Con los números justos y una tensión generalizada que no amainó hasta que el tablero dio el resultado final pasadas las 11 de la noche, la oposición se anotó su primer triunfo en la Cámara de Diputados aprobando con 132 votos la Boleta Única de Papel con 104 en contra. Fue la prueba de fuego para un sector de Juntos Por el Cambio y otros bloques minoritarios de la oposición que fantasean con armar un revival del grupo A que se haga con el control de la agenda de la Cámara Baja. Hasta minutos antes del comienzo de la sesión, sin embargo, la oposición transpiró por el quórum, llegando por un pelo a los 129 diputados necesarios pero con dos ausencias de último momento que despertaron las alarmas. El Frente de Todos, al igual que la izquierda, se opuso a la reforma del sistema de votación y, entre los gritos de algunos diputados, denunció la puesta en escena de un "circo" que no hacía a la transparencia del sistema electoral.
"Todos sabemos el costo que tiene participar una elección, todos sabemos que solo las grandes estructuras partidarias logran sostener sus boletas en todas las provincias. Todos sabemos de las maniobras de robo de boletas. Todos sabemos lo que significa sostener una estructura de fiscalización. Por esto es que necesitamos la boleta única", sostuvo Silvia Lospenatto (PRO) en su discurso de cierre, previo a que el proyecto de Boleta Única de Papel fuera aprobada por 132 votos a favor (JxC, el interbloque Federal, Juntos Somos Río Negro, los libertarios y, como sorpresa, Claudio Vidal), 104 en contra y 4 abstenciones (la izquierda). "Quedó claro que lo que les importa es que lograron conformar una nueva mayoría. No les interesa la boleta única, lo único que les interesa es que haya una demostración de una mayoría mínima circunstancial con el objetivo de instalar un titular", sostuvo el presidente de bloque del FdT, Germán Martínez, quien se terminó cruzando con el diputado del PRO que presidió la sesión por el viaje de Sergio Massa, Omar de Marchi.
La sesión había comenzado a las 14.15 cuando, una vez que el tablero del recinto dio cuenta que se había alcanzando los 129 legisladores, la oposición estalló en aplausos. Había sido una previa tensa, con una mayoría opositora frágil que se había visto afectada por la baja por Covid de Mario Negri y la neblina que había cubierto la Ciudad de Buenos Aires, que demoró vuelos y obligó a atrasar cuatro horas el inicio de la sesión. Hubo dos ausencias inesperadas: el neuquino Rolando Figueroa y la libertaria defensora de genocidas, Victoria Villarruel. Villarruel aseguró que se le había hecho tarde, pero el diputado del Movimiento Popular Neuquino había amenazado con cambiar de opinión. Si bien terminó votando a favor, hizo transpirar a la oposición no presentándose a dar el quórum (una maniobra que fue resultado de una conversación con el oficialismo). El FdT, que antes del comienzo de la sesión se mostraba muy tranquilo - "Hoy les toca a ellos laburar", ironizaban -, bajó al recinto una vez que la oposición consiguió el quórum.
El protagonista oculto del día fue Emilio Monzó, el ex presidente de la Cámara de Diputados del macrismo - aunque ahora peleado con Mauricio Macri - que funcionó como uno de los principales armadores de la alianza con el resto de los bloques de la oposición, así como uno de los encargados de asegurarse que todos estuvieran sentados en sus bancas en el momento de la votación. "El nuevo presidente del interbloque", ironizaba un legislador radical, aludiendo a la vacante que aún persiste en JxC. Durante su discurso de cierre, Graciela Camaño graficó esta nueva alianza cuando, esgrimiendo un conjunto de boletas partidarias del municipio de Moreno pegadas entre sí, le pidió ayuda a Monzó para desplegarla a lo largo del recinto.
La iniciativa aprobada propone un sistema similar al cordobés, en donde toda la oferta electoral nacional se encuentra en una sola boleta. Aparecen solo los nombres de los primeros cinco candidatos a Diputados -con foto de los dos primeros-, aunque la lista completa estará en una ficha en el lugar de votación.
Sobre nuevas mayorías
"En el mundo este tema está saldado, el 95 por ciento de los países usan este sistema", arrancó desarrollando el radical Miguel Nanni, encargado de dar cuenta de los beneficios de implementar la boleta única, entre las que destacó que garantizaba "que la persona que vamos a votar esté siempre en el cuarto oscuro", así como el ahorro en la impresión de boletas por parte del Estado. Hubo una reivindicación, además, a Hipólito Yrigoyen como "el hijo predilecto de la democracia", un homenaje que no pasó desapercibido luego de las críticas que Mauricio Macri hizo al referente del radicalismo. Más allá de las argumentos que se fueron esgrimiendo a favor del sistema a lo largo de la sesión - que era más transparente, más económico, más amable con el medio ambiente -, gran parte de los discursos estuvieron orientados a destacar el acuerdo llegado entre los diferentes bloques de la oposición. "Lo más importante acá es que hemos logrado una nueva mayoría plural, diversa, en una Argentina en la grieta que nos impide encontrar soluciones", destacó Florencio Randazzo, integrante del Interbloque Federal y uno de los principales tejedores de esta alianza junto a Emilio Monzó.
"Esta reforma sale con fórceps, no es natural, no hay un consenso. Si esta va a ser la metodología por la que vamos a legislar de acá en mas seguramente van a venir todos los partos con fórceps, alguno se va a quedar atrancado como ya pasó", les respondió el pampeano Hernán Pérez Araujo (FdT), haciendo referencia a la sesión de Bienes Personales (en la que la oposición perdió la votación por un voto). En un momento, cansado por las interrupciones a los gritos de Fernando Iglesias - un clásico de cada sesión -, lo chicaneó: "Es incómodo tener un personaje mediático hablando que, además, siempre fue electo en una boleta partidaria y siempre medio escondido, no lo vemos nunca en la foto". No fue el único cruce con Iglesias a lo largo de la jornada, sino que varios diputados terminaron a los gritos con el diputado del PRO, uno - Aldo Leiva - llegó incluso a gritarle que era un "imbécil".
"Estamos debatiendo un tema que solo le interesa a la dirigencia política mientras el dueño de ‘ladrónima’ se nos ríe en la cara del pueblo contando que remarca los precios", disparó, por su parte, Myriam Bregman (FIT) en un discurso que fue muy aplaudido por el oficialismo. "Digan lo que digan no estamos discutiendo la democratización del sistema electoral. Lo que estamos discutiendo y viendo en esta sesión es una bandera política que eligió la oposición de derecha para unificarse", cuestionó. "Qué extraña variante conservadora ha atrapado a las fuerzas populares", cuestionó, por otro lado, el titular del Interbloque Federal, Alejandro "Topo" Rodríguez.
"Estamos cometiendo el error de creer que una mayoría ajustada nos puede imponer una reforma electoral", cuestionó Leopoldo Moreau. Más picante fue Lisandro Bormioli que, entre los aplausos de diputades del oficialismo, increpó a la oposición: "Esto debilita partidos políticos. Esto es un problema que tienen ustedes para resolver su interna y resolver los votos que le saca por derecha Milei que lo quieren meter adentro para confundir al electorado y ganar las elecciones. Quédense tranquilos que Milei va a ir por afuera y les va a sacar los votos y nosotros vamos a poder volver a ser gobierno".