Una mujer confesó este sábado haber matado y desmembrado a su esposo porque "era insoportable vivir con él", a quien definió como un "violento abusador" y que "no podía dejar a su hija sola con él", según confirmaron fuentes judiciales. "Me cansé de denunciar y pedir ayuda. No me escucharon", dijo la mujer esta tarde ante la fiscal de la causa.
El crimen ocurrió en la localidad bonaerense de Villa Fiorito cuando este viernes se encontraron dos piernas en la esquina de las calles Necol y Darwin, adentro de una bolsa de basura. El resto del cuerpo fue hallado en un basural de la zona.
Por el hecho, la Policía detuvo a Laura Marcela Campos, de 46 años, y a sus dos hijos, que trabajaban en una carnicería, sospechados del asesinato de Daniel Tomás Silvero, de 56 años. Esta tarde, Campos fue imputada por el delito de "homicidio agravado por el vínculo y por el concurso premeditado de dos o más personas" después de ser indagada por la fiscal de la causa, Marcela Juan, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 16 Especializada en Violencia de Género y Violencia Familiar del departamento judicial de Lomas de Zamora.
Según la agencia Telam, la mujer no solo admitió ser culpable del asesinato, sino que además dijo que "era insoportable vivir con él", a quien definió como "un violento abusador" y que "no podía dejar a su hija sola con él".
"Yo lo golpeé. Lo maté. Lo desmembré y descarté sus restos. Yo vivía un calvario. Me abusaba a mí, a mi hija", dijo Campos ante la fiscal. "Yo vivía una pesadilla. Mis hijos se turnaban como guardianes para que Silvero no abuse de mi hija. Me cansé de denunciar y pedir ayuda. No me escucharon", sostuvo.
Por otro lado, la mujer desvinculó del hecho a sus dos hijos, también detenidos y quienes se negaron a declarar. Los tres siguen detenidos.
Silvero tenía dos denuncias por presuntos abusos sexuales. Uno, de 2010, de una hija biológica, y cuyo expediente que fue archivado. La segunda denuncia, en 2019, fue por violar a la hija de Campos, que entonces tenía 12 años. El expediente se tramitaba en la UFI 9 Especializada en delitos contra la Integridad Sexual.
Qué dijeron las hijas de la víctima
A Silvero se lo vio por última vez el 1 de junio, de acuerdo a un rastreo hecho con las cámaras de seguridad del municipio de Lomas de Zamora. Pasadas las 20, se registró cuando llegó en un auto blanco a la casa donde convivía con su esposa, según Telam.
Este miércoles, una de las hijas de Silvero, identificada como Milagros, de 25 años, denunció la desaparición de su padre, cuando recibió un mensaje de texto avisándole que se mudaría a otro lugar y que iba a cambiar el chip de su celular. La joven, dijo en declaraciones televisivas, que desconfió que ese mensaje fuera de su padre porque tenía errores de ortografía. Y que además, el hombre había dejado una carta en la casa de su anterior familia, donde alertaba que si le pasaba algo lo buscarán en su actual domicilio.
"A nosotros nos llamó la atención desde el día que mi papá desaparece, porque mi papá no se desvinculaba de sus hijos, ni por mensajes de texto, ni porque visitaba la vivienda. Somos varios hermanos y siempre estaba conectado, si no era con uno, era con el otro", aseguró otra de sus hijas, Daniela.
La fiscal de la causa pidió esta noche que Campos y sus dos hijos siguieran presos por el asesinato de Silvero.