El juez Javier Mafucci Moore rechazó el pedido de detención contra el jugador de fútbol Sebastián Villa, en esencia con el argumento de que hay incoherencias en la prueba y porque hay evidencias que todavía faltan recoger.
El magistrado afirma que siempre el relato de la víctima es clave, pero que internacionalmente ya ha quedado claro que hay que corroborar ese relato con otros elementos.
En este caso concreto, Mafucci dice que el testimonio de las dos médicas del Hospital Penna encontraron el examen ginecológico normal, que no hubo pérdida de sangre, como afirma una de las amigas de T., que no existió el llamado al 911 que se refiere en la acusación y, sobre todo, el juez manfiesta que no entiende por qué las fiscales no secuestraron los celulares de Villa y de la víctima, lo que hubiera permitido geolocalizar las imágenes de las lesiones de T., así como los diálogos decisivos en los que el futbolista reconoce haberle hecho daño a la joven e incluso, según afirma un hermano de T., existe una grabación de una negociación por dinero para que no se haga la denuncia.
El fallo de Mafucci tiene 11 páginas y, en verdad, se esperaba que el juez se refiriera al peligro de fuga de Villa y al poder que tiene para entorpecer la causa. Sin embargo, el magistrado valoró prueba por prueba y sacó la siguiente conclusión: “en pocas palabras, hay una fuerte sospecha tanto acerca de la ocurrencia del hecho denunciado, como de la participación del encausado en él. Ahora, aun siendo así, se advierte --yendo al material que se ha traído a cuento para sustentar el pedido-- la presencia de numerosas inconsistencias y faltantes tanto en la colecta probatoria, como en la argumentación, fundamentación y motivación de la solicitud realizada, lo cual cierra por la negativa la suerte de ese reclamo”.
En concreto, Mafucci sopesa los siguientes elementos:
* El relato dramático y detallado de la víctima.
* Que dos médicas del Penna la revisaron al día siguiente de los hechos y no percibieron ninguna anormalidad ni tampoco mencionan un diálogo que T. dice que existió sobre abuso sexual. Las médicas dicen que no tenía lesiones y el útero estaba normal.
* Los dos policías que fueron al country Venado II dicen que no se acuerdan. Pero, sobre todo, lo que valora el juez es que no hubo ninguna llamada al 911 como realató T.
* T. y una amiga cuentan que se fueron del country con otras chicas y que en el auto ella rompió en llanto y contó lo ocurrido. El juez pregunta por qué no hay testimonio de esas otras chicas.
* Hay una evidencia fuerte con Villa, que son los chats de whatsapp en los que el jugador le pide perdón, argumenta que había tomado mucho, aunque no habla de una relación no consentida. El juez pregunta ¿por qué no se secuestraron los celulares de Villa y de la víctima? Eso permitiría una constatación. Hoy en día no se sabe de cuándo son esos diálogos y si son auténticos.
* Más grave aún: la víctima presenta fotos de una lesión en las nalgas. Mafucci vuelve a preguntar por que no se secuestró el aparato para hacer un peritaje y geolocalizar la foto, lo que significa ubicar el lugar y el momento en que se tomó.
* El hermano de T. cuenta que hubo una negociación, en un restaurante, por dinero. El grabó ese diálogo pero se le borró y está intentando recuperlo de la nube. El juez vuelve a preguntar por qué no se le dio asistencia técnica.
Mafucci, entonces, insiste en que falta una buena investigación para acompañar el relato de la víctima. Hace referencia a convenciones internacionales en las que se concluyó que la declaración de la víctima es clave pero “no basta con afirmar dogmáticamente que es creíble, sino que se deben brindar razones suficientes que justifiquen esa credibilidad, porque no escapa ese testimonio a los criterios de veracidad y credibilidad cuya valoración resulta facultad propia de los jueces”. “Se refuera el valor del testigo relativo al hecho principal mediante datos de una fuente distinta, referidos a ese hecho o a alguna circunstancia que guarda relación con él, cuya constatacion confirma la veracidad de lo que declara"