El diputado del Frente para la Victoria (FpV) por Río Negro Martín Doñate solicitó formalmente al Ministerio de Salud de la Nación que entregue a los hospitales de esa provincia los 60 mil kits del Plan Qunita que desde hace un año y medio están apilados en un galpón por orden del juez federal Claudio Bonadio, con el visto bueno del gobierno de Mauricio Macri. “Se gastan 770 mil pesos por mes para guardar los miles de kits. Eso es odio de clase”, cuestionó el legislador.
A través de una misiva dirigida al ministro Jorge Lemus, Doñate aseguró que cuando los kits fueron entregados a las familias de bajos recursos económicos con bebés recién nacidos en esa provincia “jamás hubo una queja”. “En 2015, el año de mayor aplicación del plan, fue el de menor tasa de mortalidad infantil”, destacó durante una entrevista por Radio 10. Además, agregó, la iniciativa no solo “mejoró los índices sanitarios para los recién nacidos” sino que también “fue reivindicado por todos los profesionales, certificado por especialistas y agradecido por las madres”.
El diputado sostuvo que la situación actual de esa provincia gobernada por Alberto Weretilneck, ahora alineado con Mauricio Macri, muestra que hay familias “que necesitan con urgencia” ese beneficio y señaló que, en ese contexto, la decisión de Bonadio de dejarlas en un depósito es “absurda” y “vergonzosa”.
Como parte de su avanzada contra Cristina Kirchner y ex funcionarios de su gobierno, el magistrado ordenó a principios de 2016 la suspensión del reparto de esos kits. Lo hizo en el marco de una causa por supuestos sobreprecios y direccionamientos en la licitación para la compra de las cunitas. Procesó por ello a 24 ex funcionarios y decidió la quema de los kits. Pero ante la reacción de varios sectores debió dar marcha atrás y le otorgó a la cartera sanitaria la custodia del material. Desde entonces, la causa no avanza.
“En 2015, el año de mayor aplicación del plan, fue el de menor tasa de mortalidad infantil”, destacó Doñate.
El plan lanzado por CFK otorgaba una cuna de madera y tela, sábanas para el bebé, un acolchado, un toallón, mudas de ropa, un neceser, juguetes, un libro de cuentos, un bolso cambiador y pantuflas y ropa para la mamá, quienes además debían cumplir con los correspondientes controles de salud. Ahora, todo está guardado “sin saber a ciencia cierta su final”, destacó Doñate en su carta al ministro Lemus.
En el mimo sentido le manifestó su “preocupación y rechazo” por la “absurda decisión de inutilizar, destruir o quemar” los kits, algo que, según añadió, “sería a todas luces una decisión inhumana e irracional, y un potencial delito condenable”.
El pedido fue hecho luego de conocerse que cada vez son más los estados de Estados Unidos que ponen en marcha un plan similar llamado “Baby Box”, como parte de un programa integral para reducir la mortalidad infantil en los sectores de bajos recursos económicos. El modelo fue tomado Finlandia, que aplica ese plan desde hace 79 años y consiguió una notable baja de la mortalidad infantil.
Ante este antecedente que refuerza la validez de un programa que fue suspendido por la administración de Cambiemos, Doñate manifestó que la decisión de Bonadio avalada por el Gobierno es parte de un “odio de clase”. “No tienen sensibilidad, solo sed de revancha”, dijo durante la entrevista, en la que trazó una comparación histórica con lo que ocurrió con el ex presidente Juan Domingo Perón en 1955, luego de su derrocamiento en un golpe de Estado: “Lo acusaron de corrupción. El odio de clase hace que piensen que una persona humilde no pueda recibir algo de calidad”.
“No se necesita tener miles de Qunitas tiradas en un galpón”, concluyó el legislador a la vez que le solicitó al Poder Ejecutivo “que instrumente los mecanismos institucionales que correspondan con las autoridades del gobierno de mi provincia a fin de que los kits sean entregados”.