River volvió a sufrir una llamativa falta de contundencia y dejó escapar otros dos puntos: esta vez fue 0-0 ante Atlético Tucumán, que se vio dominado durante casi todo el partido, pero no paso grandes sobresaltos. Para los de Gallardo fue el segundo empate sin goles desde que arrancó el torneo.

El arranque mostró a un River lento en la salida y sin chispa en el medio, con escasa participación de Enzo Fernández en el armado. Esos problemas se tradujeron en una excesiva dependencia de Julián Álvarez, que como único delantero definido, tenía que desdoblarse para la creación. Entonces, más allá de una tenencia de pelota casi constante, al equipo de Gallardo le costó traducir ese dominio en jugadas de peligro. Por eso Lampe, si bien tuvo dos buenas tapadas ante Barco y ante Enzo Fernández, pasó un primer tiempo relativamente tranquilo.

Los tucumanos, ordenados y sin urgencias, renunciaron al ataque y se conformaron con neutralizar a un rival que no encontraba la manera de acercarse al área adversaria. Por eso, el encuentro se hizo monótono, entre un River que buscaba sin demasiada claridad y un Atlético que aguantaba sin perder la compostura. De esa forma, el conjunto de Pusineri recién sobre el final de la etapa inicial inquietó a Armani con un buen zurdazo de Carrera.

Las subidas de Elías Gómez por el costado izquierdo parecían ser llave para que River destrabara el nudo. Incluso, el ex lateral de Argentinos provocó otras dos buenas intervenciones de Lampe, con un cabezazo y remate de tijera. Sin embargo, sus trepadas fueron perdiendo sorpresa con el correr de los minutos. El intento de Gallardo de cambiar a los creativos (Paradela y Pochettino por Barco y Palavecino) tampoco rindió los frutos esperados, por lo que Álvarez siguió siendo el más claro a la hora de generar juego. Pero eso lo llevó a estar lejos del área, la zona donde más daño hace. Así fue pasando el tiempo, con un River impotente que todavía no pudo ganar y vio como se le volvieron a escapar dos puntos.