La inflación de mayo promedió 5,4 por ciento y en los primeros 5 meses del año ya acumula 30,4 por ciento, según la medición del Instituto de Estadísticas de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana (UMET) y el Centro para la Concertación y el Desarrollo (CCD) difundida este jueves.
En los últimos 12 meses la suba de precios llega al 62 por ciento promedio, la cifra interanual más alta desde 1991. No obstante, el informe advierte que si los aumentos se estabilizan para lo que resta del año en el 5 por ciento mensual promedio, el año cerraría con una inflación anual de 83,5 por ciento.
En el informe del IET se revela que siete de diez capítulos de la canasta registraron subas mayores al 5 por ciento mensual en mayo. Las alzas más acentuadas se produjeron en “Otros bienes y servicios” (+8,6 por ciento), debido a subas marcadas en cigarrillos y productos de higiene y tocador, tales como pañales para bebés y papel higiénico. En segundo lugar, “Salud” trepó 6,6 por ciento, debido, en buena medida, a incrementos en las prepagas.
También destaca el documento que “los datos de alta frecuencia de las últimas semanas -que permiten monitorear a nivel diario la inflación de alimentos- muestran que la desaceleración de los precios se dio entre fines de abril y principios de mayo, y que en la segunda quincena de mayo tal desaceleración parece haberse detenido en la franja del 5 por ciento mensual”.
“Alimentos y bebidas”, el rubro de mayor peso en la canasta, trepó 5,4 por ciento en mayo. Para los analistas del IET “más allá de esta leve desaceleración, la inflación interanual de este capítulo continúa siendo muy superior a la media (72,5 por ciento, es decir, 10,5 puntos porcentuales por encima del promedio de la canasta)”.
El documento revela que “dentro de Alimentos y Bebidas, las subas más pronunciadas a nivel interanual se dieron en pan y cereales (+95,8 por ciento), infusiones (+86,7), aceites y grasas (+85,4) y bebidas alcohólicas (+80,2 por ciento). Únicamente las frutas tuvieron subas moderadas (+29,8 por ciento). En tanto, las carnes se encarecieron 64 por ciento en los últimos doce meses, por encima del promedio de la inflación, pero por debajo del promedio de los alimentos”.
El informe del IET analiza distintos escenarios de inflación para lo que resta de 2022. “Hoy es casi un hecho que 2022 será el año más inflacionario desde 1991; para que ello no ocurra, la inflación promedio mensual en lo que resta del año debería ser inferior al 2,5 por ciento, algo que luce improbable dada la elevada inercia existente y la lenta desaceleración de las últimas semanas”, se remarca en el informe.
Para el coordinador general del IET, Mariano De Miguel, “la mirada positiva valora una nueva desaceleración de la inflación mensual. La negativa da cuenta de su lentitud y de que a este ritmo 2022 será el año con mayor inflación desde 1991. Cerrar el año con 70 por ciento de inflación no constituye un escenario optimista, aunque tampoco es el más pesimista”.
La misma mirada se remarca en el documento que advierte que “en un escenario pesimista, en el que la inflación se estabiliza en un 5 por ciento mensual, 2022 terminaría con una suba de precios del 83,5 por ciento. En un escenario intermedio, en donde la inflación desacelera a la franja del 4 por ciento mensual, la inflación de 2022 terminaría en 71,6 por ciento. Para que la inflación de 2022 termine debajo del 70 por ciento, en los próximos siete meses la suba de precios mensual no debería superar el 3,8 por ciento”.
“Ojalá la revisión favorable del FMI ayude a sumar calma cambiaria y por su intermedio fortalecer un ancla más sólida de los precios”, señaló el director general del CCD y exministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta al hablar de las perspectivas inflacionarias. Al ampliar su análisis sobre la actualidad Trotta describió que “la desaceleración de mayo contra abril es bienvenida pero no altera sensiblemente el escenario inflacionario presente y futuro. Y en ese contexto la recuperación económica puede ponerse en jaque”.