Un hombre fue condenado este jueves a la pena de prisión perpetua por haber asesinado a tiros en enero de 2019 a su expareja, la oficial de policía de Mar del Plata Gisel Romina Varela, y el tribunal dispuso también el decomiso y la venta de su auto “en concepto de reparación económica integral” a la hija de 11 años de la víctima.
Sergio Alejandro Cejas, de 38 años, fue sentenciado de manera unánime por el Tribunal Oral en lo Criminal 2 como autor del delito de "homicidio agravado por la relación de pareja y femicidio".
La audiencia tuvo lugar en el sexto piso de los tribunales marplatenses y para los jueces quedó acreditado que el sujeto asesinó de cinco balazos a Varela, de 33 años, a metros de la exterminal de micros de la ciudad balnearia.
Sentencia y reparación económica
El fallo de los jueces Néstor Conti, Alexis Simaz y Roberto Falcone fue en línea con el pedido realizado en su acusación por la fiscal Florencia Salas, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Mar del Plata.
En dicha sentencia, dispusieron también el secuestro y la venta del vehículo particular del acusado con un "privilegio de cobro" por parte de la hija de la víctima, "en concepto de reparación económica integral".
Además, se ofició al Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, para dar cumplimiento con el resarcimiento previsto por la ley 27.452 para los hijos de víctimas de femicidios.
La fiscal se mostró "muy conforme" con la sentencia y destacó que la reparación dispuesta para la hija de Varela "no había sido solicitada" por la acusación.
“Violencia de género, psicológica, sexual, económica y física”
Los jueces rechazaron el pedido de la defensa para que el caso fuera encuadrado como un crimen bajo "emoción violenta" y un planteo sobre la presunta inconstitucionalidad de la prisión perpetua en caso de femicidio.
"No se ha verificado en lo más mínimo que Cejas haya estado emocionado violentamente, pero aun así resulta meridianamente claro que las circunstancias para nada harían excusable su obrar, dada la violencia de género persistente que él ejerció sobre Gisel, al menos durante los cinco años previos a que le causara la muerte", destacó la sentencia.
El acusado "hostigaba y perseguía permanentemente a Varela, se le aparecía en cualquier momento cuando estaba trabajando, también lo hacía en su domicilio de forma intempestiva en cualquier horario", remarca el fallo, que agrega que Cejas la acosaba "incluso luego de que se le impusiera una orden de restricción de acercamiento".
"Ejercía sobre ella violencia de género, de forma psicológica, sexual, económica y física. A Varela no se le conoció otra pareja luego de que comenzara a relacionarse con Cejas; en cambio, este último salía con varias mujeres. Tanto Varela como el resto de sus compañeras policías le tenían temor al imputado", precisaron los magistrados.
El crimen
Cejas asesinó de cinco disparos a Varela luego de arrebatarle su arma reglamentaria, tras interceptarla cerca de las 6.45 del 8 de enero de 2019, en el cruce de las calles Alberti y Las Heras, mientras ella esperaba el colectivo para ir a trabajar.
Según la sentencia, el imputado le disparó dos veces en la cara, una en el cuello y otros dos tiros impactaron en el chaleco antibalas que ella llevaba puesto, lo que le provocó "dilaceración del parénquima cerebral y consiguiente paro cardíaco que culminó con la muerte de forma inmediata".
En el momento del asesinato, Cejas llevaba en su mochila una copia de la restricción de acercamiento dictada cinco meses antes por el Juzgado de Familia 4.
Luego de cometer el femicidio, el imputado escapó en su auto y fue detenido horas más tarde en la localidad de Miramar. En el asiento trasero del vehículo encontraron la Bersa calibre 9 milímetros de Varela.