Aprendió música con su padre, que tocaba el bandoneón gracias a un curso por correspondencia. A los 11 años, cuando la familia se mudó a Buenos Aires, comenzó a estudiar con Félix Lipesker, y al integrarse a orquestas infantiles fue aprendiendo la labor de conjunto. Debutó como bandoneonista de la orquesta de Edgardo Donato en Buenos Aires a los 15 años. Más adelante tocó con la orquesta de Antonio Rodio, formó parte de una gira de Eduardo Bianco por países de Europa y de Medio Oriente, e integró el conjunto de Miguel Caló desde 1949, en tanto simultáneamente formó con Alfredo Marcucci, Ernesto Franco y Atilio Corral un cuarteto de bandoneones a capella.

Durante 1959, se incorporó a la orquesta de Osvaldo Pugliese, siempre como bandoneonista. Con este conjunto, en el que participó ese año en una inmensa gira por Rusia y China, permaneció 10 años y egresó con otros compañeros para fundar el Sexteto Tango, conformado junto a Osvaldo Ruggiero y Víctor Lavallén (bandoneones), Emilio Balcarce y Oscar Herrero (violines) y Alcides Rossi (contrabajo). Como en el nuevo conjunto había ya dos bandoneonistas, ocupó la plaza de pianista pues dominaba también este instrumento. Con esta agrupación, cuya música tenía el sello de Pugliese, grabaron en el sello RCA Victor. El Sexteto Tango inició una larga trayectoria, pero Plaza se alejó de él en 1992 para formar y dirigir su propio conjunto.

Su labor en los arreglos musicales
Después del compositor pero antes del ejecutante, se encuentra el arreglista o arreglador, que le imprime su propio sello a la obra antes de que sea ejecutada, y en esa tarea tuvo Plaza una especial relevancia. Al comienzo de su carrera en la década de 1950 –contaba Plaza- observó la claridad de los arreglos realizados por Héctor Stamponi y Astor Piazzolla. Su primer arreglo - la milonga Dominguera- lo escribió para Miguel Caló en 1950.

Plaza tenía la capacidad de adaptarse en su función de arreglista al estilo de orquestas tan distintas como las de Pichuco y Pugliese. Para Troilo arregló, entre otras, ocho piezas propias. Su versión de La mariposa (de Pedro Maffia) para la orquesta de Pugliese, es un ejemplo evidente del modo en que un arreglo puede iluminar un tango. Gracias al mismo aparecen allí la típica Yumba, junto a la articulación bien en staccato de las frases, con más los cambios bruscos de dinámica y orquestación que luego fueron el sello distintivo del Sexteto Tango. Lo cierto es que son trascendentes los arreglos de Plaza en buena parte de los temas registrados en Aníbal Troilo for export, editado por RCA, o en la Colección Osvaldo Pugliese, de EMI.

Otros de sus trabajos fueron para Atilio Stampone, Leopoldo Federico, Osvaldo Piro, José Colángelo y mucho para el Sexteto Tango. También hizo arreglos estándar en la Editorial Korn.La producción de tangos y milongas de Plaza tiene virtudes poco corrientes. Si bien influenciado por Astor Piazzolla, Plaza forjó un nítido camino propio y se ubicó entre los grandes nombres del tango, muestra de lo cual son piezas como "Danzarín", "Sensiblero", "Melancólico", "Nostálgico" y "Disonante" que fijan una inconfundible marca de estilo. Plaza también contribuyó al enriquecimiento de la milonga, con la calidad de un moderno Sebastián Piana, con obras con distinto estilo como "Dominguera" (ciudadana), "Payadora" (criolla), "Nocturna" (ciudadana) y "Morena" (milonga candombe).

                                             TANGAZOS DE JULIAN PLAZA

  • NOCTURNA
  • COLOR TANGO
  • CUANTA ANGUSTIA
  • DANZARÍN
  • MELANCÓLICO
  • PAYADORA