jurisprudencia de la Corte interpreta y desarrolla áreas enteras de las relaciones internacionales desde un punto de vista jurídico, como ser descolonización, integridad territorial, y el crimen de genocidio, entre otros. Ello tiene un impacto concreto que muchas veces no se visualiza porque su labor no es mediática sino más bien discreta. Sin embargo, resonantes conflictos internacionales han sido llevados ante la Corte, desde el apoyo de Estados Unidos a las fuerzas paramilitares en Nicaragua en la década de 1980 hasta la invasión de Rusia a Ucrania en la actualidad.
La Argentina ha tenido solo dos jueces en toda la historia de la “Corte de La Haya”, como se la conoce: Lucio Moreno Quintana (1955-1964) y José María Ruda (1973-1991). En el mismo período, Brasil tuvo cinco jueces y México cuatro.
Asimismo, la Corte tiene una trascendental relevancia práctica para nuestro país, el cual es parte de numerosos tratados internacionales que contienen cláusulas de aceptación de la jurisdicción de la Corte. En igual sentido, nuestras controversias con Uruguay sobre los ríos Uruguay y de la Plata están sujetas a tal jurisdicción. Como se recuerda, la Argentina llevó a La Haya el proyecto de instalación de dos pasteras en la orilla oriental del Río Uruguay. Unos meses después de la demanda argentina, los propietarios de una de las pasteras abandonaron el proyecto y la otra debió someterse a un régimen de inspección y control que no figuraba en sus planes originales. La Corte impuso a Uruguay el respeto del procedimiento de consulta bilateral para futuros proyectos.
Más recientemente, la Argentina participó en el último procedimiento consultivo solicitado por la Asamblea General de las Naciones Unidas relativo a la separación efectuada por el Reino Unido, la potencia colonial, de parte del territorio de la República de Mauricio (archipiélago de Chagos). Esta es sin dudas una decisión fundamental de la Corte, que precisa el alcance verdadero del derecho de libre determinación de los pueblos, ratifica la importancia del respeto de la integridad territorial y precisa que son las Naciones Unidas, y no la potencia colonial, la que decide la manera de proceder a la descolonización de los territorios.
Estos ejemplos bastan para realzar la importancia que tiene para la Argentina la actividad de la Corte Internacional de Justicia. En este contexto, es muy bienvenida la candidatura del profesor Marcelo Kohen a juez de la Corte, destacado jurista rosarino graduado en la Facultad de Derecho de la U.N.R, de renombre mundial que enseña derecho internacional en Ginebra desde hace tres décadas.
Marcelo Kohen es el abogado latinoamericano con más actuación ante la Corte desde su existencia, habiendo representado a Estados de diferentes continentes en 12 casos, entre ellos a la Argentina en los casos mencionados. También, fue abogado de la Argentina en el caso que permitió la liberación de la Fragata ARA Libertad por el Tribunal Internacional del Derecho del Mar. El buque escuela de nuestro país había sido embargado por Ghana a solicitud de los fondos buitres, en los tiempos del juez Thomas Griesa.
Autor y editor de casi una veintena de libros, y más de cien artículos y capítulos académicos sobre el tema, Kohen ha dedicado gran parte de su vida profesional y académica a la promoción y el desarrollo del derecho internacional, siendo cofundador de la Sociedad Latinoamericana de Derecho Internacional, de la que fue su primer Director General, y miembro del Instituto de Derecho Internacional desde 2007. De esta institución, que recibió el Premio Nobel de la Paz en 1904, es Secretario General desde 2015, cargo para el que fue reelegido en 2021, lo que refleja con claridad el grado de reconocimiento que tiene de parte de las más destacadas personalidades en su ámbito.
Esta candidatura representa una oportunidad para la Corte y para nuestro país. Que la Argentina vuelva a tener un juez en la Corte después de 30 años haría justicia a la relevancia que le ha atribuido nuestro país a este órgano a lo largo de su historia de compromiso con el estado de derecho y la solución pacífica de controversias. Con respecto a la Corte, contribuiría a la alternancia y rotación de la misma: la trayectoria y experiencia de Kohen resultarían un generoso aporte de la Argentina a su funcionamiento.
Rubén Giustiniani, Diputado Provincial. María Eugenia Bielsa, ex Vice-Gobernadora de Santa Fe. Hernán Botta, Decano de la Facultad de Derecho UNR. Matilde Bruera, Diputada Provincial