La monja Kumiko Kosaka, enjuiciada por las denuncias de abusos a niños en el Instituto Próvolo de Mendoza, recuperó la libertad este viernes, luego de que el tribunal que lleva adelante el juicio por los casos de abuso, autorizara el cese de la prisión preventiva que solicitó su abogado. 

La decisión de la Justicia se debe a que Kosaka cumplió el plazo máximo establecido para que una persona permanezca privada de la libertad sin condena. La situación judicial y procesal de Kosaka, quien hasta esta mañana estaba con prisión domiciliaria, no cambia en absoluto, señala el medio local Diario Uno. 

De hecho, la monja continúa imputada y siendo juzgada -junto a otras ocho mujeres- por su participación en los abusos que ya fueron confirmados. La religiosa tiene siete imputaciones en su contra, y una de ellas es como presunta autora de un abuso sexual “gravemente ultrajante” contra un adolescente.

Fianza y prohibición para salir del país

El tribunal conformado por las juezas Gabriela Urciuolo, Belén Salido y el juez Rafael Escot hizo lugar al pedido de la defensa de Kosaka, por lo que se dispuso que recupere la libertad. 

De igual forma, la disposición de los jueces incluye una serie de reglas de conducta que la religiosa deberá cumplir. Por empezar, se fijó una fianza real de 2 millones de pesos y que no mantenga ningún tipo de contacto con las víctimas. 

Además, se le prohibió la salida del país y se ordenó que fijara y mantuviera un domicilio legal, que permanezca a disposición del tribunal y que no se ausente de la provincia sin autorización del tribunal que la juzga.

La causa contra Kumiko Kosaka

Kosaka quedó detenida en Mendoza el 4 de mayo de 2017, ni bien llegó de Buenos Aires -donde se entregó- trasladada por la Policía Federal y luego de que el fiscal Gustavo Stroppiana ordenara la detención inmediata y la declarara como prófuga. En ese momento, los denunciantes ya la acusaban como parte de la red sistemática de abusos.

Hoy en día, la religiosa cuenta con siete  imputaciones formales por abuso contra menores. Es la única de las nueve imputadas que estaba en prisión.