El gobierno va a autorizar mayores subas en la canasta de Precios Cuidados - que fueron de 6 por ciento en el último trimestre- y reducir los productos ofertados. Es producto de una negociación con las empresas proveedoras de alimentos y consumo masivo que, a cambio, deberán garantizar el abastecimiento de los productos en los supermercados. Las subas se conocerán el próximo 7 de julio cuando se relance el programa.
Con un cambio reciente de ministerio y de secretario, el gobierno lucha por sostener al programa Precios Cuidados como una canasta de precios de referencia. En los últimos meses el espíritu del programa se desvirtuó debido al desabastecimiento de productos dentro de Precios Cuidados generados por la brecha de precios entre los productos dentro y fuera del programa, que llegan al 40 por ciento en algunos casos.
Precios Cuidados nació y se mantiene como un instrumento que permite lidiar con una cara del aumento de los precios, generando referencias y garantizando de esta manera productos esenciales a precios accesibles. Desde el Ministerio de Economía no dudan de la importancia de este instrumento para ese fin, pero admiten que en los últimos meses aumentaron los niveles de desabastecimiento. En efecto, el porcentaje de provisión de productos en góndola, que se mantuvo en general entre un 80 y 85 por ciento, se encuentra hoy a menos del 65 por ciento. Esto, aseguran desde los despachos oficiales, le hace perder efectividad al programa.
Evitar el desabastecimiento
El gobierno atribuye este desabastecimiento a la brecha de precios que hay entre los productos regulados y el resto de las góndolas. Para achicarla, tenía dos caminos: autorizar aumentos mayores en los precios regulados o bien aplicar la Ley de Abastecimiento, opción que consideran como "un instrumento de última instancia" dentro del Ministerio de Economía, organigrama dentro del cual se emplaza hoy la Secretaría.
A cambio de asegurarse el abastecimiento, evalúan aumentar los precios e incluso reducir la canasta del programa que actualmente se compone de 1.357 productos. "El objetivo número uno es el abastecimiento", adelantaron a PáginaI12 fuentes oficiales dando a entender el camino que tomó la negociación con las empresas -que aún está en curso- . Las fuentes del gobierno aseguraron que los productos que saldrían del listado son los que están repetidos o bien se consideran menos esenciales.
A su vez, el gobierno también prepara cambios en el programa Ahora 12 que financia a tasa subsidiada el consumo de determinados productos. En este caso revisarán al alza el costo de financiamiento, que hoy está entre 31 y 36 por ciento dependiendo la cantidad de cuotas, a fin de reordenarlas para que sean más “compatibles con el resto del sistema". En la negociación, los bancos utilizan las de las Leliq como referencia, pero se está estableciendo un esquema que no sobrecargue al consumidor.
El desacople con los precios internacionales
Finalmente, el Ministerio de Economía trabaja en la modificación de los tres fideicomisos vigentes para desacoplar el aumento de los precios internacionales de los internos: "Este esquema va a seguir", aseguraron, "se puede mejorar pero creemos que es útil". Actualmente hay tres : uno pequeño que subsidia la harina 000 y los fideos secos, con 25 millones de dólares anuales de recaudación; el del aceite con mayor historia y renovación anual; y el más reciente fondo estabilizador del trigo.
Tanto el de la harina 000 como el del aceite cuentan con pocos fondos para seguir funcionando. Por este motivo, el gobierno está buscando maneras de que el sector privado aporte fondos frescos. El Fondo del Trigo, recientemente implementado, tendrá cuatro nuevos molinos que se sumarán a los tres actuales. "Las consultas aumentaron", sostienen con optimismo.
Ya integrada como una herramienta más de política económica para enfrentar la inflación multicausal que diagnostica el ejecutivo, la Secretaría de Comercio cuenta con un desafío cada vez más complicado. Le toca negociar con dueños de supermercados en un momento de tensión con el sector, sobre todo tras los dichos del dueño de La Anónima, Federico Braun. Sobre este tema y al igual que en el resto del gobierno, consideran sus dichos como "terriblemente desafortunados", ya que esas declaraciones generan malestar y tensiones. Además aseguraron que sus aumentos de precios fueron levemente superiores a los del resto de las grandes cadenas de supermercados.