A pesar de que nació en Jamaica, se considera estadounidense. Bien californiano, de hecho. Y aunque en su pasaporte figure el apellido latino Colón, para Tyler ese detalle forma parte del azar: "No tengo idea de dónde proviene, tampoco me preocupé por averiguarlo", dice el artista responsable del álter ego Tai Verdes. "No creo que tu origen se sintetice en eso."
Como si se tratara de uno de esos nuevos superhéroes de Marvel, este pibe de mirada profunda y voz amable impersona a Tai Verdes para contener esa voz con sabor a canela. Pero también para servir de inspiración para todos aquellos chicos que desean una oportunidad en la música. Oficio tan plural como descartable, al menos en los últimos tiempos.
Tras probarse en el modelaje y el básquet, a este querubín de casi dos metros la pandemia lo agarró vendiendo celulares en un local de la empresa de telefonía móvil Verizon Wireless. Pero igual se las arregló y encontró el tiempo para subir sus canciones a Tik Tok, con la intención de fomentar su incipiente carrera en la música.
En agosto de 2020 lanzó su tema Stuck In The Middle, que casi de manera instantánea obtuvo 50 mil reproducciónes en esa red social. Eso devino en que el sello multinacional Sony Music lo contrarara, le sacara su primer disco y lo pusiera a girar por todo el mundo, incluyendo Argentina, donde actuó en la última edición del Lollapalooza.
--¿Por qué elegiste Tik Tok para promocionar ese hit?
--Mi hermano fue el primero al que escuché hablar de Tik Tok, y luego me pasó lo mismo con (el emprendedor) Gary Vee. Cuando empecé a usarlo, vi que un montón de gente promocionaba su música ahí, y busqué la manera de hacer la mía.
--¿Cómo nació el tema?
--Eran las 3 de la mañana, estaba viendo beats de rap en Internet, y cosas onda Harry Styles. Y cuando encontré lo que buscaba, dije que esa iba a ser mi próxima pista. Lo hice súper rápido. En ese momento no sabía que sería tan grande, sólo estaba buscando música para una canción.
--Hiciste más, pero la gente sólo quiere escuchar Stuck In The Middle.
--Luego de esa, hice unas 30 canciones más. Supongo que es un femónemo que tiene que ver con la viralización. Me parece que es genial, es un gran comienzo para mí. Estoy agradecido de que me haya pasado.
--¿Estás atento a que todo lo que hagas se viralice?
--Muchos jóvenes, especialmente en las redes sociales, se proponen tener cada año un millón de suscriptores o hacer videos que tengan un millón de visitas. Pero, en realidad, eso lo dictan otras personas. Cuando tenía un canal de YouTube, cuando tenía un podcast o cuando hacía de extra, siempre se trataba de: "Necesito publicar tantos videos este mes". Eso era dictado por mí. No importa cuántas visitas tenga, mientras publique algo que sea un producto de calidad, vamos por buen camino.
--¿Y para la música cómo hacés?
--Lo mismo con la música. Amo el proceso. Me fijo una meta, y me supero. Eso simplemente conduce a una mejora, sin importar lo que hagas. Eso es una gran parte de lo que soy. No puedo estar en el mismo lugar una y otra vez.
► Escuela de negocios
En marzo apareció en las plataformas digitales el single 3 Outfits: último adelanto del segundo álbum de Tai Verdes, HDTV, que saldrá a la venta a fines de este año y también será publicado bajo el ala de Sony Music. Al igual que su antecesor, TV (2021), la propuesta musical de este flamante repertorio apunta hacia el R&B, el hip hop y el pop, de lo que ya dejaron constancia los temas Let's Go to Hell y Last Day on Earth.
--Mientras el público picotea la música, vos sacaste un disco largo. ¿Por qué?
--Estoy orgulloso de cada cosa que hago. Ni antes, ni ahora, ni en el futuro pienso sacar discos cortos. Para contar una historia, necesitás más que un par de canciones.
--¿Pensaste en la alternativa de trabajar con un sello independiente?
--Elegí trabajar con esta compañía porque me gusta la idea de pensar en la música como un negocio. Cuando tenés ese deseo, sólo podés atraer a personas que buscan lo mismo. Así se fue dando este proceso. Yo confío en ellos y ellos en mí.
--Hablás como empresario más que como músico.
--Cuando decidí ir a la facultad, lo hice justamente porque me interesan los negocios. Fui a una facultad para emprendedores, en las que nos enseñaban a manejar nuestros emprendimientos. Si bien no era el mejor estudiante, me interesaba ganar dinero con alguna idea mía o algo así. Siempre creí que ser artista era un negocio.
--¿Y tu parte artística dónde queda?
--La uso cuando entro al estudio para hacer música. Ahí dentro sólo me concentro en eso. No pienso en el público, ni en redes ni en márketing. Es el momento en el que mi único interés son las canciones.
--Considerando que sos un artista en desarrollo, ¿cómo llevás las comparaciones?
--Realmente, no pienso demasiado en eso. Haré todo lo posible para seguir sacando mi arte. Supongo que de esa manera sabrán quién soy y cuál es mi identidad. Y si no me conocés, entonces ve a mis redes sociales para que sepas lo que hago. La música no es diferente al arte. Cuando pintás, una pintura nunca será igual a otra.
--Para un artista anglosajón, ¿Argentina es tan importante como Corea del Sur?
--Los coreanos representan otro camino, una nueva forma de tomar contacto con nuestro desorden. Pero para mí es fundamental un mercado como el argentino. Sólo hay que ser consistente. Por lo que pude ver, acá gusta lo que hago. Por eso quise conocer la cultura local y a los artistas de la escena. Quién dice que en el futuro no pueda invitar a un músico argentino para hacer un featuring.
Antes de siquiera imaginar que iba a transformarse en dueño de una canción escuchada por millones de personas en todo el mundo, Tyler Colón audicionó para los reality shows The Voice y American Idol. Y además participó en la sexta temporada de Are You the One?. Lo que denota que desde hace rato viene coquetando con la exposición.
--Vos lo lograste, pero muchos jóvenes se frustran al no alcanzar la notoriedad...
--Entiendo el conflicto que puede generar el éxito. No todo el mundo va a tener suerte en la música. Le digo a los artistas jóvenes que esto es una tontería. Mi recomendación es que sólo muestren su arte, y no intenten convertirse sólo en una tendencia. Mucha gente comenzó así, y hoy paga las consecuencias. Compartan sus canciones, lo que están escribiendo. Eso es más útil que ponerse al día con las redes sociales durante dos horas y media. No se subestimen.