Ante el Senado francés, el jefe de la policía de París, Didier Lallement, reconoció que la gestión de las fuerzas de seguridad en la final de la Champions League entre el Real Madrid y el Liverpool fue "un fracaso". Además, lamentó que "la imagen del país se haya visto socavada" con escenas de hinchas siendo dispersados con gases lacrimógenos.

Puntualmente, se refirió a las personas "zarandeadas" y "agredidas" por la policía de París y pidió disculpas por haber habilitado el uso de gases lacrimógenos en las inmediaciones del estadio, cuando una entre 30.000 y 40.000 personas se agolparon en las puertas y pretendían ingresar sin entradas o con tickets falsos al Stade de France de París. 

La cifra aportada por el jefe de la policía con los "primeros elementos" de la investigación fue avalada por el Ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, pero es puesta en duda por los responsables deportivos británicos. 

Los hechos

La final de la Champions League entre Real Madrid y Liverpool, que terminó 1 a 0 en favor del Real Madrid, sufrió un retraso histórico luego de que se registraran incidentes, disturbios y gases lacrimógenos en los accesos del Stade de France de París. Si bien el inicio estaba previsto para las 16 de este sábado 28 de mayo, arrancó a las 16.36.

A menos de media hora del inicio del partido, y con un estadio que estaba lejos de estar lleno, el ambiente comenzó a tensarse cuando miles de aficionados no pudieron ingresar al estadio y le gritaban al personal de seguridad que "abran la puerta".

En simultáneo, otro grupo de hinchas ingleses intentó romper el perímetro de seguridad para acceder a la zona reservada a personas con entrada, lo que provocó incidentes y motivó que se reforzaba el registro de los aficionados, algo que generó más demoras e impaciencia por el tiempo de espera.

Los gases lacrimógenos fueron lanzados contra varios jóvenes que trataban de escalar las vallas del exterior del estadio para poder ingresar.